Qué poco te quieres Sara
y aún queriéndote eres bella
cuando me cuentas tus cositas
y me hablas de la vida entera.
Quisieron los demonios matarte
arroparte las estrellas
y no quisiste ser ayudada amiga Sara,
porque eres más fuerte que todas ellas.
Y pese a buscar mi ayuda momentánea
no te hace falta ni pensar
que después de haberte ayudado
sigues siendo bella, y yo, tu man.