Boa Hancock era una hermosa mujer, nadie dudaba de sus atributos.
Haberse enamorado de Luffy había sido algo inesperado y a su mente le encantaba crear y recrear escenas donde ambos estaban juntos y eran felices.
Sin darse cuenta la emperatriz enfer...
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Al abordar el Sunny, se dio cuenta de que la luz seguía apagada en la torre de vigía, pero se alcanzaban a escuchar algunos murmullos o sonidos reprimidos, Nami no quiso prestar atención a eso y pasó de largo hacia su habitación, no podía creer lo tonta que había sido, los estúpidos celos que había sentido y el terrible dolor que la estaba doblando por dentro.
¿Cómo se atrevía Luffy a hacerle eso? Miró la cama de Robin vacía y suspiró.
─ Bueno, al menos esos dos la están pasando bien─ al decirlo recordó nuevamente lo que escuchó en los aposentos de Hancock y sacudió la cabeza para evitar recordar.
─ ¡Eres un idiota! ─ lo dijo en voz alta.
"Más idiota eres tú por haberte enamorado" le recriminó su conciencia. No estaba lista para pelearse consigo misma así que dejó la capa colgada sobre el perchero y se tiró sobre la cama, no quiso darse un baño, sabía que durante él tendría tiempo de pensar y era lo que menos quería, ahora mismo lo que deseaba era dormirse y no recordar nada al despertar.
La noche -o lo que restaba de ella-, se le hizo demasiado corta para su humor a pesar de que solo había dado unas veinte vueltas sobre la cama incómoda antes de caer rendida en los brazos de Morfeo. La luz del día ya se filtraba con fuerza en su habitación y la hizo bufar molesta por su intromisión. Se sentó sobre la cama aún adormilada y de mal humor.
─ ¡Buenos días! ─ saludó su nakama.
─ ¿Buenos? Sí, tienes razón, ¡por fin nos iremos de aquí!
─ No suenas muy animada, ¿cómo te fue anoche?
─ ¿En serio esperas que responda a eso? ─ Nami no pretendía ser grosera con su amiga, pero vaya que lo estaba logrando sin quererlo ─ Lo siento, no quiero hablar sobre eso, gracias por tu ayuda─, tomó su ropa y se dirigió al baño.
─ Entiendo─ Robin le regaló una sonrisa conciliadora, no iba a presionar a su amiga, pero sabía que algo malo había pasado, ¿acaso su capitán...? No, eso no era posible─. Te veo en la cocina.
─ Me baño y voy en seguida.
─Bien.
Nami esperaba que el baño de alguna manera la hiciera sentir mejor, hasta le puso burbujas para animarse, pero no fue suficiente, quería retrasar el ir a la cocina, no tenía ganas de verle la cara a Luffy después de lo que escuchó la noche anterior, no sabía cómo iba a reaccionar y deseaba no experimentarlo, se conocía y seguramente no saldría nada bien.
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