Capitulo 5.

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Durante toda la tarde, como Tsuna lo pidió, no hubo ruido, ni siquiera se escuchaban las risas de los niños. Pareciera como si no hubiera nadie en aquella mansión, pero el caminar de la servidumbre y el ruido que los cocineros provocaban era la prueba de que sí había gente.

Por la noche, Alessandro fue a las habitaciones de la décima generación en completo silencio avisando sobre la cena, todos le habían respondido, excepto uno.

–Décimo..-llamó -.. Décimo la cena estará lista en diez minutos..-silencio -Décimo está ahí?-golpeó ligeramente la puerta

–que sucede Alessandro?-la voz chillona llamó la atención del aludido

–señor Reborn, el Décimo se encuentra fuera de la habitación?-preguntó

–hm? No lo eh visto, debe estar dentro..

–pero.. no me responde..-ante lo dicho Reborn frunció el ceño

–Tsuna..-golpeó la puerta, abriéndola -maldita sea..-gruñó al verla vacía -quiero que todos lo busquen, dile a los guardianes, mucamas, cocineros, a todos..-ordenó

–si señor..-con rapidez Alessandro fue a acatar la orden

–“con un demonio dame, solo tenías que permanecer en tu cuarto..”

En menos de diez minutos todos se encontraban buscando al castaño, incluyendo a la novena generación Vongola.

–Nono deje ésto en nuestras manos, usted debe presentarse junto con sus guardianes a los alumnos de Nami-chū..-recordó Reborn

–pero Reborn, mi nieto está perdido sabrá Dios donde..

–y nosotros lo encontraremos..-interrumpió -Alessandro, trae a los alumnos..

–si..-asintió antes de irse

–no te preocupes, Tsuna nunca se pondría en peligro.. quiero pensar..-murmuró lo último antes de irse

Mientras dentro de la mansión todo era un caos bien disimulado, en uno de los jardines Tsuna caminaba en silencio; después de haberse ido a su habitación se desahogó en compañía de Natsu, como lo había hecho las noches anteriores, pero no permanec...

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Mientras dentro de la mansión todo era un caos bien disimulado, en uno de los jardines Tsuna caminaba en silencio; después de haberse ido a su habitación se desahogó en compañía de Natsu, como lo había hecho las noches anteriores, pero no permaneció mucho ahí, ya que después de una hora salió sin hacer ruido y entró a los enormes jardines que la mansión poseía. Natsu se había quedado dentro de la mansión, y realmente lo agradeció, ahora vagaba sin rumbo fijo pero sin salir del jardín.

–omnívoro..-el habitual apodo con el que su guardián de la nube lo llamaba le hizo salir de sus pensamientos

–.. Hibari-san..-fue todo lo que dijo a la par que le miraba

–qué haces aquí omnívoro? Esos herbívoros están como histéricos buscándote..

–lo siento, quería caminar..-murmuró sentándose en el pasto y recargando su espalda en un árbol

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