El equipo había ganado, usando la tactica de Dio, pero el pobre estaba tan molesto. Vitoreaban a Jojo, algunos a sabiendas que Dio era él autor original.
No podía sentirse peor, comenzaba a dudar, de todo y ante todos, comenzaba a mostrarse debil, una imagen suya no muy grata se hacia presente en todos. Aquel chico arrogante no estaba ahí, y Jojo volvía a ser ese niño dulce que todo le salía bien y era perfecto.
Cuando Dio llego a la vida de Jonathan todo cambio, era su sombra, Dio era perfecto en todo, era único pero esa actitud arrogante le arrebato pronto sus amistades. Jonathan comenzó a entrenar, a verse fuerte, a sentirse fuerte... un pacto de caballeros, Dio comenzaba a compartir cosas con Jojo, algunos problemas, le compartía sus sueños.
Dio también quería ser aventurero, pero le temía, tenía mucho miedo a lo desconocido y Jonathan lo llevó, protegiéndolo. Como hermanos, algunas disputas eran claras, que si Jojo ensuciaba todo el piso, que si Dio tomaba los colores ultra especiales de Jojo, que si Jojo se comió la última manzana, que si Dio quería dormir en la habitación de Jojo...
-¡Oh, Jojo!- grito Erina, lanzandose a sus brazos, besandole la mejilla rozandole los labios.
Aquellos ojos solo se posaron sobre un rubio que lo miraba entristecido.
-¡Vamos, vamos a celebrar!
Jonathan comenzó a sonreirle a aquel rubio, ignorando a su prometida.
-Esto no hubiera sido posible, sin...el plan...la estrategia fue de Dio.- alzo la voz ante todos, muchos se sintieron bastante mal, pues Dio los veía con un odio repugnante.-Sin él, no hubiéramos ganado.
-¡Dio, ven!- llamo Erina.
Pero él no se inmuto ante algunos hurras, las risas... todo aquello era asqueroso, era repugnante. Odiaba a cada uno de ellos, los odiaba tanto, lo insultaban, engreídos, por eso él se mostraba fuerte pero aquello había sido el colmo.
-Gracias. Pero la única manera en la que celebrare con ustedes... será cuando loes vea en el infierno.- lo dijo de manera serena.-A cada uno de ustedes...Erina, cariño, gustan de putas... no estés mucho tiempo con ellos, mira en lo que me han convertido.
Dio se levantó y se fue.
-¿Qué rayos le pasa a tu hermano?- pregunto uno de manera insultante.
-Ojalá no fuera mi hermano.- la voz de Jojo sonó seca e impresiono a todos.
-Jojo...- Erina lo miro con preocupación, sin saber por que decía aquellas palabras.
Hubo una pequeña reunión en la mansión Joestar, comida por montones y algo de vino, juegos y un pastel en honor al capitán Joestar.
Mientras que Dio se encontraba a orillas del río, mirándolo con tristeza. ¿Cómo debía actuar? La mejor manera era alejarse de él por un tiempo, al menos hasta la boda con Erina. Pero aquella tentación, su piel...
Los morenos eran de actitud fuerte, sensual, con carisma, con extravagancia. Esos labios a los que era adicto, la manera en la que lo incitaba y tocaba su hombría. Probarlo, aquel sabor dulce, ver esos ojos azules y perderse en ellos, esos brazos, recostarse en ese pecho, domarlo, ¡hacerlo suyo! ¡SUMIRLO! ¡REPRIMIRLO! ¡CASTIGARLO! ¡VERLO DÉBIL!
De sus ojos ambar cayeron lagrimas, no... podría ser todo, pero Jojo era su hermano... no podría, lo lastimaría, Jonathan se ilusionaría, tarde o temprano sabrían lo que paso. No lo volvería a mirar de la misma manera. Quería recordarlo como su hermano, un apoyo, un abrazo quizá ...solo eso...
Regreso tarde a casa, con sus ojos vidriosos, rojos, irritados, con su nariz roja y sus labios secos. La casa parecía hecha un desastre, había un pedazo de pastel y algo de vino en el salón, eran para él, Jojo lo había dejado solo para él. Se limpio las lagrimas, tomo la copa de un golpe y camino hacia las escaleras.
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Moreno mío
FanfictionDio Brando comienza a darse cuenta de la extraña actitud de su hermanastro, algo prohibido los atrae, el tacto sensual y aquel dulce olor a canela vuelven adicto a Dio, que no deja de pensar en esa piel morena que lo hace tan débil de todos sus acto...