El Despertar

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Parpadee lentamente y me incorpore, por alguna razón me sentía inmensamente cansada como si hubiera corrido un maratón con traje de botarga. Agitada observé a mi alrededor, estaba en un sofá de cuero, que se me pegaba a la piel por el sudor que desprendía todo mi cuerpo, a pesar de traer un pantalón de algodón color beige.

De pronto leves recuerdo en formas de cinemática, me recordaron todo lo que había pasado que al paracer solo habían sido un sueño.

Los últimos recuerdos aparecen de repente, recordando el momento en el que Damian toco mi marca de nacimiento.

Que fue lo que pasó exactamente y como eso se veía relacionado con lo que damian me había echo antes de entrar a trance.

Me pare en seco y volteé a todas partes buscando a una sola persona, lo encontré relajado, recargado contra el librero, que lo hacía parecer una pequeña hormiga, como a los monstruos...

Me miró y vaciló al decir algo, se calló y solo me miró, en silencio.

–¿QUE CARAJOS FUE ESO DAMIAN?– Solté sin más.

Me miro asombrado, esbozo una sonrisa burlona  y exclamó

– La diversión apenas empieza srita. Gilbert –  exclamó extasiado.

–ah? – frunci el ceño, estaba confundida y furiosa.

A paso desdeñoso, me le acerque y cuando estaba a escasos centímetros de el...

No pude hacer nada.

Fue como una ola, una ola que me golpeó bruscamente, y me mantuvo quieta, estática. Me perdí en la marea de sus ojos oscuros, ensordecedores que me atrapaban seductores.

– Donde quedó tu promesa de no enamorarte de el Roslyn? – protestó mi consciencia, molesta.

Reaccioné y volví sobre mis pasos a una distancia prudente. De el no pude ver nada mas que su semblante serio y retador, era yo o era completamente distinto? en el recorrido y cuando me conoció, parecía estar bien, pero ahora nada parecía bien, era altanero y desafiante, como todo un niño rebelde.

– Podrías explicarme que fue todo eso? – bufé.

– y por que debería hacer yo eso?

Estaba de coña, no?

– vamos gilbert se que estas enojada, atacame – susurro levemente.

Vi un brillo leve en sus ojos marrones y supe lo que hacía, me estaba incitando, haciendo de mi una fiera, pero porque?.

Sacar tu lado oscuro, eso es lo que quiere.

– ¿Por qué? – exclame seria e impasible.

Pareció sacado de jugada, Sonreí, confundido contestó.

– Tu sabes por que.

                                           ∅∅∅
– Hey! Tú 

El hombre señalo al otro que se encontraba al fondo de el desolado callejón, mientras lo llamaba.

Estaba muy borracho para pensar bien las cosas, y eso le conduciría a un solo lugar. La muerte...

La cara se asomo en la oscuridad, una firme sonrisa de lado se mostró en su pálido rostro. Acudiendo al llamado del borracho.

El borracho se quedo quieto, sus pies no se movían pero deseaba hacerlo, su estado de ebrio, bloqueaba la mayoría de sus sentidos, en él momento en el que vio su cara un destelló de reconocimiento lo embargó, había caído en la trampa, en su trampa.

Un Secreto...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora