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(Nombre de la cancion: I hate u, i love u - Artista: Gnash)

 Pov Castiel

 El día de hoy no a sido uno de los mejores, me pelee con Lysandro, Sucrette falto a la escuela, Kentin me mojo los pantalones, Iris me ignoro todo el día, Amber a estado tras de mi como un maldito perro faldero y me han castigado por insultar a el profesor Farres... al diablo con todo. 

Eran mas o menos las 5 pm, debía de ir a la sala de castigo. Me dirigí a el lugar con calma, me iba a tomar mi tiempo, de igual forma, tampoco tenia muchas ganas de ver a la persona que se encontraba allí. Al llegar a la sala me encontré a un rubio cascarrabias sentado en una silla de madera, se encontraba de piernas cruzadas mientras miraba una de las ventanas fijamente, le dí un toque a la puerta como aviso de mi presencia, a lo que el reacciono un poco exaltado al haberlo sacado de su mundo. Al entrar me senté en uno de los bancos mas cercanos al escritorio, nadie dijo nada, el solo tomo el marcador y empezó a escribir en la pizarra, al terminar tomo unos papeles y empezó a escribir, a de ser su papeleo. Suspire pesadamente para luego tomar mi mochila, abrirla y tomar mi cuaderno, al colocarlo en el pupitre lo abrí, encontrándome con el lápiz dentro de el, empece a escribir. Pasó un buen tiempo, aun nadie decía nada, esta situación es muy incomoda a mi parecer. Dejé de escribir, mire al frente encontrándome con la versión masculina de la bella durmiente, se veía agotado cuando entre, así que no me sorprende verlo dormido. Aproveche el momento para ver su cuerpo detalladamente, sus bellos cabellos color dorado, tan finos como un hilo de seda, sus mejillas, rosadas como el algodón de azúcar, esos bellos labios... sus labios.

 Me levante de mi asiento para acercarme a Nathaniel, al estar al lado de el me agache un poco para poder estar frente a frente con su rostro, escuchaba y sentía su respiración, me encontraba totalmente sonrojado, no podía creer que estuviera tan desesperado como para hacer semejante cosa, había acercado demasiado mi rostro al suyo, nunca imagine llegar a tener tanta cercanía con a el, cuantas ganas tengo de acabar con la poca distancia que hay entre nuestros labios. Me acerque mucho mas a el, mis labios estaban a punto de rozar los suyos... no. Me arrepentí al haber pensado mas de dos beses lo que podría suceder, el podría despertar y, bueno... me hubiese metido en unos muy graves problemas. Me levante y me senté en mi puesto, me siento muy avergonzado por lo que intente hacer, ese tipo de cosas no son de mi estilo, pero aun así... ese maldito hace que me comporte de una manera que hasta a mi me sorprende.

 Al terminar de escribirlo todo arranque de mi cuaderno una hoja en blanco, la cual arrugue y después tire en la cabeza del rubio dándole un leve golpe.

- ¡Oye rubia! ¡¿vas a despertar o que?!-le grite con un poco de silencio, estábamos solos, no había ninguna razón por la cual deba de gritarle escandalosamente-

 Nathaniel al escuchar el llamado se levanto asustado, tal parece que no fue de mucha ayuda haberle lanzado la bola de papel. El rubio al levantarse fruto sus ojos, se quedo unos segundos pensando para después poner los ojos como unos platos.

- ¿Q-que hora es?-pregunto un tanto asustado mientras se arreglaba el cabello-

- S-son las...- saque mi teléfono para ver la hora, eran las seis y treinta pm- son las seis y treinta ¿porque tanta preocupación imbécil?-pregunte estúpidamente, era obvia su preocupación, ya era muy tarde y el tenia padres que lo esperaban en casa-

- ¡¿Como que porque idiota?!-me grito mientras tomaba sus cosas- ¡llego tarde a casa, santo cielo!-ya se encontraba guardando sus cosas en su morral-

 Nathaniel llega a dar miedo al estar estresado u molesto, así que, para el bien de los dos no diré ninguna otra tonterí. Me levante de mi asiento ya metiendo mis cosas en mi morral, pero como mi suerte es de las mejores no vi que me tropecé con Nathaniel, lo cual provoco nuestra caída e hizo que nuestras cosas se mezclaran.

- ¡Carajo!-dije de mala gana tomando mis cosas rápidamente-

- ¡Diablos Castiel, contigo no se puede ni vivir!-refunfuño mientras metía sus cosas velozmente en su morral-

  Al ya tenerlo todo salimos del instituto, Nathaniel cerro para después los dos tomar rutas diferentes a rumbo a nuestros hogares. Me encontraba frente de mi casa, tome mis llaves para introducirlas en el cerrojo y poder abrir la puerta, ni cinco pasos logre dar, ya que Demonio se me había aventado provocando que cayera al suelo ¿enojado? jamas, es tan solo me esta saludando, cosas de perros.

- ¡Hola amigo! ¿me extrañaste?-le dije sobando su cabeza mientras me levantaba del suelo- porque yo si que te extrañe- termine de levantarme, en seguida deje mi morral en el sofá para prepararme un poco de comida a mi y a Demonio- ¿que quieres comer hoy muchacho?-le pregunte al canino a pesar de saber que no respondería- ¿sabes que? hoy comeremos lo mismo ¿que te parece unos sándwiches?- Demonio me miro con un rostro confundido, a de ser que no le a agradado la idea. Me puse de cuclillas mirándolo frente a frente- no seas tan hijo de puta, sabes que cocino del asco-como respuesta el me ladro con enfado- ¡muy bien, sándwiches serán!- me encamine a los estantes para tomar el pan-

(...)

 Ya los dos habíamos terminado de comer, Demonio se encontraba a mi lado recostado en el sofá, lo mire mientras sonreía de lado.

- ¿Sabes que?-le pregunte a mi perro- este día no a sido tan malo después de todo, tu me alegras Demonio... tu me haces feliz de verdad- me acerque un poco más para abrazarlo-

  Y así mismo nos quedamos dormidos, juntos y felices, como toda una bella familia.

 ¡Oh Dios mio! tarde como una década para actualizar esta cosa Q<Q disculpen la tardanza, demasiada tarea, muchas responsabilidades... ya deben de saber como es la cosa Q3Qr espero poder actualizar un poco mas seguido esta sepsi semana santa, hasta luego Fujoshis y Fundashis U3O

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