ISLE OF BERK | Hiccup Haddock [PAUSADA]

VIII; chimuelo

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❄CHIMUELO❄

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A medio día, justo como lo había planeado Hipo y Dhalia, la rubia se encontraba esperando al castaño en el borde que separaba al bosque y la aldea. Eran claras las razones del porqué ella sola no se había adentrado en aquel mundo verde, pues su sentido de la orientación no se desarrolló muy bien y la verdad era que, por más que lo intentara, la joven de quince años no lograba recordar el camino hacia el valle. De todos modos, la compañía de Hipo se le hacía tan agradable que no le molestaba tener que caminar hacia allí con él, pues además le provocaba una enorme felicidad tener con quien pasar su tiempo. En Vrede solía estar con Bjorn, un joven de su edad que lo conocía desde que era una niña pequeña. Solían jugar la mayoría del tiempo, pero Bjorn no era muy alegre, como todos en Vrede, y eso no le permitía divertirse por completo.

Y aunque Hipo tampoco andaba contando chistes a diestra y siniestra, su manera de ser era grata y simpática. Cuando le vio acercarse, ella levantó su mano derecha y la sacudió en el aire, sonriendo en modo de saludo. Él no sabía del brillo que cubría sus ojos cuando veía a Dhalia, la joven que no salía corriendo en la dirección contraria con cada una de sus ideas tan alocadas y fuera de lo normal para cualquier vikingo.

—Debo serte sincera—habló la rubia, mirando un par de centímetro hacia abajo al ser un poco más alta que él. Cuando comenzaron a caminar en busca del valle, un pensamiento llegó a su cabeza sobre contarle lo que había pasado la noche anterior, pero se fue volando con la misma rapidez que apareció. Tampoco era un suceso tan importante como para hacerlo tema de conversación, ella solo se había perdido camino a la cabaña y se había encontrado con la zona de dragones, hallando a uno de ellos que no había sido mencionado por Bocón para ser utilizado en un entrenamiento—. Estoy muy agradecida con Astrid por prestarme su ropa, pero no creo que sea mi estilo. ¿Sabías que todas sus faldas tienen cadáveres como adorno?

—Pero se ve bien con ellas—comentó el castaño con un hilito de voz al confesar algo sobre Astrid, pues su enamoramiento por ella era un secreto. Un secreto más que Hipo creía que mantendría oculto por el resto de su vida, pues temía ser rechazado por la joven vikinga Hofferson.