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Jungkook se encontraba solo en su hogar, buscando una manera de volver a ver a Seokjin por lo menos una vez mas y decirle lo que sentía por él, pero él problema es que no sabía donde estaba.

Podría estar incluso del otro lado del mundo o en una ciudad cercana, pero ¿como encontrarlo? Es decir, Seokjin era poderoso, podía ser visible o invisible si quería, ir y venir cuando lo deseara y Jungkook solo era un simple chico.

Pero la desesperación le estaba consumiendo, quería incluso llorar, nunca imaginó que enamorarse sería algo tan cruel.

Su corazón dolía y cuando se dio cuenta, estaba llorando, porque una tristeza comenzaba a embargarle, se sentía como si no pudiese respirar, como si le faltara algo, era como ese sentimiento de vacío, cuando sientes que una parte de ti muere.

Jungkook se pregunto, ¿por que tenía que ser de esa manera?

Su amor por Seokjin era parecido a una flor hermosa que ahora estaba comenzando a marchitarse...

***

Cupido se encontraba abrazándose así mismo en el frío y solitario lugar donde Júpiter había decidido encerrarlo mientras se pensaba en su castigo, según había escuchado, los principales se reunirían para tomar una decisión final sobre que pasaría con el.

También le habían quitado su arco y flechas, pero para ser honesto, su destino y esas cosas le daban igual, el solo quería saber como estaba Jungkook, no le permitieron ni siquiera verlo una última vez.

Suspiró, la verdad es que ahora no se arrepentía de haber fallado aquella regla, porque así, aún si había sido poco tiempo, estuvo junto a Jungkook, él humano al que amaba y estaba seguro que amaría siempre aún si dejaba de existir.

Comenzó a llorar.

No porque fuera a ser castigado, sino, por pensar en que sucedería con Jungkook cuando el no estuviera ahí para verlo sonreír.

Ni siquiera notó cuanto tiempo estuvo así, hasta que Minerva fue a llamarlo para que se presentara ante los demás, obedeció sin decir ninguna palabra mientras limpiaba su rostro, sintiendo las miradas de todos los presentes cuando entró a aquel lugar.

—Cupido, Dios del Amor, esta presente ante nosotros para recibir su condena por haber fallado la regla que le fue asignada — comenzó Júpiter.

Los demás permanecían en silencio, pero aún así él rubio podía sentir todas las miradas sobre el, sabía que todos ahí lo juzgaban por lo ocurrido, como si ellos fueran perfectos.

—Cupido, sólo queremos saber una cosa, ¿realmente estas dispuesto a todo por el humano Jeon Jungkook?

Seokjin levanto la mirada y observó a todos por igual, entonces asintió.

—Acepto mi castigo sea cual sea mientras no afecte a Jungkook

—Me has decepcionado demasiado — murmuró Júpiter mientras negaba con la cabeza —Perderás todo, por nada — Seokjin sonrió.

—Es ahí donde te equivocas, para mi, Jungkook es todo

—Es solo un humano, tu en cambio tienes poder, tenías todo lo necesario para estar bien

—¿Y de que servía? Si no podía amar, todos aquí, gracias a mi han sentido lo que es el amor, pero ¿yo que? Yo solo tengo que verlos mientras estoy solo como un estúpido, ¿por que ustedes si y yo no?

Por primera vez, Cupido dejo de ser el adorable chico tímido ante los dioses, esta vez se notaba bastante molesto y resentido con aquel mandato que le había sido asignado, nunca había cuestionado las reglas, pero ya estaba harto de todo.

—Vuelvan a encerrarlo — fue todo lo que ordenó Júpiter.

Seokjin solamente rió amargamente mientras era devuelto a la celda, nunca había gritado así a nadie, siempre se la pasaba callado, observando con admiración a los demás, pero ahora, tenía un motivo por él cual pelear y su motivo era Jungkook.

Aún se preguntaba como se había enamorado de aquel humano, desde que lo vio, tuvo sentimientos complicados respecto a el y ahora lo entendía.

Amaba a Jungkook y sabía que Jungkook lo amaba a el también.

Debía buscar una manera de verlo otra vez.

***

Jungkook despertó con un terrible dolor de cabeza, seguramente por pasarse la noche llorando, no tenía ánimos ni para hacer un mínimo movimiento, pero debía ir a trabajar o buscar a Seokjin o lo que sea, tenía que hacer algo, ya que estar en la cama lamentándose no servía de nada.

Miro a su al rededor, esperando a que mágicamente Seokjin apareciera o estuviera en la esquina de su habitación, sonriendo y diciendo "buenos días" con aquella dulce voz, pero lo único que obtuvo fue soledad y un silencio abrumador.

Suspiró sonoramente y se levantó para comenzar a alistarse, quizás en el trabajo despejaría su mente, así que una vez listo, emprendió camino.

Observó la hora y se dio cuenta que como siempre iba a llegar tarde, así que se apresuró, pero cuando iba a cruzar la calle para llegar, no se dio cuenta del auto que se aproximaba.

***

—¡¿Escapo?! — exclamó Júpiter completamente furioso, los demás solamente se encogieron en su sitió sin decir nada, mientras los guardianes que vigilaban a Cupido se encontraban cabizbajos.

—De alguna manera, se dio cuenta de los planes que teníamos para él humano — intervino Minerva.

—Encuentrenlo, y asegúrense que no haya llegado a tiempo para salvar a Jeon Jungkook — demandó.

Minerva asintió y salió del lugar siendo seguida por los guardianes, tenían que encontrar a Cupido de una vez por todas, estaba rompiendo otra regla y no se le podía permitir seguir con esa conducta.

***

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Una disculpa por tardar tanto :( he tenido algunos problemas

Se viene él drama y próximamente él final.

Si hay algún error no duden en corregirme y de nuevo, un disculpa.

DJP🐰

 

Stupid Cupid (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora