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Cupido estaba desesperado.

Jeon Jungkook sin duda era un humano insoportable, haciendo demasiadas preguntas que ni siquiera sabía cual responder primero o como responder correctamente.

Parecía que al fin había creído completamente él hecho de que él era él Dios del Amor y por eso no paraba de hablar y hablar.

Jungkook por su parte miraba completamente hipnotizado al rubio, por lo que él sabía, según los mitos y muchas imágenes, Cupido era un pequeño niño con un par de alas que cargaba un arco lleno de flechas, pero él que estaba frente a el era muy diferente.

Era como un centímetro mas alto que el, tenía una perfecta cabellera rubia, tenía unos hermosos labios rojizos, casi como una manzana que el deseaba probar, su piel parecía ser tan suave como la seda y también poseía unos bonitos ojos color café, el aura que Cupido poseía era atrayente, sin duda, era un ser hermoso, tanto que aquella palabra se quedaba corta para describir la enorme belleza que tenía.

—Oye Cupido, ¿no tienes otro nombre? — cuestionó el pelinegro con notoria curiosidad.

Él rubio pareció pensarlo, nunca había sido llamado de otra manera que no fuese "Cupido" o "Amor", se preguntó así mismo si le gustaría tener otro nombre, uno que realmente le gustara y con el cual se sintiera cómodo.

—Cupido es algo tedioso, llamame Seokjin — habló en voz baja, sintiéndose tímido de repente.

Esperaba una burla o un comentario de ese tipo, pero lo que recibió fue una bonita sonrisa por parte de Jungkook.

—Me gusta, Seokjin, es lindo, te queda bien — dijo con esa sonrisa que provocó un ligero sonrojo en el Dios del Amor.

¿Como un humano podía provocar eso en un Ser Poderoso?

La flecha, si, debía ser causa de la flecha de amor, de otra manera, el nunca tendría ese tipo de reacción ante un ser humano.

—Oye Seokjin, ¿y donde esta tu arco y flechas? — volvió a hablar Jungkook, con esa voz cargada de curiosidad a la que Cupido ya comenzaba a acostumbrarse y guardar en su mente.

—Están justo aquí, pero los humanos no pueden verlas — explico sonriendo ligeramente — Ustedes no tienen él poder para ver ese tipo de cosas.

Jungkook abrió la boca ligeramente, parecía un niño disfrutando su show favorito, a vista de Seokjin, se veía realmente lindo.

Volvió a recriminarse por tener ese tipo de pensamientos, el no podía ver nada atractivo en él humano, no podía enamorarse de el, no debía hacerlo aún si quisiera, eran reglas que debía seguir o sería castigado.

—¿Puedes contarme mas sobre ti? Es muy interesante saber todo esto — Cupido sintió su corazón ir con velocidad.

Nunca nadie le había preguntado acerca de su poder, por el contrario, al resto de los Dioses les parecía aburrido, mientras ellos dominaban cosas como el océano, la electricidad, el fuego y otras cosas impresionantes, el solo se encargaba de unir humanos solitarios.  

Casi no hablaba con ellos y cuando lo hacía era para recibir regaños por sus descuidos con las flechas.

Asintió emocionado ante la idea de ser escuchado por alguien que no fuese su propia conciencia.

—Tengo dos tipos de flechas, las de oro son para él amor y las de plomo para el odio, normalmente utilizó mas las de oro, porque me gusta que las personas sean felices pero debido a las reglas también debo usar las de plomo, las cuales utilizó con personas malas que no merecen amor en ese momento por sus acciones

—¿Por que nunca recibí ninguna flecha? Digo, al menos de plomo — Jungkook le miro extrañado, como si estuviese procesando bien la información.

—Siempre estoy tirandote flechas Jungkook, desde que entraste al preescolar hasta ahora, pero ninguna logró llegar a ti, hasta ahora — ambos se quedaron en silencio.

En verdad que era raro que Jungkook nunca haya logrado recibir una de las flechas de Cupido y cuando finalmente la tuvo, terminó siendo flechado con el mismísimo Dios del Amor, parecía algo increíble.

—¿Realmente no sabes por qué? — el rubio negó mientras suspiraba.

—También me gustaría saber, durante todos los siglos que llevó uniendo personas, nunca fallé, hasta que llegaste tu — Jungkook también suspiró, siempre deseo saber porque no podía enamorarse, pero ni siquiera el mismo Cupido sabía porque.

—¿Sabes que se siente enamorarse, Seokjin? — aquella pregunta fue algo que no espero.

Era curioso que él mismo Cupido no supiera como se sentía el amor, el hacía que las personas amaran pero nunca experimentó su propio poder en si mismo.

Seokjin nunca se había enamorado al igual que Jeon Jungkook. 

A pesar de acabar con la soledad de las personas, Cupido nunca pudo acabar con su propia soledad.

Hasta ahora.

—No puedo enamorarme Jungkook, es la única regla que tengo — respondió.

Cuando él obtuvo su poder, siempre le dijeron que no debía usar las flechas en si mismo, mas que en los humanos.

Irónicamente, el Dios del Amor no debía enamorarse.

—¿Por que no? — la voz de Jungkook fue suave, como si sintiera tristeza por la situación de Cupido, el sabía lo triste que era no poder amar a alguien, no creía que aquella regla fuese justa.

—No debo hacerlo y es todo lo que se, siempre ha sido así

—Me parece algo incorrecto, solo digo, deberías poder amar a alguien, ¿de que sirve controlar el amor si tu no puedes sentirlo?

Seokjin no supo que decir, nunca pensó de ese modo, el solo se dedicaba a cumplir las reglas sin cuestionar nada, tampoco es como si tuviera permitido reprochar sobre eso.

—Son cosas que no deben ser cuestionadas por los humanos, Jungkook, nosotros solo nos encargamos de hacer cosas por ustedes y ustedes solo deben aceptarlo sin hacer preguntas, así debe funcionar — Jungkook no dijo mas.

No entendía bien las reglas que tenían los dioses pero di debía ser de ese modo, un simple humano como el nombre podía cambiar nada y tal como Seokjin había dicho, solo iba a aceptarlo.

No sabía porque, pero le ponía triste la idea de que Seokjin no pudiera enamorarse, no importaba si era con el o con alguien mas, Cupido también merecía amar.

Un ser tan hermoso como Seokjin debería ser amado.

Jungkook pensó que Seokjin también merecía ser feliz así como hacía felices a otro, Cupido no debería estar tan solitario y carente de afecto.

—¿Entonces nunca te enamoraras de mi? — hubo dolor en su voz.

Su pecho se oprimió con dolor ante su propia pregunta, tal vez la flecha ya comenzaba a afectarlo y lo hacía querer seguir cerca de Seokjin.

Él rubio le miró con pena y lentamente negó con la cabeza.

—Lo siento Jungkook, no debo enamorarme de ti

Por primera vez, Jeon Jungkook sintió lo doloroso que era el rechazo.



***

Segundo capitulo listo, aún estoy nerviosa.

DJP🐰

Stupid Cupid (KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora