A la mañana siguiente Aurora se levantó bastante temprano, algo extraño en ella, y se apresuró a prepararse para el día. Cada año que pasaba en el colegio le parecía más increíble que el anterior y no podía esperar a que comenzará este curso.
Una vez lista se dirigió al gran comedor para tomar el desayuno antes de que iniciarán las clases del día.
La joven bruja se sentó en la mesa de Gryffindor y mientras comía su desayuno escuchó una voz familiar.
-Buenos días - Elisa le dedicó una sonrisa.
Aurora giró felizmente para ver a su amiga, pero antes de tener tiempo para contestar un grupo de niñas abordó a la pelinegra.
-¡Señorita Elisa! ¿Se sentaría con nosotras?- una pequeña de primer año con unos enormes ojos azules la miro suplicante.
-Tenemos algunas preguntas que queremos hacerle- a su lado una morena se sonrojaba mientras hablaba.
-Si no le molesta- se apresuró a añadir una niña de largos cabellos rizados.
-Seguro - les contesto la mayor amablemente y antes de alejarse con ellas miró a su amiga y movió los labios expresando un "nos vemos luego".
Aurora le dedicó una pequeña sonrisa y una mirada de comprensión. Los alumnos de Ravenclaw de cursos menores solían admirar a Elisa y ya que ella era demasiado amable, además de tomarse muy enserio su puesto como prefecta, le costaba trabajo negarse a pasar tiempo con ellos, poco después de tomar asiento Elena y su hermana encontraron un lugar en la mesa de Ravenclaw.
Mientras Aurora seguía comiendo Cas llego a sentarse junto a ella.
-¡Buenos días! - saludó.
-No sé como puedes verte tan bien y tener esa actitud por las mañanas. - Contestó la muchacha con una voz adormilada.
- Es solo por hoy- rió Aurora -sabes que odio levantarme temprano tanto como tu, pero me emociona el primer día.
- Buenos días Aurora- una nueva voz femenina se escuchó en la mesa- Buenos días Cas.
-Buenos días Lily- contestaron ambas al unísono y la recién llegada tomó asiento a lado de su compañera de casa.
Cas y Lily empezaban a comer su avena cuando los amigos de Aurora llegaron a la mesa.
-¿Por qué está ella sentada aquí otra vez?- se quejó Sirius al ver a la rubia en la mesa de Gryffindor.
-Oh Black, eres tan encantador por las mañanas- dijo Cas en tono burlón.
Aurora, James y Peter dejaron escapar algunas risas y Remus dijo:
-Por favor Canuto, al menos dejame disfrutar mi cereal sin escucharlos discutir.
-Además, es nuestra amiga- añadió Aurora.
-¡Hola Remus!- la de ojos azules le dedicó una gran sonrisa a su amigo, el cual le devolvió tanto el saludo como la sonrisa.
Sirius, aún un poco molesto, tomó asiento entre Remus y James, unos minutos después su actitud mejoró bastante cuando comenzaron a hablar del torneo y a discutir cual de los dos merodeadores sería elegido y por que.
-Si yo tuviera que escoger entre alguno de ustedes dos, elegiría a James- comentó Cas mientras seguía desayunando.
-Yo también creo que James...- comenzó Peter.
-Si, si colagusano, todos sabemos que estas enamorado de James y podrías besar el suelo por donde camina- lo interrumpió Sirius- Pero, sin ofender Cornamenta, todos sabemos que yo soy mejor que tu en todo.
-Ya quisieras -contestó su amigo dándole un golpe en el brazo.
-Pues yo me alegro de que ustedes dos no sean las únicas opciones- dijo Lily.
-¡Si!- la apoyo Aurora- habemos muchos alumnos en Hogwarts, quizás incluso el campeón pueda ser una chica.
-Podrían elegir a cualquiera- la de ojos azules alzó los hombros - No son sólo ustedes, habemos muchos magos y brujas bastante capaces en la escuela.
-¿Entonces piensas intentarlo Novack?- El guapo pelinegro sonrió de lado al ver la oportunidad de molestar a su compañera- No creo que la reina de la torpeza tenga oportunidad.
Antes de que siquiera Cas respondiera el ambiente en la mesa se cargo de tensión, todos sabían que cuando Sirius la provocaba, la chica no podía evitar entrar en su juego.
-Descuida Black, no me interesa participar de esto, a diferencia de ti no necesito que me alaben constantemente para sentirme validada- la bruja sonrió ampliamente y Lily río levemente - No tienes que preocuparte por que te robe la fama y fortuna.
-Aquí vamos otra vez -dijo Remus en voz baja, pero antes de que la situación escalera más, Aurora intervino cómo solía tener que hacerlo.
-¡Terminé! - Se puso de pie, levantó a su amiga y la empujó para alejarla de la mesa- vamos, vamos, es hora de ir a clase.
Las dos amigas se encaminaron al salón en el que esa mañana las casas de Gryffindor y Slytherin tendrían la clase de transformaciones, impartida por la profesora Minerva Mcgonagall, jefa de la casa Gryffindor.
Al llegar al aula tan temprano esta se encontraba casi completamente vacía, a excepción de un gato atigrado que reposaba tranquilamente sobre el escritorio.
-Buenos días profesora - saludaron ambas alumnas al unísono, a lo que el felino les dirigió un maullido.
Sus pasos hacían eco mientras se dirigían a la tercera mesa de la fila de la izquierda para tomar asiento.
Las chicas acomodaron sus útiles sobre la mesa mientras platicaban y esperaban a que la clase diera comienzo.
Lily fue la siguiente en llegar y tomo asiento frente a sus amigas uniéndose a la platica sobre las vacaciones de verano y el evento que se aproximaba. Poco después el salón se lleno de estudiantes.
La profesora Mcgonagall dio un salto desde el escritorio y regreso a su forma humana, le dio la bienvenida a los estudiantes y comenzó con su cátedra.
Por suerte, buena o mala, aun no estaba segura, la familia de Cas la había obligado a estudiar magia arduamente años antes de que fuera aceptada en Howarts, así que una buena parte de lo que veían en el curso ella ya lo conocía, por lo que durante algunas clases Cas pasaba el tiempo pensando en nuevos hechizos y encantamientos para divertirse o haciendo dibujos en sus pergaminos.
La clase transcurrió rápidamente, como de costumbre Aurora, Lily y Remus fueron quienes más participaron y gracias a ellos Gryffindor consiguió algunos puntos que les serían útiles para la competencia por la Copa de las casas.
Cuando la clase término, los alumnos se apresuraron a salir del aula para disfrutar del pequeño descanso con el que contaban entre clases.
Mientras Aurora, Lily y Cas se dirigían a la salida, el estómago de esta última produjo un extraño sonido haciendo que sus amigas rieran.
- Es tu culpa por no dejarme terminar de desayunar - se quejó juguetona mirando a Aurora.
- ¡Lo siento! - Contestó la bruja apenada.
- Estas cosas no pasarían si no pelearás siempre con Black - añadió Lily sonriendo.
-¡Te conseguiré algo!- sentenció Aurora.
-No, no, estaba bromeando, no es necesario - se apresuró a decir Cas agitando las manos, pero en ese mismo momento su estómago profirió un nuevo gruñido.
-Vamos- sonrió Aurora tomando de la mano a su amiga y guiandola por el pasillo.
-Te veo en encantamientos Aurora- Lily se despidió agitando la mano- ¡Suerte chicas!Las dos estudiantes caminaron hasta el pasillo exterior en donde se encontraba una pintura de un cuenco de frutas, después de hacerle cosquillas a la pera, esta se río y se transformó en una perilla verde que Aurora giró para entrar.
Cassiopeia y Aurora se habían escabullido en la cocina de Hogwarts en más de una ocasión, ambas brujas eran amantes de la comida por lo que los elfos domésticos del colegio las conocían a la perfección.
- Señorita Jackson, señorita Novack- las saludo alegremente un pequeño elfo en cuanto entraron- las extrañabamos por aquí.
Las brujas saludaron a cada uno de los cocineros y les preguntaron como habían estado durante los pasados meses.
Ambas jóvenes siempre habían sido sumamente amables con los trabajadores de la cocina, por lo que estos apreciaban su compañía y estaban más que felices de regalarles comida.
En alguna ocasión Cas, Aurora, Elena y Elisa habían intentado ayudar a los elfos a preparar la cena, a pesar de que ellos habían dicho que aquel no era trabajo para las jóvenes brujas. Finalmente las chicas habían conseguido que les permitieran hacer unos cuantos panecillos, que si bien no tenían mal sabor no lucían como ningún otro panecillo existente.
La cocina era una habitación gigantesca de techos altos con cinco mesas idénticas a las del Gran Comedor, también puestas en la misma posición, había grandes cantidades de ollas y sartenes apiladas alrededor de las paredes de piedra, en encimeras o estufas, y una gran chimenea de ladrillo en el otro extremo del pasillo de la puerta.
Una simpática elfina les ofreció al par de amigas panques de calabaza y un vaso de leche con un toque de canela y azúcar a cada una, ellas los aceptaron alegremente y escucharon un par de historias de los elfos mientras comían.
-Gracias -dijo Cas- estaba delicioso.
-Gracias- sonrió Aurora - ahora debemos irnos si no queremos llegar tarde a clases.
-Espero que vuelvan a visitarnos pronto- se despidió el mismo elfo que las había recibido.
-Seguro que lo haremos- la pelirroja agitó la mano en despedida y salió de la cocina.
Detrás de su amiga, Cas camino hacia la salida del lugar, pero antes de irse un dulce aroma llegó a sus fosas nasales haciéndola dirigirse hacia una mesita donde un cocinero cortaba en trozos una enorme barra de chocolate.
-¿Puedo tomar un pedazo?- preguntó la bruja sonriendole a la pequeña criatura inmersa en su labor.
-Toma esté- el elfo le devolvió la sonrisa y corto un trozo un poco más grande para ella.
-¡Muchas gracias!- la chica tomó el chocolate alegremente y corrió a alcanzar a su amiga.
Cas llegó a lado de Aurora en unos segundos con el chocolate entre sus dedos índice y pulgar comenzando a derretirse lentamente por el calor que sus manos emanaban.
-Corre, corre- apremio pasando a su compañera.
-¡Cas!- gritó- ¿A dónde vas? ¡Tu clase no es hacia allá!
La Slytherin hizo caso omiso de los gritos y siguió su camino al aula de encantamientos, ella sabía que no faltaba mucho para que su clase de herbología diera comienzo, pero se había propuesto una pequeña misión antes de sus labores académicas.
Cas corrió hasta el tercer piso al aula 2E y, gracias a Merlín, justo la persona a la que buscaba estaba a punto de entrar.
-¡Remus!- gritó la chica provocando que el joven mago se girará a verla justo en el momento en que ella llegaba a su lado- ¡abre la boca!
-¿Cas?- la miro confundido- ¿Pero qué... - La chica metió el trozo de chocolate en su boca antes que él terminará su frase o pudiera reaccionar.
-Sé que esta mañana mi discusión con Black te molesto durante tu desayuno, lo siento- se disculpó la bruja y después chupo de sus dedos los restos de chocolate que habían quedado en ellos.
Lupin ligeramente sonrojado por la inesperada y extraña acción de su amiga término de comer el regalo de disculpas que esta le había traído y dijo:
- Pero no me has molestado- sonrió casi imperceptiblemente- Es solo que me gustaría que no se la pasarán discutiendo, ambos son mis amigos y quisiera poder pasar tiempo con los dos sin que se molesten uno al otro.
-Intentaré no discutir más con él -le dedicó una enorme sonrisa, él era su único amigo además de las chicas y realmente lo apreciaba mucho- Tienes un poco de chocolate en los labios, haz así - Cas paso su lengua sobre su labio inferior intentando mostrarle que parte debía limpiar.
-¿Qué rayos estás haciendo?- justo en ese momento Sirius, quien se había encontrado con Aurora en el camino, apareció a lado de su amigo y al ver el extraño gesto que Cas hacía preguntó - ¿Ya te volviste loca?
-¡Sirius!- la pelirroja lo reprendió y le dio un golpe en el hombro.
Cas respiró profundamente intentando no responderle al recién llegado y después llevó su dedo índice al labio inferior de Remus limpiando las pequeñas manchas y provocando un gran sonrojo en el muchacho.
-¡Ya esta!- dijo feliz lamiendo de su dedo el chocolate- Tengo que ir a clase, los veo después.
Cas salió corriendo hacia los invernaderos dejando atrás a los tres Gryffindor algo sorprendidos y un poco confundidos.
-¿Alguien más cree que eso fue extraño?- pregunto Sirius después de unos segundos.
-Con Cas te acostumbras a lo extraño- Aurora levantó los hombros restándole importancia y se adentró en el aula.
Jamás había visto a su amiga tener esa clase de cercanía con ningún chico, pero sabía que desde hacía un par de años ella y Remus se habían vuelto buenos amigos, y de vez en cuando Cas podía ser un poco afectuosa con aquellos a quienes quería, así que seguro que sería por eso.
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A Hogwarts Story
FanfictionCas, Aurora y Elisa son tres amigas brujas que estudian en Hogwarts durante la época de los merodeadores, en este tiempo se hacen amigas de ellos, viven algunos romances y varias aventuras como el torneo de los tres magos, que los unen más. Cuando s...