Capitulo 4: ¡Carlos Weinberg!

78 7 3
                                    

Me levante y no encontraba mi móvil, ya que me había dormido con el móvil de la mano seguramente se me habría caído o algo, Alba y Lorena no estaban, supongo que estarían abajo desayunando, mire debajo de la cama y coji el móvil, mire la hora era las doce y media, tenía un mensaje de Alex y otro de Manuel.

Manuel:

Hola.. Me pareció muy feo lo que hiciste ayer, ya sé que te acuerdas de Raquel, pero después de todo me perdonaste y seguimos, no sé si te acuerdas, la última vez que nos vimos fue a la salida del colegio el día que te paso lo de quedarte inconsciente, yo estaba con una chica, y por lo que vi pensaste que estaba haciendo algo y en verdad era mi prima, y gracias a que te has acordado de Raquel conmigo eres tope de sosa, y ya vi que cuando te besaste con Alex lo disfrutaste he, en fin, da igual, adiós.

Le conteste con un “Ok.” Y me fui directa a leer el mensaje de Alex, no sé porque, pero me salió una sonrisa enorme en la cara cuando leí “Mensaje de Alex♡”.

Alex:

Buenos días princesa, bueno ahora sí que te doy los buenos días porque son las seis de la mañana, bueno que quería decirte que me encantaría estar allí y verte despertar y ver esa sonrisa tuya que hace que salga el sol, quería hablarte sobre lo de hoy, que quedamos a las cinco en la plaza, iré solo y después te llevo a conocer  a mí amigo, seguro que después de decirte lo de tu sonrisa has sonreído, te imagino y estas tan mona, bueno pues eso que te pongas guapetona, aunque tú siempre lo vas, te espero, adiós

Es verdad que me puse tope de roja al leer lo de que con mi sonrisa sale el sol, de hecho nadie me lo había dicho nunca, es la primera vez que alguien me lo dice, no se si este chico lo estaba haciendo a posta o sin querer, pero me estaba haciendo enamorarme. Baje a desayunar, Lorena y Alba estaban tiradas en el sofá con una manta viendo la tele, ya que no me había escuchado bajar las escaleras les pegue un susto.

-¡Tío, Ainara no nos metas esos sustos!-dijo Alba.

-Jaja os habéis cagado.

-Si si tu ríete que ya veras, esta te la devolvemos.

-Oye chicas, esta tarde he quedado con Alex..

-¡Uooo!-me interrumpieron.

-He tío, dejarme acabar, me va a presentar a un amigo suyo que dice que es muy majo y tal, en fin que no se que ponerme, ¿Me ayudareis?

-¡Esta claro!-dijeron las dos.

Me fui a la cocina, y vi que me había preparado el desayuno, bueno en verdad había sido mi madre, había una nota al lado de la taza de leche.

“Hija, os he dejado la comida preparada, tenemos que ir a Bilbao, estas en buenas manos, tu abuela esta mala, cuidado de lo que haces he cariñete, un besote.”

Bueno después de todo, lo malo ya lo había pasado, me tome el vaso de leche con cola cao y subí a mi habitación a ducharme, cuando salí, eran ya  las dos menos cuarto, así que me puse cualquier cosa para estar en casa y baje a comer con estas tontas. Para comer había macarrones, a Lorena le gustaban mucho, y Alba nunca los había probado, a mí, bueno ya llevaba muchos años comiéndolos y me gustaban, pero no era nada nuevo para mí.

-Ainara.. ¿Qué te vas a hacer en el pelo?-dijo Lorena.

-Mmm.. Pues no lo sé la verdad.

-Podrías alisártelos.-dijo Alba.

-Vale, me ayudáis.

-¡Vale!-dijeron las dos.

Acabamos de comer y fregué los platos mientras ellas recogían la mesa, entre todo se nos había hecho las tres y media, tengo una hora para arreglarme, por suerte ya me había duchado antes de comer, así que solo me tenía que alisar el pelo y vestirme, entre la ayuda de todas, me dio tiempo y al final me puse un vestido de palabra de honor lila, con unos zapatos negros, me pinte la raya de los ojos y coji mi móvil y nos fuimos las tres, ella se separaron de mi a dos manzanas de la plaza. Cuando llegue vi a Alex de fondo con unos vaqueros y una camisa lila también que le quedaba muy bien.

El mundo si está hecho para mi. PARADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora