· El parque de la madrugada | T a e h y u n g F F | ·

viii. "básicamente me recuerda a ti"

- ¿Qué estupideces dices ahora? – Rió.

- Yah, no es una estupidez. – Dije cruzando mis brazos mientras fruncía las cejas.

Taehyung volvió a reírse por mi comportamiento y se quedó observándome sin dejar de sonreír.

- ¿Pasa algo? – Pregunté extrañada mientras me miraba.

Taehyung bajó la mirada y movió la cabeza hacia los lados aún sonriendo y se echó hacia atrás apoyando su espalda contra el sofá cerrando los ojos.

Me quedé en silencio observándole. Se estaba comportando un poco raro pero algo no dejaba de circular por mi cabeza. ¿Qué habrá estado haciendo durante todo el día mientras estaba desaparecido?

- Taehyung.

Contestó con un pequeño ruido sin abrir los ojos ni sin moverse.

- ¿Dónde has estado durante todo el día?

Finalmente abrió los ojos y me miró.

- ¿Por qué?

Le miré sorprendida y confusa a la vez.

- Estaba preocupada, desapareciste de repente en cuanto me desperté.

- Ah... me desperté con dolor de cabeza y después no conseguía dormir, por lo que decidí irme a dar una vuelta. – Dijo mirando al techo.

- ¿Dónde?

- ¿Tan preocupada estabas? – Rió con la intención de molestarme.

- ¡Claro que lo estaba! Llegaste llorando por la noche y después desapareciste... ¿cómo no quieres que me preocupe?

Taehyung dejó salir un suspiro con una pequeña risa.

- Estaba en el parque de la madrugada. – Dijo con un tono calmado mientras me miraba sonriente.

- ¿Parque de la madrugada? – Pregunté confusa.

Taehyung asintió.

- El parque donde solemos ir.

- ¿Se llama así?

- Lo he llamado así.

- ¿Por qué?

- Porque por alguna razón siempre nos encontramos por la noche o por la madrugada en ese parque, y básicamente me recuerda a ti. – Volvió a sonreír mostrando su sonrisa rectangular.

Me quedé mirándole atónita, sin darme cuenta, estaba roja de lo avergonzada que estaba.

- ¿Oh? ¿Tienes fiebre? – Preguntó Taehyung preocupado mientras ponía su mano encima de mi frente.

- ¡E-estoy bien! – Grité apartando su mano de mi cabeza.

- ¿Estás segura? ¡Hasta tus orejas están rojas! No te preocupes Suni, te llevaré a casa. – Dijo tirándome del brazo.

- ¡Estoy bien Taehyung!

- ¡No seas cabezota! – Gritó asustándome.

De pronto se agachó de espaldas a mi pidiéndome que me subieses a su espalda.

- Taehyung... estoy bien, de verdad. – Dije de forma más calmada.

Taehyung se dio la vuelta mirándome, mientras que le sonreía intentando convencerle para que no me llevase a ningún lado.