Por la mañana, el pequeño celeste salió a su instituto dejándole todo el trabajo sucio a Akabane. Claro que a este realmente no le molestaba.
Quedarse con los últimos restos, poder utilizarlos a su antojo y guardar la carne que aún les podría servir para comer y después desechar a la basura lo inservible, era su parte favorita.
Nagisa jamás fue un fan de aquello.
Al dejarse llevar por sus instintos más bajos, sabría que nada bueno pasaría.Simples, —Graves, en realidad.— Actos terminaban dándose en el pórtico de su hogar, usualmente cuando la noche caía.
No tenía miedo, después de todo, Karma había sido su confidente y cómplice los últimos seis años.
Podía contar con él fuera la situación que se diera.Y podría parecer que no poseía el sentido de la vergüenza, tal vez solía dar la imagen de un joven al que le importaba muy poco los problemas por los cuales, los demás estuvieran pasando.
Aunque a veces se preguntaba; ¿Realmente todo aquello, lo que hacía y deseaba, estaba bien?
Grandes dudas sin respuesta recaían en su mente en los peores momentos posibles. Como ahora;
—Escuche que Isogai desapareció ayer, su madre nos comentó que no llegó a casa desde la tarde. Ya ha ido a avisar a la policía.
Nagisa guardo silencio al ver la mirada penetrante de Nakamura. Aquella sería lo dejaba helado, temblando de nervios podría decirse.
—Oh... Yo... No sabía nada sobre eso, es una lástima.— Nagisa rascó su nuca al observar lo tan destrozado que se hallaba Maehara a tan sólo unas bancas de ellos.
Su amante, pareja y amigo de vida había desaparecido sin más, de la noche a la mañana sin explicación razonable.
¿Cómo esperaba que reaccionará si no era de tal forma?
—Hiroto fue el más lastimado ante la noticia. No ha parado de llorar desde que llegó.
Sí, podía observar aquellas lágrimas... Pero, ¿Qué hacer? Lamentarse estaba de más.
De nada serviría darle el pésame aún cuando recuerda el dulce sabor de su sangre todavía colocado al borde de sus labios.
Ya que si, Nagisa seguía saboreando el ahora invisible sabor a muerte.No podía ser tan hijo de puta, acercarse a él y decir un; “Lamentó tu pérdida.” Para después lamer sus labios recordando todo lo vívido anoche...
No... Definitivamente no podía hacer aquello. No estaba tan enfermo.
Así que guardo silenció y su mirada recayó dolorosamente en la pizarra colocada al frente.
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Nagisa Shiota era un pequeño demonio con pinta de ángel.
Un sucio ángel desechado del mismo cielo para caer y ahogarse en su propia miseria, tortuosamente.•
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Por la salida, sus ensoñaciones con respecto a lo que Karma pudiera prepararle una vez que él llegará a su hogar, lo mantenían lo suficientemente sumergido en un inaudito desfile de fantasías grotescas.
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¡Assassin, Assassin, Assassin! [KarmaGisa]
Fanfiction❝No sé de que cuento ha salido. Él es como un príncipe, uno muy dulce en el fondo, pero con un corazón roto. Uno digno de una historia de terror.❞ •Los personajes pertenecen originalmente a Yusei Matsui. •Anime/Manga original; Ass...