12 | Final.

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           Recordando aquel primer día en el que se conocieron, en el que se declararon sus sentimientos...

La primera vez que mataron juntos...

Las peleas que tuvieron, pero que al final lograron sobrepasar...

Las veces en las que fueron considerados tóxicos en su anterior hogar y el cual fue la razón también para huir...

Karma y Nagisa ahora sonreían felices.

¿Y cómo no hacerlo?

Ocho años juntos eran su todo para festejar hasta tarde aquella noche.

Comiendo y disfrutando de la compañía del otro.

Sólo ellos, juntos como una feliz pareja disfrutando de su infierno sin nadie que los criticara.

Como si el mundo que tanto han aterrorizado bajo las sombras no existiera.

Les encantaba.

Muchas veces llegaron a preguntarse; ¿Cuánto durará aquello? ¿Acaso en verdad su felicidad podría ser eterna?

Curiosamente, Karma, para Nagisa aún era un mar de secretos.
Por el contrario, Karma tenía a Nagisa como un libro abierto.

Y si, sin notarlo, ambos tenían tantas diferencias que jamás supieron clasificarlas como tal.

Por eso decidieron estar juntos.

Ya que tan sólo eran almas en busca de un calor y cariño.

Alguien quien supiera entenderlos, a ellos y a su mente tan retorcida, pues sólo deseaban divertirse.

Porque la persona sádica quiere escapar de su sensación de estar atrapada.
Haciendo de alguien más, una parte de si misma.

Cuando anteriormente huyeron, creyeron estar acabados.

Pues prácticamente la policía estaba sobre ellos, no tuvieron mejor idea que ir lejos, lo más que sus piernas les permitiera y comenzar desde cero.

Sus familias no pudieron hacer nada, nunca más.

Pues aquella lamentable noche, fue la misma donde juntos decidieron enloquecer. Así finalmente decidiendo que permanecerían juntos sin importar que.

Aquellos dos asesinos acabaron con las vidas de las segundas personas que más amaban. Sus familias.

Sin embargo, aún eran principiantes, por lo que un error es fácil de cometer.

Pero así mismo, es fácil de arreglar si se es lo suficientemente valiente.

Ahora afortunadamente se encontraban ahí, juntos en la misma mesa tomando un exquisito vino con el auténtico sabor metálico de la sangre.

Con el dulzor y sabor tan jugoso de la carne, no perteneciente a un animal precisamente.

Con las velas que hacían brillar sus rostros satisfechos de una larga y romántica cena en compañía.

Karma lentamente levanta su copa desbordante de aquel fino líquido carmesí propio del vino.

Nagisa hace lo mismo y chocan hasta que un leve estruendo se escucha en la habitación, juntos sonríen.

—Felices ocho años juntos, mi amor.

Akabane dice aquello, posteriormente Shiota asiente y juntos llevan a sus labios el borde de la copa. Dan un sorbo, luego se miran.

Aquellas miradas perdidas en amor jamás han cambiado.
Y es increíble después de todo.

—Aún después de tanto, te sigo amando como la primera vez.— El pequeño celeste es quién toma la palabra.

¡Assassin, Assassin, Assassin! [KarmaGisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora