10 | Sospechas.

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        Dos días después, en la escuela Nagisa escuchaba muchos rumores... Rumores sobre todas las personas anteriormente desaparecidas... Y también sobre la actual;

Asano Gakushuu.

Principalmente, porque él era un buen estudiante.
No se metía con nadie ni mucho menos alguien con él.

Tenía calificaciones buenas, era algo como un prospecto a "Estudiante perfecto" Según algunos.

¿Por qué desaparecía de tal forma?

¿Cuál sería la razón de ello?

Habían muchas especulaciones corriendo por aquel amplió patio lleno de estudiantes.

Sin embargo, ninguno se acercaba a la cruel realidad que opacaba todas y cada una de sus sospechas.

Y Nagisa reía solemnemente por ello.

En su asiento, mirando por la ventana, escuchando los murmullos que también se daban entre clase y clase.

Si tan sólo supieran...

Una pequeña risa salió de sus labios, cerró un momento sus ojos y suspiro altamente.

De repente, su momento de paz fue cortado por la dulce voz de una joven, medianamente más alta que él y de bellas trenzas que claro, odiaba hasta morir.

—Nagisa...

—¿Qué ocurre, Okuda?— El más bajo le miró, sonriendo repulsivamente, pero la joven no lo supo captar.

Ella venía acompañada de una chica más; Nakamura Rio, alta rubia con la cual no tenía mucho contacto y que sólo le veía como un bicho más.

Sin duda también la odiaba, pero más a la pelinegra que sólo había llegado para molestar.

—Veníamos a preguntar... Tú eras un amigo cercano de Asano, ¿Cierto?

El celeste asintió sin dudar.

—Bueno... Pensamos en que tú pudiste haber estado con él la última vez que fue visto, queríamos hacerte algunas preguntas al respecto... Después de todo parecías conocerlo bien.

Ah... Eso era una verdadera molestia para él.

Sin embargo, si se negaba podría levantar sospechas.

Aunque realmente ya lo estuviera haciendo, el ser muy cercano de aquel joven de mirada risueña y ex cabellos naranjas, ya decía mucho.

Era más que obvio que personas vendrían a él tarde o temprano.

—Así es.— Respondió agudo.—. Pero no estuve el día en que él desapareció. Ni siquiera lo vi ese día, fue rápido a su casa debido a un dolor de cabeza.

—Oh... ¿Sólo eso?— Respondió Okuda.

—Sí.

Nagisa ni se inmutó.

La joven pelinegra estaba dispuesta a decir algo más, sin embargo, justo una presencia alta y masculina paso por la puerta principal del aula.

Ella se despidió y volvió a su lugar.

Shiota maldijo para si mismo...

Aquello no estaba bien, comenzaban a sospechar de él, y si seguía diciendo lo primero que llegará a su mente, estaba seguro de que acabaría muy mal.

Pero... Había algo más que servía de obstáculo para su mente racional, y aquello era el odio que sentía por la joven de lentes y apariencia inocente.

Aunque, ¿Por qué tanto odio a su persona si resultaba ser alguien amable y comprensiva?

Pues fácil;
Nagisa la odió desde el primer momento en que la vio acercarse a Karma de forma cariñosa la primera vez que él fue a su escuela.

¡Assassin, Assassin, Assassin! [KarmaGisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora