08 | Criminal.

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          Nagisa se levantó, demostrando cierto dolor en su cadera, pero también, enseñando una hermosa sonrisa de lado a lado.

Karma a su lado lucía igual de bien, pues aún descansaba serenamente. Sin problema alguno.

Luego de la noche anterior, ambos subieron a la habitación, claro, Nagisa siendo cargado pues el dolor realmente había acabado con él.

El celeste miró de nuevo a su ventana, luego al pequeño mueble a un lado y del cajón más alto sacó una caja de pastillas.

Ingirió unas cuantas sin importarle nada más, luego sacó una cajetilla de cigarrillos, donde después de sacar uno y colocarlo en sus labios, calo profundamente.

Realmente nada le importaba.

—Ah... ¿A qué hora despertaste?

Al escuchar aquella cálida voz, Nagisa volteó.

Karma tenía sus ojos entrecerrados mientras aspiraba profundamente el aroma del cigarro.

—No tiene mucho.— Nagisa caló nuevamente un hilillo de humo.—. Menos de diez minutos.

—Entiendo...— El pelirrojo se ocultó entre las sábanas, dispuesto a dormir otro rato.

—Mientras tú duermes yo iré con Asano.— Inquirió el menor.—. Ayer simplemente lo dejamos cuando acabamos, ni quiera vimos su estado.

Claramente sonaba, —Y estaba.— Preocupado.

Después de todo, era una persona medianamente grata para Shiota, sentía que aún había muchas cosas que decirle al pelinaranja, aunque no sabía cuáles exactamente.

Cuando estuvo a punto de levantarse, apagó su cigarrillo y lo tiró, se puso de pie y acomodó sus desgastadas ropas.

Sin embargo, una mano sujetando su muñeca le impidió ir más allá.

—¿Por qué quieres ir a verlo?— Habló Akabane desde debajo de las sábanas.

—¿Qué? Ya te lo dije, es sólo para ir a ver como está.— Contestó el más pequeño, esperando a que Karma lo soltará.

—No, si no voy yo contigo, no tienes permitido ir a verlo.

—Oh, vamos. No es para tanto.

—Sí, sí lo es y punto.

Nagisa sabía muy bien que aquello no era más que una amenaza disfrazada de dulzura.

Si cometía un error, acabaría mal. Pero él quería divertirse, así que se acercó.

Lentamente alzó las sábanas, se metió debajo de ellas hasta quedar frente a frente con Karma.

Poco a poco hizo que ambos labios se juntarán, demostrando un gélido beso bajo aquellas frazadas.

Debajo de la oscuridad en donde a penas unos rayos de luz se podían vislumbrar.

Aquel beso resultó ser uno realmente romántico.

—¿Acaso estás celoso?

Cuando se separaron, el celeste no pudo evitar sonreír con sorna, dándole otro corto beso en el proceso como regalo.

—No digas tonterías. Claro que no lo estoy.

—¿He? ¿En serio? Porque a mí me pareció que sí lo estabas.

—Ya dije que no.

Shiota río de manera socarrona. Esos momentos con Karma eran espléndidos. Como si se tratará de una pareja normal.

Ah... Normal.

¿Qué se supone que significaba esa palabra exactamente?

Hacía tiempo que Nagisa había perdido su definición original, pues él mismo había hecho sus reglas, con sus propias ideas y definiciones.

¿Qué era exactamente?

—Vamos~ Deja de negarlo~

—Nagisa, deja de molestar con eso o harás que me enfade. En serio.

—Haber, quiero verte enojado entonces.— Le reto el celeste, seguro de si mismo y picando su mejilla izquierda con insistencia.

—Ah... De verdad que eres un dolor de cabeza.— Posteriormente, Karma se lanzó contra Nagisa, opacando los rayos del sol y comenzando a besar todo de él, revolviéndose entre las sábanas.

El peliazul había comenzado a reír, pues aquellos besos resultaban ser amables, cariñosos... Hasta inocentes llegó a pensar.

Risas, cariños... Besos castos... Palabras sanas de amor...

Sí, aquello era una pareja normal para muchos.

Una muy feliz que pasaba tan sólo un momento de intimidad sano y seguro...

—¿Quieres saber la verdad?— Karma dejó de besar al menor de repente, llamando su atención y callando su risa.—. En realidad si estoy celoso de que te preocupes tanto por él.

          El día paso básicamente tranquilo hasta que aquella noche, bajaron de nuevo al sótano.

Karma y Nagisa iban tomados de las manos, más felices de lo normal.

Asano realmente no tenía fuerzas ni si quiera para levantar su mirada, pues hacía horas que no había probado alimento alguno.

Simplemente escucho entrar a sus secuestradores y juró que su piel se puso de gallina, tembló débilmente de terror.

Aquella noche, ¿Qué era lo que planeaban hacer con él?

Juraba que en ese entonces, la muerte sería mucho mejor que cualquier cosa a lado de esos dos enfermos mentales. Lo deseaba.

Él ya quería morir.

—Asano...

Escuchó de repente decir a Nagisa, luego fue tomado de sus cabellos y bruscamente su cabeza fue alzada.

Vio aquel rojo tono que lo veía con desprecio.

—Él va a morir muy pronto.— Lo soltó para después darle la espalda y ver a Nagisa.—. ¿Quieres divertirte un poco más con él?

—No... No.— Shiota se vio nervioso.—. Hazlo tú, a mí ya me aburrió, fue divertido, pero ya no es lo que quiero. Subiré a hacer algo de comer mientras tú decides que hacer.— Terminó por suspirar y comenzó a subir las escaleras.

—De acuerdo, ve con tranquilidad cariño. Tampoco tardaré demasiado.

La puerta siendo cerrada se escuchó no mucho después y Karma con malicia sonrió.

En realidad tenía muchas cosas preparadas.

Con una sonrisa tétrica miró a Asano, quién sintió terror al ver su rostro tan amenazante, rebosante de pecado.

Una mirada digna de un demonio.

Karma, sin apuro y lentamente, comenzó a caminar por la habitación hasta llegar a una mesa en una de las esquinas.

Ahí yacía todo tipo de artilugios filosos.

Por lo que, tomando una decisión rápida, tomó las tijeras plateadas que ahí yacían y de nuevo se acercó al pelinaranja.

—Esto es genial... ¿Tienes idea de cuánto espere por esto?— Dijo él, sin recibir respuesta acerco el filo a una de las mejillas de su contrario.—. Esto acabará muy rápido, así que no tienes de que preocuparte. Después de todo no me gustaría que Nagisa escuchara tus gritos.

Seguía igual, Asano no quería hablar con él. Nuevamente escucho la risa de Akabane.

—Dime...— Se acercó a su oído, susurrante fue que comentó y aquellas tijeras bajaron por el pecho de Asano hasta llegar a su miembro.—. ¿Qué te gustaría que cortará primero?

¡Assassin, Assassin, Assassin! [KarmaGisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora