VI

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~II Rosas

-¿Puedes explicarme por qué este chico está sentado contigo?

-Pero claro que puedo. Yo invité a Cuauhtémoc a esta cita, y...

-¿Cómo? ¿Nos invitaste a ambos al mismo lugar y a la misma hora? ¿Nos diste a los dos aquella rosa?

-¿Qué? Explícame por favor Aristóteles, dime lo que está pasando en el nombre de Dios.

-Es que no... Ni yo sé que está pasando.

-Creo que definitivamente no debí venir. Disculpa.

Temo tomó sus cosas y salió del lugar.

-Creo que ese chico se equivocó. Bueno. Sentémonos.

-¿Qué? ¡No! Esto claramente no es algo que Temo no entendió. Y no voy a sentarme, voy a salir a buscarlo. Ahora entiendo por qué la otra rosa desapareció de pronto. Pero claro, le dejé en tu cama y... Todo esto pasó porque simplemente tomaste lo que no era tuyo.

-Yo... Eso simplemente era para mí y...

-¡No! ¡Todo este desastre fue tu culpa! ¡Quien no entiende eres tú! Te dejé bastante claro que contigo no podía haber nada porque simplemente no nos conocíamos. ¿Sabes qué? Esto terminó mal por tu culpa. Agradecería que por favor me des espacio.

Salió corriendo del lugar.

Lo que Carlos hizo fue simplemente romper tres corazones por hacer aquella escena.

Rompió el corazón de Temo, Aris y el suyo.

(...)

-Ese mi Temo, conquistando corazones. ¿Cómo te fue chamaco? Preguntó Candy.

Temo la miró con los ojos llenos de lágrimas.
Corrió y abrazó a su tía.

Temo jamás había mirado a alguien como había comenzado a mirar a Aristóteles. Él jamás había abierto su corazón a una persona, porque jamás había sentido lo que Ari estaba comenzando a hacerle sentir.

Lo que más le sorprendía era sentirse tan mal en tan poco tiempo de conocer a aquel chico al que apenas le había conocido.

-Cuéntaselo a la tía Candy, corazón.

-No, tía Candy. Me va a doler más, y me encantaría hablar contigo usando esté más tranquilo.

-¿Seguro? ¿Ocupas algo mijo?

-No, voy a llamar a Diego, aún es temprano, quizá si hablamos finalmente pueda sacarlo todo y poder hablar con una de mis tías favoritas. Sonrió.

-'Ta Bueno. Ya sabes que cuando necesites a tu Candy Candy aquí va a estar.

-Lo se, Gracias tía Candy.

-Ve, llama al Diegonchas Poponchas y cuéntale.

Temo asintió y salió de la casa López para llamar a su amigo.

Una camioneta llegó a la propiedad y de ahí bajaron varias personas.

-Temo, ¿todo bien?

-Sí, Rebe. ¿Y las calcomanías?

-Están dormidos. Pancho ya los está despertando.

-Hola, Temo. Dijo la mujer sonriendo.

-Qué hay, Moni.

-Te ves algo diferente. ¿Todo bien?

-Debe ser algo del amor, Sirena. Dijo Pepe abrazando a tu esposa.

10 Roses 🌹 AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora