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Y un nuevo dia daba comienzo en la vida del militar que servia para la joven protegida de el.

El se encontraba conduciendo su auto, para dirigirse a recoger a su bella empleadora, la cual suponia que estaria lista a pesar de que apenas ayer se encontraba sobrellevando en proceso etilico.

Mientras conducia, los recuerdos de ella y el haciendo ejercicios y sus diversas actividades en la casa de ella, se hacian presente en su mente.

El recuerdo que mas predominaba en ese momento era el de como ella, habia logrado quitar el trozo de tela sobre su ojo izquierdo dejandolo al descubierto.

Pero lo que mas le desconcertaba era de como su simple tacto sobre su ojo izquierdo en su misma cicatriz, le relajaba hasta el punto de querer sentir el tacto de la piel de ella sobre el.

Nadie habia logrado eso en el soldado, ni inclusive su mas preciada amiga o el diferente roce de las demas mujeres con las que habia dormido para saciar sus deseos.

Cada segundo en el cual, el la habi salvado de caer en su corta lucha, habian quedado grabado en su tacto, conciente de la envidiable figura que ella tenia.

El guarda espaldas, se regaño a si mismo por pensar de una manera indecente sobre su protegida.

Necesito dejar de pensar en la señorita Mitarashi, de esa forma, necesito terminar el trabajo pronto.

Este fue su ultimo pensamiento para concentrarse de nuevo al camino para poder llegar a su destino y poder recoger a su protegida.

Al llegar a la mansion pudo entrar sin problemas luego de la revsion en la entrada.

Pudo entrar sin problemas luego de la corta y breve revison e identificacion de su persona, al entrar pudo observar a su bella protegida la cual, le esperaba en la entrada principal de la casa.

Ella portaba un vestido negro, el cual le llegaba por debajo de la rodilla pero el cual era ceñido a su cuerpo, dando una bella imagen de su poseedora.

Al llegar estacio su auto y procedio a bajarse para abrirle la puerta a ella, aunque esta parte no le agradaba en lo absoluto.

Anko: ya te habias tardado anciano. Comento entrando al auto.

Este procedio a entrar de nuevo al auto y ponerse en marcha para ir de nuevo al salon de estudio de ella y poder comenzar su trabajo.

Anko: muy bien anciano, hoy iremos a recoger a mi socia, a si que sigue esta direccion.

Kakashi: le recuerdo señorita Mitarashi que soy su guarda espladas no choffer.

Anko: vamos anciano, si no lo haces te seguire molestando.

El procedio a tomar la direccion que ella, le habia dado para terminar con ello cuanto antes.

La direccion la cual ella le habia dado, los habia llevado a una zona residencial, no muy lejos de la casa de su empleadora.

El peliblanco estaciono el auto cerca de una casa no muy grande pero que era suficiente para vivir comodamente.

El pudo observar dos autos estacionados frente a la casa, de los cuales conocia uno, por lo cual sabia que el estaba ahi.

Kakashi: supongo que venimos a recoger a la señorita Kurenai.

Anko: exacto eres muy listo anciano, ven vamos a saludar a mi socia.

Kakashi: si le molesta preferio esperarla aqui afuera.

Anko: como quieras anciano.

Ella procedio a entrar a la casa de  su amiga y socia, con una llave que se encontraba escondida en una maceta, entrando en la casa de ella.

El Guardaespaldas (Kakanko)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora