II

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6 mese después

Jungkook

Mi manager logró apartar la plaza para mi debut. Yo tenía mi ropa preparada y el equipo estaba completamente listo.

Había un problema, solo uno. El clima. Como siempre mi maldición de mala suerte me atormentaba en cada paso de mi vida que daba. Ni siquiera debía sorprenderme que una lluvia torrencial decidiera hacer su aparición fuera de temporada, justo en el día por el cual me había preparado por años.

Jalé mi cabello algo frustrado. Crucé la calle para refugiarme en una cafetería. La calefacción estaba encendida y el calor recorrió mi cuerpo cuando entré. La gente platicaba con gusto, ajena al clima tempestuoso. Quizá un café me levante el ánimo. Me formé en la fila para pedir mi café, algo de caramelo me parece una gran solución.

Cuando llegó mi momento de pedir, todo en mi mente se borró. El hermoso chico frente a mí, vestido con una camisa rosa, me observaba fijamente, pero sus ojos evitaban los míos. Su semblante serio, su cabello despeinado y sin brillo, las bolsas moradas que rodeaban sus ojos me hacían cuestionarme sobre él. Pero lo que atraía mi mirada eran sus ojos color avellana que reflejaban un alma desgarrada.

—Bienvenido a MOYS, ¿Qué desea pedir? —su voz robótica y sin un matiz de emoción me alarmo. Estaba tan acostumbrado a la espontaneidad de Jin o la extraña seriedad alegre de Yoongi, pero nada pudo haberme preparado para esto.

—Algo tan dulce como tú, por favor. —mi sangre se manifestó en mis mejillas, estaba más que seguro que mi sonrojo era del color del tomate. A veces necesito tener un filtro. Jin siempre me lo repetía.

La hermosa sonrisa que me mostró por un micro segundo fue suficiente recompensa para mí. Sus ojos habían brillado por ese corto tiempo y algo dentro mío me rogaba por volverlo a intentar.

—Un Latte con caramelo será. —respondió volviendo a su voz mecánica.

Sonreí gustoso. ¿Cómo lo adivinó?

—¿Algo más? —dirigió su mirada a la caja registradora, presionando los botones correspondientes.

—Tú compañía. —alzó su mirada sorprendido, pero aun evitando mis ojos. Definitivamente necesito filtro. —Perdóname. No quería incomodarte.

Le restó importancia con una mano. Escribió algo en la máquina e imprimió el recibo.

—Pague al recibir su bebida. Que tenga un buen día. —indicó haciendo ademán de que pasara al final de la barra con el recibo en mano.

Asentí aún avergonzado.

Cuando llegué ya estaba tanto mi café como una dona glaseada. Revisé mi recibo, solo marcaba el café.

¿Acaso ese hermoso chico me regaló mi postre favorito?

Feliz, entregué mi recibo para que me cobraran. Tomé mis alimentos y me senté en la mesa que estaba cerca a la ventana. Observaría a la responsable de que mi futura carrera como bailarín profesional se viera postergada un día más.

Soplé a mi humeante café. Repentinamente el lugar me pareció bastante relajado. El barullo de la gente fue reemplazado por la suave música de fondo combinada con el sonido de las gotas de lluvia al colisionar con el suelo.

Más allá de mi inconformidad con la madre naturaleza, debo admitir que sus creaciones son algo sin igual. La lluvia, las flores y ahora el chico hermoso que me atendió.

—¡Aquí estas! —chilló la voz de mi gran amigo y manager, Kim Seokjin. —¡Te busqué por todas partes!

Se dejó caer en el asiento frente mío. Su ropa estaba empapada y su cabello escurría gotas.

—Creo que esto es una señal. —murmuré tomando un sorbo de mi café. Delicioso

—No digas esas cosas, eres grandioso en lo que haces Kook. —realizó un circulo con su dedo índice. —Esto solo es una coincidencia.

Me sonrió consoladoramente.

—¡Clima del demonio! —gritó alguien más por la puerta.

Jin levantó las manos.

—¡Aquí Yoongi! — agitó sus manos.

—Juro que si desapareces de esa forma de nuevo, te cortaré los pies. —refunfuñó en cuanto me vio.

—Buen día para ti también Yoongi. —el sarcasmo destilo de mi voz.

—De buenos no tiene nada. —se quejó tomando mi taza y bebiendo un gran trago de mi aún caliente café. —¡Maldita sea! ¡Esta cosa sigue hirviendo!

Una de las razones por las que nunca compartía mi café era esta. Siempre lo tomaba caliente. Muy caliente.

Sonreí burlón y tomé la dona del plato, antes de que alguno de ellos pudiese agarrarla. Era mía. No la compartiría con nadie.

—Reprogramaremos tu debut para mañana. —anunció Jin anotando algo en su teléfono. —Le avisaré a tus padres.

Asentí con un suspiro.

Desvié mi vista al mostrador mientras mis amigos continuaban hablando sobre el debut.

Ahí seguía el hermoso chico, evitando la mirada de un cliente que parecía bastante concentrado en su pedido. Pude notar que sus ojos eludían cualquier superficie reflejante, desde la pieza metálica de la cafetera hasta los ojos de las personas, pero ¿por qué?





Hola!

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Hola!

He aquí el segundo capítulo. Como habrán notado, habrá pequeños saltos en el tiempo, pero no se preocupen, más adelante se explicará cualquier detalle que pudo haber pasado en el transcurso del tiempo. Espero les haya gustado el capítulo.

Por favor no olviden dejar sus preciosos comentarios y votos.

Sin más que decir nos leemos.....

Ara 🐾 🐥🐰

Eisoptrophobia | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora