Eisoptrofobia o Catoptrofobia; es el pánico irracional de verse reflejado en los espejos.
Jimin amaba su reflejo, pero ahora.... todo es diferente.
☆ Historia corta
☆ Algo de drama
☆ Fluff
・Inicio: 20/03/2019
・Terminada: 13/04/2019
Jungkook volvió al día siguiente. Y al día que le siguió. Y al siguiente del siguiente del siguiente.
Hablábamos poco, para ser sincero. Pero cada intercambió de palabras había quedado tatuado en mi memoria con fuego. Este chico era especial y era muy raro que alguien como él se interesara en alguien como yo. Yo no era nada a comparación de él y eso me mantenía algo inquieto.
Esta tarde Jungkook parecía bastante entusiasmado. Daba saltitos detrás de la persona que estaba pidiendo su café de hoy.
Procuré escribir la nota lo más rápido que pude, para así poder saber que era lo que tenía a Jungkook tan hiperactivo.
—Lo logré Jiminnie. —chilló con entusiasmo, mientras yo marcaba en la registradora un frapuccino de latte con caramelo. En las últimas semanas, Jungkook siempre me había dejado elegir su café, alegando que tenía gustos exquisitos y que estaba dispuesto a probar cada café que yo le recomendara. Ese día había vuelto algo más animado a casa, quizá mi función en el mundo era recomendarle cafés a Jungkook.
—¿De qué hablas Jungkook? —pregunté con la mirada clavada en su camisa blanca.
—Una empresa por fin aceptó hacer negocios conmigo. Bueno, mas bien fueron ocho al hilo, pero no importa. ¡¿Te imaginas Jiminnie?!
—Es increíble Jungkook. —como me hubiera gustado sonar con más emoción, pero no me creía merecedor de las emociones.
Jungkook si lo era, él brillaba con luz propia. Era un huracán de emociones, una tras otra, sin dejarte nunca llegar al ojo de su tormenta. Él aprovechaba los sentimientos como jamás había visto a alguien hacer. Todo se veía en la forma en la que bailaba o en la que cantaba, el como se entregaba a la música. Era algo de lo que no me creía digno de admirar, pero había tenido la fortuna de observar de reojo, solo para quedar embelesado por tanta soltura. Libertad.
—Es más que increíble Jiminnie. —se quejó cruzándose de brazos. Seguramente con un puchero plasmado en sus labios.
Sonreí ante su acción. Era increíble ver como mutaba de un hombre increíblemente atractivo a un tierno niño. Mantuve mi mirada puesta en su camisa al entregarle el recibo.
—Gracias, Jiminnie. Espero te puedas unir en cuanto termines de atender a los demás.
Se movió dando más saltitos entusiasmados para recibir su café.
Continué atendiendo a los que estaban formados.
Cuando entregué el último recibo salí de la barra para sentarme en la mesa donde Jungkook se encontraba observando la naturaleza.
Carraspee.
—Perdóname Jiminnie, no te había notado. —es más frecuente para mi de lo que crees Jungkook.
—¿Ya sabes qué empresa elegir? —pregunté girando el vaso desechable de su café.
—Todas son tan geniales. Realmente no lo se, Jin dice que es una decisión muy importante. Yoongi casi le lanza un zapato por "espantarme". —hizo comillas con sus dedos.
—Yo creo que debes elegir la que más llame tu atención, generalmente las decisiones tomadas con el corazón son las mas atinadas. —balbuceé tomando de su café.
Sonrió mostrando su dentadura completa.
—Tienes razón. —tomó las tarjetas de presentación que había colocado en la mesa y las observó fijamente.
Yo aproveché para ver como en tan poco tiempo había cambiado tanto. Su dieta y horas de ejercicio habían rendido sus frutos demasiado pronto. Estaba seguro que las viejitas que se sentaban todos los días a la esquina de la cafetería lo observaban con miradas de honor dudoso.
Bajó las tarjetas al mismo tiempo que evité su mirada.
—Esta. —murmuró colocando la tarjeta de brillantes colores rojos en la mesa.
La observé a detalle. Kim Entertainment. Nunca había escuchado de ella y la curiosidad me llenó, observé los nombres ahí impresos. Kim Namjoon y Kim Taehyung. Había visto a Taehyung en algún momento de mi vida, de eso estaba seguro porque ese chico había venido a MOYS buscando un café de chocolate con menta. Le pregunté su nombre y teléfono para que si en algún momento del futuro llegaba esa variación. Recuerdo que rio y con una sonrisa cuadrada me dio sus datos. Que, por cierto, perdí.
—Me gusta la formalidad de la tarjeta. —opiné sin saber realmente que decir sobre esto.
—Por un futuro lleno de melodías. —brindó con su café, sonreí ante su ocurrencia.
—Salud.
Esto confirmaba una vez más que yo no era merecedor de su presencia, lo disfruté tanto como pude, pero ahora le tocaba a Jungkook extender sus alas y volar hacia la fama. Avanzar en el mundo. Solo era un recordatorio por parte del destino que yo no merecía pasar tanto tiempo con una persona tan increíble como lo era Jungkook. Estaba feliz por él, pero algo dentro de mi reclamaba aquello.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola!
Aquí les dejo el cuarto capítulo. Perdonen la tardanza pero sufrí de un pequeño bloqueo de escritor, donde no tenía la menor idea de como continuar la historia hasta llegar a donde quería. Pero ya lo he aclarado. Jeje.
Espero les haya gustado.
Por favor no olviden dejar sus comentarios preciosos y votos.
PS: Les quiero compartir mi felicidad de que mi historia Hypnophobia (Jikook) ya tiene 1K de lecturas. Se los agradezco un montón.