Eisoptrofobia o Catoptrofobia; es el pánico irracional de verse reflejado en los espejos.
Jimin amaba su reflejo, pero ahora.... todo es diferente.
☆ Historia corta
☆ Algo de drama
☆ Fluff
・Inicio: 20/03/2019
・Terminada: 13/04/2019
—Minnie, soy yo, abre la puerta por favor. —rogó la voz de Jungkook al otro lado.
—¡V-vete! —murmure como pude por las lágrimas que no me dejaban hablar. Mis nudillos sangraban y coloraban la blanquecina pieza de lavamanos.
—Te lo ruego Minnie, abre la puerta. —su voz sonó débil. Casi como si estuviese a punto de llorar.
Es su cumpleaños, me recordé. No puedo hacerle esto. Dubitativo quité el seguro de la puerta, que no había notado que había puesto, con eso entró rápidamente. Pude ver brevemente los semblantes preocupados de Jin y Yoongi, no pude sentirme más avergonzado.
Él me rodeó con sus brazos y me empujó adentro, cerrando la puerta con su pie.
—Nada de lo que sea que te dijeron es verdad. Eres el ser más hermoso y bueno que he conocido. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Minnie. Por favor, no le creas.
Hipé, sujetando con fuerza la camisa de Jungkook, enterré mi rostro en el hueco de su cuello, inhalando su fragancia. Madera con tierra mojada y un toque de caramelo. Delicioso
Pasamos unos minutos así. Él diciéndome cosas bonitas al oído sobando mi espalda mientras yo lloraba como una magdalena contra su cuello. Me separó un poco de donde tenía mi rostro para verme fijamente a los ojos.
Por primera vez en el tiempo que llevaba conociéndolo lo veía a los ojos. Y no me creía de todo lo que me estaba perdiendo. Sus ojos brillaban como dos estrellas en el firmamento. Resplandeciendo en un color verde turquesa, atrapando al observador en un hechizo infalible. Hermosos.
—Eres mucho más de lo que ves en tu reflejo Jimin.
Vi la sinceridad en sus ojos y le creí.
Por primera vez en mi vida le creí a alguien ciegamente.
Entonces sus labios rozaron los míos. Fundiendo unas cuantas de mis neuronas y distrayendo mi mente en un santiamén. Una corriente eléctrica me recorrió completo, haciendo que cerrara los ojos y me acercara en busca de más contacto. Jungkook río antes de volver a pasar sus labios sobre los míos, pero esta vez los presionó suavemente. Eran suaves y dulces. Nunca imaginé que nuestro primer beso sabría a sal y caramelo.
Es más, nunca imagine que le gustara. Él era un Idol, yo solo era el que anotaba los pedidos de una cafetería, nada en especial. Eres más de lo que ves
Sus palabras llenas de sinceridad habían llenado aquel hueco que bien conocía en mi alma. Aquel donde el temor, la ira y la tristeza se notaban en la refracción que veía de mí mismo. Aquellas emociones que me habían controlado por tanto tiempo, aquellas por las cuales había pensado tantas cosas y hecho muchas otras. El recuerdo de hace seis meses como la depresión me había guiado a un camino que jamás habría elegido de haber conocido a Jungkook antes.
Jungkook. Un chico lleno de sueños y esperanzas. Un bello chico de cabello azabache sin filtro alguno. Sus palabras no me regresarían de inmediato mi amor propio, pero me sentía tan reconfortado, seguro y hermoso entre sus brazos, que por primera vez en mucho tiempo, pensé que realmente lo merezco, que puedo llegar a merecer tener a alguien como Jungkook cerca mío.
Mi padre no tenía razón.
Mi ex novio tampoco la tenía.
Jungkook había finalizado la enseñanza incompleta que había dejado mi madre.
"Ámate a ti mismo". Sería difícil, porque ahora lo entendía, pero si como guía tendría los dulces besos de Jungkook, entonces todo iba a salir de maravilla, estaba seguro y confiado.
Nos separamos por falta de aire.
Posó su frente contra la mía, permaneciendo con los ojos cerrados.
—¿Sabes lo que me dijo? —pregunté nervioso.
—Me di una idea. —respondió aun con los ojos cerrados.
—¿Cómo sabes lo del espejo?
—Investigué un poco sobre ello. Eisoptrophobia, miedo irracional a verse reflejado en un espejo. —por un segundo la idea de que se hubiera acercado a mí por lástima llegó a mi mente, pero no, Jungkook no era de esas personas. —Antes de que lo digas, la lástima no tiene nada que ver. Desde que te vi el primer día en la cafetería me gustaste. Ese día sería mi debut, pero por la lluvia no pudo ser. Me ofreciste justo el café que necesitaba y me regalaste mi postre favorito. No necesité más.
Acarició mi nariz con la suya. Sonreí tontamente.
—Llegué a pensar que mi propósito en el mundo era recomendarte cafés. —Jungkook rio.
—Tu propósito en el mundo es estar conmigo y el mío es hacerte feliz. —expuso besando mi nariz. —Tengo un amigo. Hoseok. Él nos podrá ayudar a superar esto.
Asentí no muy convencido.
—Ahora déjame curarte esas manos antes de que se infecten. —sonrió separándose del abrazo
Me guio fuera del baño a la sala. Donde Jin ya nos esperaba con un botiquín y Yoongi con una manta. Jungkook me sentó en el sofá y comenzó a curar mis heridas. Jin y Yoongi mantuvieron una charla amena conmigo. La tarde se pasó volando entre risas, bromas, chistes y anécdotas.
Cuando Jungkook y yo nos quedamos solos, él me llevó a la terraza para que pudiésemos observar las estrellas.
—Perdona por arruinar tu cumpleaños. —hablé después de un largo momento de silencio. —Y por no darte un regalo.
—Claro que lo hiciste. Me regalaste tu sonrisa, tu alegría y un beso. Lo material se esfuma, pero los recuerdos se quedan para siempre.
Me sonrojé y besé su mejilla. Acurrucándome contra él con una sonrisa grabada en mi rostro. Podría acostumbrarme a estar con este muchacho, del cual ahora me siento merecedor.
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Hola!
Solo me faltaría el epílogo para terminar esta historia. Espero poder subirlo hoy.
Por favor no olviden dejar sus hermosos votos y comentarios si es que les gustó el capítulo.
PS: ¿Ya escucharon el nuevo disco? Yo realmente lo amé como todo lo que ellos hacen. ¿Cuál fue su canción preferida? Las mías sin duda son Mikrokosmos y Dionysus.