La melodia de tus manos

¿Cómo suena la angustia?

La tía May debe ser la anciana más genial del universo, cuando mis padres murieron, ella y el tío Ben se hicieron cargo de mi, cuando tuve mi primer corazón roto antes de saber que era el amor, a causa de una chica llamada Michelle, tío Ben y tía May me explicaron por qué lo sentía, estuvieron para mí cuando entré a la preparatoria y conocí a mi primer amor Mary Jane, estuvieron para mí cuando me abandono,cuando el tío Ben falleció yo me derrumbe, pero la tía May no, ella se mantuvo de pie a mi lado y continuó con su vida, estuvo para mí cuando conocí a Gwen Stacy, el amor de mi vida, la mujer más perfecta del universo, y estuvo ahí para mí cuando ella murió en un trágico accidente ... el hecho es que, pase lo que pase, tía May no se derrumba jamás, se mantiene de pie como una roca; todavía hasta hace unos meses, que le detectaron cáncer, ella volteó hacia mí, notó que estaba a punto de llorar y tomó mi mano, después volvió hacia el doctor con una serenidad increíble. "¿Cuál es el siguiente paso entonces?" Preguntó cómo si de una rutina diaria se tratara, hasta el doctor se quedó estupefacto: medicación y quimioterapia, fue lo único que pudo responder. Tía May debe ser la anciana más genial del universo.

Un día regresó de sus clases de cocina, toda emocionada y hasta me atrevería a decir extasiada, había hablado con Al, su mejor amiga, al parecer un conocido de ella acababa de regresar de algún lugar y estaba dando clases de música, "tienes que tomarlas" dijo "te gustará" insistió. Música, no podía encontrar algo más en lo que fuera peor, música, soy un gran estudiante, amo las matemáticas, soy el mejor en química, me esfuerzo en mantener mis calificaciones arriba del promedio, estudio en la universidad estatal, estoy haciendo mis prácticas profesionales, cuido a tía May y ella quiere que tome música... vaya vuelo que se ha dado.

- No lo haré.

- ¿Por qué no?

- Porque no soy bueno en ello.

- Claro que no eres bueno, sólo una vez tomaste clase y fue suficiente para tí, para que decidieras que no eras bueno.

- Tía ¿Es que acaso me quieres alejar?

- Petter, te amo y te agradezco mucho lo que has hecho, pero necesito que salgas, que te puedas desestrezar, que vivas hijo.

- Tía, estoy viviendo; vivo a tu lado y eso me hace felíz ¿O es que acaso no quieres que esté contigo en este momento tan difícil?

-Ay Peter - dijo tía May suspirando mientras se sentaba en el sillón y tomaba el control de la televisión - mañana te recibirá Al en su casa.

- Mañana tienes una cita con el médico.

- Lo sé.

- Entonces si me quieres lejos mientras pasas por esto sola...

Un pequeño silencio se hizo en la habitación, sólo el sonido bajito de la televisión cortaba la atmósfera de tensión que se hizo.

-Dime Peter ¿Cuándo fue la última vez que saliste de fiesta? ¿O con un amigo? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste un café con Ned o Harry? ¿Aún recuerdas cómo divertirte?

- ¿A qué viene todo esto?

- Eres joven, Peter, tienes una vida por delante y ya has pasado por mucho, pero debes aprender a vivir sabiendo que la vida se trata de dolor, sufrimiento, pero también alegría y amor... y además no seguiré permitiendo que continúes tratándome como una anciana decrépita que no se puede valer por sí misma - hacía tiempo que tía May no usaba una voz tan autoritaria y severa - irás a esa cita, aprenderás a tocar piano y con suerte llamarás un día por teléfono diciendo que te quedarás a "dormir" en casa de alguien.

Aquello hizo que me sonrojara bastante, escuchar los deseos de tía May me provocaba conflicto ya que me hacían sentir amado y avergonzado a la vez, tía May volteó a verme y soltó una carcajada.