trece

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Esta wea tiene que ser un sueño.
Esta wea tiene que que ser una puta broma.

Me peñisque inconscientemente el brazo harto rato y, cuando dejé de hacerlo, me quedó una marca rojita.

Miré a la Ignacia y luego al Benjamín.

Tensé mi mandíbula y apreté mis puños, finalmente me enderecé y les cerré la puerta más fuerte que la chucha en toda la cara.

Pa que se sigan comiendo po feos culiaos.

Baje las escaleras como pude y las ganas de pegarle a alguien o romper algo crecían y crecían.

El nudo culiao en la garganta me dolía más que la mierda.

Llegué a la terraza y busqué al Alex.

Apenas lo vi ahí sacando papitas en la mesa, corrí donde él y lo abracé con todas mis fuerzas.

Se tensó y quedo con los brazos abiertos, luego poco a poco fue relajándose y me abrazó con la misma intensidad.

Mi pecho subía y bajaba frenéticamente al mismo tiempo que mi cara se inundaba de lágrimas.

Trataba de acurrucarme lo más que podía en él.

Una mano de él me acariciaba la espalda y la otra tomaba mi cabeza atrayéndome a su cuello.

Luego de estar harto rato en esa posición, toda la pena había salido de mi.

—M-me q-quiero i-ir.—sollocé y como que tenía hipo.

Se despegó de mi y depositó un beso en mi frente. Luego de eso, tomo mi mano y la entrelazo con la suya.

—Tengo que ir a avisarles a mis amigos que me voy.—me miró con penita y yo asentí.

Caminamos por el patio y ahí estaba su grupo de amigos. Todos en su círculo gritando mientras un weón bailaba en el centro.

Esperen, ¿ese es el paso de Fornite?
JAJAJA CONCHETUMARE.

Mientras el Alex se despedía, en ningún momento soltó mi mano.

—Listo, vámonos.

Salimos de la casa y caminamos hacía el auto.

Mientras nos acomodábamos y abrochábamos los cinturones, la puerta de la casa se abrió.

Al tiro me puse el gorro y me encogí para que no me pudiera ver.

El Benja se puso en medio de la calle y empezó a mirar para todas partes.

Se pasó las manos por el pelo nervioso y se sentó en el escalón de la vereda.

El auto se puso en marcha y nos fuimos del peor carrete de mi puta vida.

¿A dónde quieres ir? Hoy, soy tu chófer personal.—habló el Alex mientras miraba concentrado al frente.

Solté una risita tierna y él me miró.

—Estoy hablando en serio, dime.—me miró por unos segundos con su ceja levantada e inmediatamente fijó su vista de nuevo al camino.

Pa webearlo hice como que la estaba pensando.

—Al McDonal's, tengo mucha hambre.

préstame goma, porfa. [CANCELLED] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora