Prólogo

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Durante años ha existido el mal y el bien en el mundo terrenal que conocemos, de tal forma que los que habitan en bien siempre conocen el mal, aprendiendo de lo que los rodea. “miedo”, ese sentimiento que nos ayuda a escapar de lo que nos asusta o nos hace sobrevivir a la adversidad del mundo, aquellos de gran valentía que se entregan al peligro y a la muerte con tal de llevar la paz a todos, mundos mágicos, visiones y grandes aventuras que rodean nuestra mente con sólo decir “Aventura Mística” pero durante muchas aventuras siempre hay lo que llamamos mortalidad, de lo que nadie escapa en un mundo de peligro inminente.

Esta historia se desarrolla durante los siglos X y XII en el mítico reino de Astralon donde existían 4 mundos espirituales que habían sido llevados al extremo de la debilidad espiritual y moral, en la que un solo héroe podía salvarlos del mal que había en el mundo, llevando al límite cada uno de los poderes naturales que existen…

Marco Balsano, antiguo guerrero de Astralon pudo destruir años atrás a una bestia que atacaba y destruía cada una de estas tierras espirituales, durante años la paz pudo reinar en Astralon sin importar que, debido a las circunstancias quedaron muchos heridos, destrucciones y una que otra aldea devastada, cosechas y montones de ganado fueron arrebatados a los cultivadores y a los granjeros, destruyendo y acabando con la esperanza de vida de todo el pueblo. Poco a poco el reino fue ganando fuerza y guerreros de más valor que, aunque muchos murieron en batalla se denotaba el coraje de estos, el pasado se había dejado y el mundo había dicho adiós al miedo, lo que no supieron es que el miedo iba a volver en gran magnitud…

                          *             *               *
Era de mañana y el Rey estaba levantándose para ir a comer, su camarera le había servido un postre junto a varios tipos de homelettes, un vaso de vino y uvas, al terminar, el Rey se vistió y fue a la sala real a conversar con sus tenientes. Caminando lento, iba con los ojos entreabiertos a través del pasillo, pensativo, y con lentitud abrió la puerta de la sala hasta toparse con varias personas que lo estaban esperando.

- Buenos días, su majestad – Dijo un hombre bien vestido que le esperaba con unos documentos firmados por la Corte principal de Astralon.

- ¿Ya de mañana me están esperando? Que amable de su parte…

- ¿Podría sentarse un momento? Necesitamos conversar algo muy importante.

- ¿Que acaso que lo que siempre hablamos no tiene importancia alguna? – El Rey dijo con sarcasmo mientras movía la silla para sentarse

– Ah… Entonces, ¿Qué hablaremos hoy?

- Señor, tenemos varios informes de equipos de vigilancia a los alrededores de Rahniek, y Torklah, han estado observando sucesos irregulares durante esta semana…

- ¿Como cuáles? - Todos en la sala se miraron con dudas y preocupación, mientras que el Rey solo se limitaba a preocuparse por las caras que mostraban estas personas

- … ¡¿Y entonces no van a hablar?!

- Es que… Durante esta semana los grupos de vigilancia... Detectaron que el bosque junto con el pantano y los alrededores estaban siendo… Debilitados.

- ¿Mmm?... Sigue hablando

- Flores marchitas, arboles rotos o incluso corruptos, ya no se encuentra la fauna que solía haber en Astralon, el pantano en peores condiciones de la que existían, bestias gigantes como reptiles atacando a todo el que pase, ya ha habido varias muertes incluyendo una tormenta eléctrica que destruyó gran parte de la estructura del volcán…

- En… ¿En serio? – Al Rey le temblaban las manos y miraba a todos lados con preocupación…

- No quiero pensar que es…

- Sí, señor… Lo que suponemos que podría ser es que la B… - El Rey lo interrumpió

- ¡NO! ¿Cómo puede ser posible? ¡Si Balsano pudo acabar con esa cosa hace más de 20 años!

- Es que no…

- ¡Es que nada!.... - El Rey demostraba preocupación y salió de la sala hasta buscar varios documentos y encontró una carta de Marco Balsano, la leyó, después él cerró la carta fue corriendo hasta la sala de la cual se había ido, mirando a todos con cara de alegría.

- No se desesperen… Ya sé que podremos hacer en estas situaciones…

- ¿Qué, señor? ¡No tenemos al Señor Balsano, todas nuestras posibilidades de supervivencia están por debajo de 0!

- Claro que sí… Manda el equipo de búsqueda especial a encontrar a… Juan Balsano.

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