Pantano

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Cumpliéndose exactamente las 18 horas de la tarde, el sol empezó a ponerse, la oscuridad azotaba el pantano, ningún sonido merodeaba por el área. Sin embargo, el fétido olor del pantano persistía, los árboles caían y se volvían negros debido a la energía oscura. Las plantas ya no seguían en pie, y la estructura del suelo empezaba a desmoronarse. Todo esto era el inicio de la destrucción.

Los dos grupos estaban formados, Juan y Jaymher, Jexhel y Kimpelah. Cada uno de ellos posicionada esperando a alguna actividad de las bestias oscuras.

- Juan – Dijo Jaymher en silencio

- ¿Qué? – Susurró Juan.

- Esto es algo nuevo para ti, así que la protección es lo primero ¿Cargas la moneda de Yurheid?

Juan reaccionó, miró uno de los saquillos de su chaqueta y la encontró, aliviado, pudo añadir:

- Esto nos será muy importante.

La oscuridad seguía azotando el lugar, todo era silencio, la tierra seguía agrietándose, hasta que un pequeño temblor en el área quitó la serenidad que había. El suelo se partió en dos, abrió un camino hacia una sombría cueva, de ahí salieron varias bestias oscuras las cuales empezaron a mirar a todos lados y olfateando todo el lugar, los demás simplemente no movían ni un músculo ni respiraban.

Las bestias oscuras mantenían su actitud, rondando y caminando por doquier, un pequeño conejo saltó inesperadamente por el bosque buscando comida, la bestia oscura saltó inmediatamente a engullírselo de un mordisco, las demás bestias peleaban por tomar el mismo conejo.

- No son bestias, son animales despiadados – Pensó Jexhel.

Terminando de tragar el conejo, una bestia oscura entró rápidamente hacia la caverna y se cerró una de las tantas grietas que había. Varias bestias oscuras despejaron el lugar rápidamente. Los demás aprovecharon que se habían ido las bestias para empezar a hablar.

- ¿Por qué se fue? – Dijo Juan

- ¡¿Qué voy a saber yo?!

- Quédate aquí, yo iré hasta el árbol de Jexhel y Kimpelah

- Sí, claro. – Dijo Jaymher sarcástico.

Juan tomó una de las ramas del árbol siguiente y se impulsó rama por rama hasta llegar al otro lado del conjunto de árboles, Jaymher sólo observaba con amargura cómo llegó esplendorosamente Juan hasta el otro lugar mientras hablaba con los demás.

Ira, resentimiento, pero el orgullo seguía dentro de Jaymher.

- ¿Qué haces, Juan? ¡Vuelve a tu posición! – Dijo Jexhel.

- Tranquilo, no pasará nada, simplemente tengo una idea, cuando vaya alguna bestia oscura a entrar a la caverna ataquemos inmediatamente, al parecer solamente entran las bestias oscuras, tomemos un cuerpo de alguna de ellas antes de que se desintegre y entremos por esa caverna.

- Habrá demasiados en cuanto la ataquemos, simplemente esperemos a mi señal y...

- No, esperemos a que venga cualquier bestia y déjenmelo a mí. – Dijo mientras se iba del lugar con descaro.

Juan volvió habilidosamente hasta reunirse con Jaymher, tomó una liana junto con una de las trampas de osos que guardaba Jaymher y la amarró a una de las ramas del árbol.

- ¿Qué planeas ahora?

- Sólo espera, Jaymher. Cuando dé la señal me tienes que seguir y ponerte detrás de mí.

- ¿Qué? No...

- Agh, ¿tú también te pondrás arrogante?

- Para nada, pero es tonto lo que dices.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2019 ⏰

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