Cap.2 Aquella noche en la ciudad.

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-¿Por qué no llegaste a dormir?-le pregunto mirándolo a los ojos-¿Donde estabas?- le pregunto su padre.

Pierce no dijo nada, se sentó, lo veía con miedo y preocupación.....

- Esta bien, si no te gusta vivir aquí- lo tomo del hombro y le propinó una bofetada-ya estoy harto de tus mierdas, ya llevas meses haciendo esto-

-¿Que quieres que haga? estaba trabajando-contesto Pierce enojado y con la voz quebrada.

-¿Trabajar?, mira cómo estás sucio y mojado, estás metiendote tus porquerías de nuevo, pero ahora.....- lo sujeta del hombro de nuevo, violentamente lo lleva hasta la puerta y lo saca de un empujón- veraz lo duro que es la vida, encárgate,
!veras si te sobra para respirar¡.-

Cerró la puerta en su cara...

En completo silencio, se dio la vuelta. Sin suerte y echado a violentamente de su casa, caminaba sin siquiera saber su rumbo;
la decepción más humillante y dolorosa es cuando se la da uno mismo, no solo es reconocer el error, es lidiar con ello, cuando no sabes siquiera que responderte.....
Ya no era el Pierce de hace 2 años,

-¿En qué cambiaste?- se preguntó a sí mismo mientras las gotas escurrían de su cachete- tu no eras así-

Tomo de su bolso un cigarrillo, la luz del encendedor iluminó sus ojos llorosos, había caminado durante horas; el sol quería cambiar de país y la luna lo apresuraba, un hermoso cielo naranja adornaba su dolor, el sol tan enorme y terco quería quedarse, y el caminando hacia la nada, echando humo por la boca, le quería contar su tristeza pero no sabía si le interesase.
Las estrellas dejaban apreciar su nostálgica luz entre las nubes, con la mirada al frente, el cigarrillo está por la mitad, quedaba mucha vida, con una mueca de asco aventó el sobrante para luego pisarlo....
- Has cambiado mucho - se repetía constantemente
Platicando consigo mismo llegó a la conclusión:
"Que gracias a, no a podido llegar a qué"
Nos descubrimos el lado que juramos jamás ser y Pierce estaba entrando en esa fase.
Enojado golpeó con fuerza el foco trasero de un auto estacionado, vaya sorpresa que se dio, cuando aquel carro, avanzó e impacto otro con mucha fuerza, estaba a 6 metros, las alarmas comenzaron a sonar, el último departamento de la calle encendió su luz.
Era cuestión de segundos para que el dueño del auto salga, toda la gente viéndolo,impactados por lo que acaban de presenciar;
desesperado corrió lejos lo más rápido que pudo, era raro, se sentía como nuevo, no pudo evitar sonreír, no sentía cansancio, sentía que podía dar mas, comenzó a acelerar y alcanzó los 60 kilómetros por hora, una velocidad sobrehumana , no creía lo que estaba pasando, por primera vez se sentía vivo, llego al punto máximo de euforia, la emoción se apoderó de sus pies....
el fin del camino se acercaba, enfrente de el una zanja de desagüe de 2 metros de largo, el no se iba a detener....
Llego al borde, con todas sus fuerzas salto, sus pies se separaron del suelo y se elevó 25 metros en el aire....
La caída sería dolorosa, con la fuerza concentrada en las rodillas, impacto el suelo, se logro estabilizar y se detuvo, no entendía que acaba de pasar. Observó detenidamente sus manos, vio sus venas empezar a tornarse verdes y luminosas....
Temeroso las metió en los bolsillos de su pantalón, esto tenía que contarlo,
En ese momento solo pensó en una única persona....
Estregan, su mejor amigo. Lo conocía desde el kinder el y más que nadie lo comprendería.

2:00 am

Llego hasta su casa , una calle privada llamada «Kardo Roizze», el guardia de la caseta se encontraba dormido, no tuvo problemas para entrar, se acercó a la casa viendo la habitación de Estregan.
Se acomodó la chaqueta y tocó el timbre.
No escuchaba nada, para asegurarse presionó de nuevo y una voz enojada que provenía de la casa se escuchó:
-!Voy¡-
El cerrojo gira y se abre la puerta;
-¿Pierce?, que carajo... Son las 2:11 am- Estregan
-si lo siento por no avisar- se rasca la cabeza-tengo que contarte algo que me pasó hermano, este día a está muy loco, ya nosé que es real y que no lo es- Pierce
-¿De que hablas?- dice Estregan mientras frunze el ceño
-¿Puedo?- le señala el interior de la casa- hace mucho frío- Pierce

LA QUINTA ESPINA DEL CACTUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora