Cap.5 Acepto los terminos.

21 1 0
                                    

NARRADOR:
Convencer a una persona requiere, perseverancia y constancia.
Los argumentos firmes ante cualquier duda y una fuerza de voluntad grande.

Se truena los dedos y sujeta un lapicero, rápidamente dibuja un cuadrado, mal echo color negro.
Le da un trago a su café, sin azúcar, así es como le gusta, Alison a un lado atenta lo escucha mientras come un sándwich, pero no despega la mirada, Estregan sigue sus dedos con la mirada mientras analiza las posibles consecuencias.
Interfiere:
—El banco de la ciudad está reforzado al máximo, tiene una bóveda con paredes de 15 centímetros de grosor, ¿Como lograremos burlar la cerradura?—
Pierce le contesta muy seguro:
—no necesitamos burlarla, cuando la podemos trozar con nuestras manos—

—tiene razón cariño, si puede arrastrar un auto con solo un pie que no harán con sus dos manos—dijo Alison

(Recomendación:
«Queen- Another One Bites The Dust»
0:00-3:42)

Se pusieron de pie:

—!Yo pago¡ - Estregan busca efectivo en el bolsillo y lo deja en la mesa - manos a la obra—

Se encontraban en un restaurante enfrente del banco de la ciudad, antes del asalto debían asegurarse de no robarle a las personas incorrectas, conocerlo por dentro y contar los guardias de seguridad.

Caminaron juntos hasta la entrada, Pierce enmedio, abrió la puerta, la brisa fresca de los 20° C por el aire acondicionado no le impidió derramar esas gotas de sudor frío por el nerviosismo.
A su izquierda un seguridad, con chaleco antibalas, cargaba una escopeta SPAS-12 semiautomática, con un disparo podría abrirte un hoyo en el pecho, sus lentes impedían ver dónde dirigía la vista, se encontraba firme, a un lado las ventanas de vidrio templado.
Gente molesta, gente triste, hablando con los asesores, gente inerte, con el rostro y el reflejo de sus ojos el signo de dinero, sentada en sus asientos, frente a los ordenadores condenando a los endeudados.
Discordia y estrés estaban por todos lados....
Se abrían paso frente toda esa salvaje burocracia, un hombre con traje a la medida en el fondo se acerca a ellos y les pregunta:

—¿En que los podemos ayudar?—

Pierce responde improvisadamente:

—asesoría, quiero abrir una cuenta de ahorro e inversión—

El hombre sonrió, lo saludo y se presentó:

—Hola soy el Sr. Jerome Arnolf para servirle, tiene suerte en este momento yo puedo guiarlo a tomar la mejor desición de su vida, vamos a mi oficina.—

Pierce se voltea y les murmulla rápidamente:

—Ire a hablar esperenme aquí, busquen todas las
cámaras y guardias—
Estregan asintió con la cabeza....
Jerome lo llevo a su oficina,
En el segundo piso, subiendo las escaleras, vio la compuerta que tenía escaleras daban directo al techo.

El interesado le abrió la puerta y le dijo en un tono amable:

—Tome asiento, ¿Algo de tomar?—

Pierce se sentó, observó la oficina:

—no gracias,que lugar tan elegante—

—Asi es señor, por cierto no me dijo su nombre—

—o si disculpe me llamo Pierce—

—claro señor Pierce, como vera con nuestros inversores tenemos un trato especial, siempre estamos a la alza así que usted difícilmente perderá ganancia—

Al usar "difícilmente" declaró que había posibilidad, la sonrisa de aquel hombre escondía el engaño tras una deslumbrante dentadura blanca y rostro confiable.

LA QUINTA ESPINA DEL CACTUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora