Estábamos en una playa, completamente empapados, habíamos nadado tal vez un par de kilómetros hasta la playa, y yo solo podía pensar que nada me había gustado más que saltar de aquel avión, claro que pude morir pero eso fue lo que más me gusto de dicha experiencia, la adrenalina, como me dio un vuelco el estómago y lo viva que me sentía.
Matt llego con unos cocos, el siempre siendo absurdamente servicial.
Estaban deliciosos, eran unas bebidas con alcohol y creo que eso mejoro toda la sustancia.
- Así que ¿debo invitarte al cine o a comer? Que prefieres una película de terror o comida italiana?– pregunto sorbiendo del coco
- Matt, no me digas que me vas invitar a ver una película de terror para poder coger mi mano y abrazarme – me reí – no seas cliché – continúe riéndome – obviamente prefiero la comida.
- ¿Cómo descubriste mis planes? – se rió – ya pregunte estamos en Veracruz, México.
- Mira el lado positivo al menos estamos en México –mi tono era muy entusiasta
- Hay aproximadamente más de 2.500 kilómetros – hizo una pausa y respiro hondo – deje el celular en el avión y todo el dinero que tengo está completamente empapado – saco su billetera del bolsillo izquierdo del pantalón.
- Puedes poner los billetes a el sol, claro existe el riesgo de que se vuelen – espere que se riera, no lo hizo – bueno y si tu dinero esta mojado que, ¿con que dinero compraste esto? –levante un poco el coco.
- Aprendí de tus técnicas primor – su tono sarcástico, eso era nuevo en el.
- El señor perfección robo un par de cocos, deberían darte la pena de muerte, que delito tan atroz.
- Bueno, que te puedo decir, la vida es de riesgos ¿o no Sarah?
Ahora hace bromas, él es toda una cajita de sorpresas.
- Vives la vida al límite deberías calmarte un poco Matt – pegue una carcajada y el también
- Bueno nadie se compara contigo.
- ¿Qué pretendes decir? – la conversación se tornó extrañamente más seria.
- Pues bueno robaste ropa, un carro y yo unos simples cocos – me quito la mira y luego soltó lo que quería decir – y mataste a sangre fría un hombre que te acababa de decir que te amaba. Recuérdame nunca enamorarme de ti – bebió de su coco con la mirada fija en el horizonte.
Yo solo quería arrancarle la cabeza o tal vez meterle su estúpido coco por donde no le llegaba la luz del sol. En realidad debía ser tan imbécil, pensé que él iba a ser diferente, él era amable, claro que no era amable porque yo le importara particularmente, era amable por el uso que me podría dar.
- ¿No lo querías ni un poco? – pregunto, aun no me miraba a los ojos.
- ¿Es una pregunta laboral o una pregunta curiosa? – solo quería retardar mi respuesta y desviar un poco el tema.
- Curiosa a decir verdad, tengo curiosidad por ti desde que me asignaron este caso, desde que me asignaron a ti – el coco ya se le estaba subiendo a la cabeza.
- No hay nada curioso en mi – trate de que mi tono fuera neutro –una niña loca escapa de casa cuando sus padres mueren, dura años en la calle, un día da un mal giro en una cuadra, termina con los Scorpions, pasa como objeto 4 años de su vida, decide huir y termina aquí, sentada en una playa con un extraño bebiendo un coco.
- Ey! No soy un extraño – él estaba serio.
Por fin habíamos cambiado de tema, logre mi cometido.
- Si lo eres, no sé nada de ti más allá que tu nombre es Matt y que trabajas con los OMEGAS
- ¿Qué quieres saber?
Lleve la conversación por donde yo quería y él ni se había dado cuenta.
- Nombre completo; estatura; comida favorita; ¿tienes novia o novio? – me miro chistoso – ¿de donde eres?; ¿cómo se llaman tus padres? Esas cosas básicas.
- ¿También quieres mi tipo de sangre? – sonó divertido – mi nombre completo es confidencial, solo estoy autorizado a decirte mi primer nombre
<< Perro faldero, siempre siguiendo órdenes. Aburridooo.>> pensé
- Mido 1.90 ¿y tú cuánto, 1.40? – le pegue un puño en el brazo
- Para tu información mido 1.65, estatura promedio para una mujer latina
- Amo la comida italiana, soy de Brasil – continuo.
No pensé que fuera de Brasil como yo y se saltó la pregunta de si tenía novia o novio, sospechoso.
- Sé que insinúas, crees que oculto algo verdad, no, no tengo novia, ni novio, ni esposa, ni siquiera tengo mascota, por cierto soy heterosexual, por si te interesa – me reí – y tú por lo que veo tampoco tienes una relación, lo mataste hace unos días. Vaya forma de terminar Sarah.
- Te diré tres cosas: uno no me interesa si eres heterosexual, homosexual o asexual, no me metería contigo – si como me iba a meter con un moreno de 1.90, con ojos verdes de infarto, unos brazos fuertes y una imprudencia inconmensurable- dos Ethan no era mi pareja o novio, él era mi "dueño" y tres me quiero ir de aquí, ¿no que era un camino largo?, ¿andando no?
Me levante de la arena y camine indigna, hasta que el me grito << Sarah cuidado, detrás de ti>> vi a un hombre enfrente y a Matt a la lejanía corriendo hacia nosotros.
Aquel hombre me puso una cosa negra en la cabeza, no podía ver nada y solo me cargo como un bulto de papa, me amarro las manos rápidamente con cinta
Escuchaba a matt gritando:
- Sarah, Sarah!
Hacia pausas
- Sarah te encontrare...
Me lanzaron a un lugar y como lo intuía era el baúl de un carro.

ESTÁS LEYENDO
Sarah.
DiversosJamás había sentido tal excitación, tal éxtasis de placer al ver que jamás esperó mi traición y que ahora solo espera que lo ayude como lo hice antes, como lo hacía siempre; pero quien fui, ya no está, no queda ni la sombra del indefenso cordero que...