Por Ti Me Vuelvo Demonio. •TaeHwi•

Capítulo 9

- ¡Mira a quien te traje!
Volteé a la puerta de mi habitación y ahí estaba mi hermano pequeño con Pandi en sus manos.

- Oh, que bien.
Devolví mi mirada a la alianza partida en dos que tenía en mis manos.
- ¿Hasta cuando vas a estar así Hwi?
Mi hermano suspiro y me miro molesto.
Ojalá lo supiera.
Desde hacía tanto tiempo que sentía que mi alma había sido arrancada de mí, vivía solo mecánicamente.

- ¿En donde lo encontraste?
Trate de cambiar el tema y tenía suerte pues casi siempre funcionaba.

- Estaba encerrado en la habitación de Padre ¿puedes creerlo?
Claro que sí, Padre aún tenía la esperanza después de tanto tiempo, de que si alejaba todas las cosas que me recordarán a él, entonces yo lograría olvidarlo por completo. ¡Que iluso!

- Es bueno que Pandi este bien.

- Tae, Zuho vino a hablar conmigo y...

- ¡Mira está linda marca! ¿Es nueva? No se la había visto.
Dije mientras acariciaba el lomo blanco de pandi.

- Y me dijo un par de cosas que me dejaron pensando...

- Creo que esta mudando, lo noto diferente.
Intente con todas mis fuerzas ignorar sus palabras, pero no pude evitar que mi traicionero corazón comenzará a saltar enloquecido.

- Dijo que haría que las cosas se aclararían ¿no es eso genial?
Mi boca se seco, no sabía que pensar, quería suponer muchas cosas pero sabía que si me daba el lujo de creer, terminaría haciéndome daño de nuevo.

- Creo que deberíamos cepillarlo, además se ve hambriento y...

- ¡HWIYOUNG, REACCIONA! ¿No te das cuenta que ya no soy un niño? No puedes engañarme más. - mi hermano tomo mis hombros y me sacudió violentamente. - ¿No te das cuenta que te necesito? Tengo muchas dudas y muchas cosas por contarte, pero estás tan encerrado en ti mismo que no te das cuenta.
Mis ojos ardían pues sumado a todo también había perdido la capacidad de poder llorar, como si ya hubiese cubierto mi cuota de llanto por toda la eternidad. Solté a Pandi que salio huyendo despavorido y me abracé a mi pequeño hermano con fuerza, como si de alguna manera el fuera él lo que me mantenía aún de pie.

- Lo siento Chani, lo siento mucho.
Estoy aquí hermanito, estoy aquí.

- ¡No, no lo estás! ¿No te das cuenta?
Sólo vives por vivir, pero eres tan egoísta que no lo ves.
Eso era el colmo ¿yo egoísta? No le había dicho a nadie de mi sufrimiento para no involucrarlos ni molestarlos ¿y soy egoísta? Me separe con furia de él tanto que casi cae, me levante y comencé a moverme inquieto.

- ¿Qué quieres de mi Chani? ¡¿Que me arranque el corazón para que veas lo roto que está?! ¡¿Qué me desangre hasta morir?!