Por Ti Me Vuelvo Demonio. •TaeHwi•

Capítulo 3

- ¿Hasta cuándo dejarás de comportarte como un niño?

-Padre solo he salido por un momento.
Dije tratando de que me comprendiera, pero como siempre fue en vano.

-Tú no comprendes el gran compromiso que es ser un ángel guardian ¿Verdad? ¡¿No sabes que mientras tú andas jugueteando con esa escoria infernal, un humano podría morir sin tú cuidado?!
Bien eso era un exageración, un humano podría lastimarse o enfermarse sin mi cuidado, pero no morir.
Jae jamás permitiría que eso pasara.
-Solo fue un momento, además yo soy tú hijo no tú esclavo.
Un segundo me basto para procesar que en realidad lo dije en voz alta, ya era demasiado tarde.

-¡Basta ya! ¿Crees que no estoy enterado de todos estos años que has bajado al infierno a ver a esos demonios? No soy estupido y ya estoy tan cansado de tu insensatez, tan cansado de tu rebeldía y de que arrastres a Chani a tus tonterías.
Tomo mi brazo y lo apretó con enojo, inmediatamente comenzó a jalarme detrás de él.
Tuve prácticamente que correr para no caer y tener que ser llevado a rastras.
-Ningún hijo mío va a ser un rebelde como esos demonios buenos para nada, así que desde hoy tienes prohibido acercarte a esa escoria que tienes como amigo.

-Padre Tae no ha hecho nada, él me trata bien, él es bueno.
Sus largas zancadas pararon tan inadvertidamente que mi nariz casi se rompe al ser golpeada con su hombro.

-Hwiyong... -se detuvo como si estuviera esperando verme crecer una segunda cabeza o simplemente evaluando si de verdad yo era tan rematadamente estúpido como para creer mis propias palabras. -Los demonios no son buenos, jamás lo han sido ni lo serán, ¡¿Acaso debo recordarte quiénes mataron a tu madre?!
Claro que lo recordaba, él no me permitía olvidarlo pues se dedicaba a recordarmelo cada que tuviera ocasión.
A veces pensaba que él me culpaba por su muerte.
Pero eso no tenía sentido, yo solo era un niño.

-¡Los demonios no son amigos de los ángeles, es antinatural! Ellos son monstruos y corrompen e intoxican todo lo que tocan, no hay nada bueno en ellos.
Su rabia era tan intensa que me asusto por un momento.
Pero aun asi hubiese protestado y defendido a Tae, puesto que el no era nada de lo que Padre había dicho.
Pero su arrastre se retomó hasta llegar al final del pasillo, frente a una puerta a la que jamas había entrado.
-Y si de mí depende que esta estupidez tuya termine y comiences a comportarte como un verdadero hijo mío, entonces lo haré, así tenga que encerrarte para siempre ¡Ya lo he hecho una vez y lo haré mil veces más si es necesario!