Querida Juls:
Han pasado ya tres días desde que te ví por primera vez y desde que te envié la carta, aún no he vuelto a verte ni he recibido una respuesta.
Me pregunto, ¿Cómo has estado?
Si me lo preguntarás a mí, bueno: mi vida ha estado igual de normal que siempre. Despertar temprano, ir a la universidad, luego a trabajar, estudiar en las noches e ir a la cama antes de la madrugada.
Vivo en un departamento increíblemente pequeño, el cual parece un pequeño horno durante este verano, pero supongo que es lo mejor que se puede conseguir cuando trabajas medio tiempo en una tienda de helados y recibes una pensión mensual de tu padre.He pensado mucho en ti últimamente, aunque aveces me preguntó si tú me recuerdas.
Te ví de nuevo hoy en el trabajo, por suerte, más temprano que la última vez."Hola Valentina" sonreiste al acercarte al mostrador.
Aquello me hizo quedar completamente encantada.
"Hola Juls" respondí tu saludo y frunciste en ceño en cuanto dije aquello.
Está vez pediste una botella con agua y corri a traertela al verte tan sudada y acalorada, seguramente pensarías que estaba loca por usar una sudadera con aquellas temperaturas pero la verdad es que odiaba demasiado el amarillo de mi uniforme.
Murmuraste algo que realmente no pude entender cuando yo regrese del refrigerador de las bebidas y te entregue la botella fría.
Dejaste un dólar sobre el mostrador y sin decir nada te sentaste en una de las mesas redondas del lugar, específicamente en la más cercana que había al mostrador.
Honestamente estaba esperando a que me hablarás pero simplemente me ignoraste como si fuera una extraña más.
Quizá deberías checar tu buzón más seguido.
Terminaste tu agua en completa paz mientras revisabas algunas cosas en tu teléfono y luego de tirar la botella en el contenedor, te marchaste del local sin despedirte siquiera.
Claro, eso era común para mí, pasaba siempre en la tienda. Pero esperaba que luego de escribirte la primera carta tendríamos la oportunidad de socializar un poco más, ¿No crees?
No estaba satisfecha, para nada.
Tenía que hacer algo. Necesitaba hacer algo.Llamé a mi tonto compañero de trabajo y le pedí que viera la caja mientras me encargaba de vaciar los botes de basura, el no lo pensó mucho y termino aceptando.
Termine vaciando por segunda vez, ese día, los contenedores de basura pero valió la pena cuando pude sacar la botella de la cual habías bebido.Pasaron las horas y cerca de la hora de cerrar me dirigí al cuarto de empleados, donde estaba la computadora con las grabaciones de las cámaras de seguridad.
Tenía suerte de que la cámara de adentró funcionará bien y también de que tuviese una mejor calidad que la de afuera, sólo así se podía enfocar bien tu belleza.
Pause muchas veces captando tus mejores ángulos.
Verte por tanto tiempo hizo que me diera cuenta de lo perfecta que eras.Cada rasgo de tu cara, tu cuerpo, cabello y piel; eras pura perfección.
Repetí muchas veces la toma de cuando entraste la primera vez y llevabas aquellos pantalones ceñidos y una campesina que deja expuesto tu abdomen; simplemente no podía evitarlo.
Mis ojos se anclaron en la pantalla o mejor dicho, en ti.
Pensé demasiado hasta que decidí sacar la cinta y la metí en mi bolso para irme a casa con ella.
Sabía que eso estaba mal, que no estaba permitido, que podía ser despedida solo por eso; pero no podía evitarlo, Juls.
Te amo.
Te amo Juls.
Amo todo sobre ti.
Pienso constantemente en ti.
¿Sientes lo mismo por mí, Juls?
Atte: Valentina.
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Every breath you take [JULIANTINA]
Fanfic"Cada movimiento que hagas, yo estaré observando"