Sálvame, Por Favor. (Saiki x Tu)

cap 3

No podia parar de pensar en Saiki.
Antes me atraía porqué era enigmatico, ahora que me ha salvado, me gusta aún más.

Pero desde el accidente, todo volvió a ser como antes, o sea, frío.
Creo que lo que más me gusta en él, es su imprevisibilidad, de hecho, todos los chicos con los cuales me he cruzado son casi iguales, monótonos.
Esto le da mas valor a cualquier accion hecha por Saiki.

Hoy hacia bastante frío, mi madre lavó mis medias, que hacian parte de mi uniforme invernal, por lo cual tuve que ir a la escuela simplemente con la falda, con las piernas al aire.

Como pude predecir, empecé a temblar apenas entré en la clase.

Muchos de mis compañeros me preguntaban si tenia frio, pero no queria alarmarlos y me limité a responder:
«Todo está bien».

Habian pasado ya dos horas y no lograba enfocarme en la lección, tenia demasiado frio.
Incluso la calefacción se habia roto justo en ese dia, estaba por renunciar y volver a casa, hasta que algo cayó cerca de la ventana.
Todos los alumnos se habian levantado para ver que era,  iba a hacerlo yo también, pero Saiki puso su mano en pierna, cerca de mi rodilla, justo cuando todos estaban distraidos.

Me sonrojé no puedo negarlo, el shock me impidió reaccionar.
Luego lo senti, su mano me estaba calentando.
«¿Habrá notado que sentía frío?»

Kaido: ahhh era solo un pajaro.
Chiyo: ¡No seas malo! A lo mejor está herido.

Enseguida Saiki alejó su mano y justo despues todos volvieron a sus sitios.
Nadie se dio cuenta de lo que ocurrió y mejor aún, no volvi a tener frío.
La verdad es que no se lo que ocurrió, aun no puedo explicarmelo.
«¿A lo mejor la vergüenza hizo que se me pasará el frío?» «¿Él sabe que me gusta entonces sabia que haciendolo se me habría pasado el frio?» «No es posible, su mano ardía... ¿Me lo imaginé?»
Mi cabeza se llenaba de dudas, pero queria agradecerselo de alguna manera.

Al dia siguiente cambié mi recorrido, antes de ir a la escuela fui a una pastelería y compré un pudin de café.
Ya le habia visto anteriormente comérselo, a lo mejor esto nos acercaria más.

Entré en clase, traia una bolsita con dentro el dulce. Por suerte nadie lo notó, tampoco queria llamar tanto la atención, el chisme es algo que odio.
Por suerte aun no había llegado mucha gente, aproveché la ocasión y deje la bolsita cerca de su mesa.
Adentro habia puesto una nota, donde le agradecía por todo.
Él la leyó y sonrió un poquito. Aunque no se si lo hizo por la nota o por el pudin.

Aún así fue lindo verle comer durante el recreo.

Nunca pensé que estaría a punto de morir, de nuevo.