Spencer: Jamás me conformaré con menos

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Su olor de alguna forma se había intensificado para mí. Mirando sus ojos le transmití mi deseo más inmediato. En ese momento no quería entrar en cursilerías, ya nadie creía en ello.

Pero, ¿Quién no entendía la sinceridad y crudeza del deseo?

Podía decirle que quería conectarme con él hasta que nuestras almas fueran una, que lo quería... o ser más genuino y decirle las ganas que me tentaban a encerrarnos en una habitación hasta que apestara a sexo y nos ahogáramos en ese pecaminoso aroma.

Y cómo lo quería... vaya que lo hacía. Nuestro encuentro se suponía que era un asunto afortunado, no tendríamos por qué estar enfrentándonos.

Xalbeox, sangre pura, todo eso había perdido importancia ¿Cómo no podía ver eso?

Entonces me di cuenta que el pícaro vándalo se había quedado sin palabras. Me miraba como si yo fuese un enemigo que lo había derrotado en el campo de batalla y apuntara mi espada hacia él. No creía que pusiera esa expresión de borreguito indefenso muy seguido, así que me complací por ello.

Entonces, bajé mi cabeza y tomé esos labios llenos que hacían doler mis huesos con necesidad.

Un rato después me eché atrás, esos labios húmedos, esa expresión abrumada y un poco tonta eran tan eróticas que de no ser por el jadeo sorprendido de Brooke hubiese continuado besándolo por siempre.

- Nos sentaremos a hablar - Le informé a ambos.

Los brazos de Kellan estaban desmayados en sus costados, parecía perdido, como si alguien le hubiese robado su fuerza.

Lucía como un niño, pero aun así mi deseo no disminuyó ni un poco.

Tomé su mano y lo hice seguirme hasta la sala, en dónde lo hice sentar en uno de los taburetes del mesón de mármol que separaba esa estancia con la cocina.

- Yo quiero irme - Murmuró el chico arrugando sus cejas.

- Oh Kellan esto es... - Exclamó Brooke abrazándose a sí misma.

Parecía que dudaba de qué lado ponerse.

- Brooke, ve a prepararnos un té - Le ordené a mi hermana.

- ¿Y a dónde irás? - Le pregunté a Kellan.

- A casa - Dijo él con tono plano.

Negué con la cabeza.

- Deberías estar solo bajo mi control. Tu casa está conmigo, a estas alturas deberías entenderlo, eres mi omega y yo soy tu alfa... te advierto: Voy a aplastar todo lo que se interponga entre nosotros Kellan, porque lo único que es un hecho es que no nacimos para estar separados. Estoy dispuesto a pasar por alto que debido a Xalbeox casi soy incapaz de encontrarte. Aun si me hubiese topado contigo en otro momento, si no hubieses estado pasando por tu celo podría que no te hubiese reconocido, habría sido como buscar una aguja en un pajar aunque estuviésemos destinados. Puedo hacer borrón y cuenta nueva porque ya es parte del pasado y sé que sería tu voluntad, pero si es Xalbeox lo que se interpone entre nosotros, entonces voy a arrasar la Secta X hasta que no quede nada a dónde regresar - Aseguré consciente de que estaba sonando como un lunático, solo no podía controlar pánico que sentía al pensar que él podría escaparse.

Kellan negó con la cabeza, me pareció que era mucho para procesar y yo no estaba ayudando mucho. En el fondo sabía que no era el momento para ponerme en plan alfa controlador, solo no pude evitarlo.

- Estás siendo cruel - Advirtió Brooke, colocando dos tazas de té delante de nosotros. Su rostro estaba contraído, podía ver la crítica hacia mí. Quería decirle que se uniera al club, ya tenía dos miembros con Kellan y conmigo.

¡Vaya madrugada! (Humanverse World) - Alfa & Omega -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora