8 de noviembre de 1939

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Caminando con una pierna y un par de muletas, las personas no se toman el maldito gusto de tan siquiera observarme, soy invisible, todos se preocupan más por sus cosas que no se percatan de ver quién o quiénes pasan a su lado. Pero siempre hay una excepción, Arnold el chico que me a estado molestando desde el vuelo, fueron tantas sus súplicas que tuve que aceptar ser su amigo.

Aunque mañana salga de aquí, no pienso salir con ese chico molesto, prefería ir con un perro, creo que es más fastidioso ese hombre que un pobre perro, y en estas ocasiones me caería muy bien.

Quiero un perro.

Atte: Arthur.

Carta a JanettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora