Nuestra Historia

Sonrisa

Mi nombre es Jean, tengo 17 años y estoy enamorado.

Él es de contextura delgada, petiso y tiene el cabello corto rubio con los ojos celestes más bellos que vi en mi vida. Es un sueño. Su nombre es Armin Arlert.

Es un chico de mi barrio, lo conocí hace ya varios años, pero jamás me anime a hablarle, él siempre estaba con Eren y Mikasa. Su grupo era impenetrable, no hablaban con nadie más que con ellos mismos.

Hasta que un día, cuando volvía a casa lo vi solo, estaba sentado en el mástil que había en una plaza, leyendo un libro. Era mi oportunidad para hablarle, pero no sabía cómo hacerlo... Somos chicos y no es como si pudiera coquetearle así como así. Estaba súper nervioso, así que solo lo salude, pero no obtuve respuesta. Decidí sentarme en unos bancos que estaban cerca de él. No desprendió los ojos del libro que leía. Supuse que no me había escuchado. Intente leer disimuladamente que era lo que leía, para saber sus gustos, pero no reconocí el libro, era "Kim de la India", en mi vida había escuchado hablar de ese libro. Yo no leía muchos libros, solo mangas y comics.

Así que como no sabía que hacer me dispuse a leer el Manga de Boku no hero que tenía en mi mochila, menos mal que esta vez lo tenía conmigo, capaz en una de esas me miraba y le llamaba la atención, pero eso no sucedió. Pasaron los minutos y no pasaba nada. Opte por irme, ya que estaba por oscurecer, así que tome valor y me levante, pase por al lado de él y volví a saludarlo con una mínima esperanza de que el me dijera algo. Y para mi sorpresa, dijo de manera muy baja, casi inaudible "adiós". Sentí que se me paraba el corazón y lo mire de inmediato, me sonrió y siguió leyendo.

Camine directo hacia mi casa, no podía dejar de pensar en él y en la forma en la que me había sonreído. A partir de ese día empecé a ir a esa plaza cada vez que podía, para admirarlo y lograr hablar con él un poco más. Hubo días que me saludaba y otros en los que no se daba cuenta de que estaba ahí. Pero no me importaba, Armin había notado mi existencia y era lo único que me importaba en ese momento.