Nunca había estado tan ansiosa.
Mis piernas flaquean sobre el sofá y barro con la mirada toda la estancia por quinta vez en el tiempo que llevo aquí sentada.
Esta oficina es tan moderna y sofisticada a la vez, todo son colores oscuros. Hay un escritorio en el centro de la habitación, dos librerías a cada lado, junto con dos sillas en delante de este. Puedo admirar también, la forma en la que le da un toque decorativo a la habitación las alfombras y sofás blancos, así como con unos grandes ventanales por los que entra la iluminación exterior.
Los recuerdos me golpean dolorosamente, haciéndome más difícil mantener mi autocontrol enjaulado por mucho más tiempo.
Este lugar. Estas cuatro paredes que parecen tan insignificantes me están asfixiando con cada segundo que permanezco en ellas.
Mis manos tiemblan. Mi desesperación aumenta y mis nervios -crecientes y alborotados- se retuercen y me ponen la piel de gallina. No sé por cuánto tiempo más soporte esta tortura, pero mi paciencia se desvaneció casi por completo.
Puedo apostar a que Logan percibe el aire tenso y hostil que emana de mi desde que llegamos, sin embargo, se ha limitado a verse frío e inexpresivo y una parte de mi lo agradece. No se como sentirme al respecto de que él esté aquí. Aún no confío en él. Aún no conozco sus intenciones y no puedo creer ciegamente en todo lo que dice. Por mas que quiera darle un voto de confianza, no puedo. Algo en él no me encaja, pero averiguare lo que es.
No hemos dirigido palabra alguna desde que abandonamos en edificio de la FBI. No hemos hecho más que esperar...Y esto empieza a desesperarme.
Hace unas horas llegamos al edificio. Hace unas más me obligue a entrar por las puertas de éste, a pesar de que mi subconsciente gritaba que no bajara del auto. Caminamos por los pasillos hasta llegar, al fin, a la oficina que necesitábamos. Leí el nombre que se ubicaba en la puerta de ésta una y otra vez en un débil intento por aligerar mis nervios, pero fue en vano. Por el contrario solo alimento mis ganas huir de este lugar...
El crujir grave de la madera me saca de mis ensimismamientos y produce que todos mis músculos se tensen en respuesta. Toda mi atención está en la figura femenina que aparece por el umbral y entra en la estancia.
Me levanto del sofá con suma rapidez y miro con confusión a la mujer que está delante de mí. Sus ojos son lo primero en llamar mi atención, son verdes, pero en un tono esmeralda que los hacen resaltantes y hermosos. Su piel es morena y no le calculo más de unos cuarenta años. No me pasa desapercibida la forma en la que me mira, el asombro y la confusión que veo a través de sus llamativos ojos me envia una ola de emociones, que se vuelven incontrolables y ávidas con cada segundo.
La conozco. Juro que así es, pero ¿De donde?. Mi cerebro se llena de incógnitas y de millones de preguntas que -Al no ser capaz de responder- me mareo con ellas.
—¿Alice?—Esa voz...
La bruma a mi alrededor se dispersa. Las dudas que tenía se disuelven y el peso de la situación cae encima de mí con violencia. Miles de sensaciones me corrompen y un nudo se apodera de mis entrañas.
"Es ella..."
Es la misma mujer que me llamó 'su hija' y me trato como tal cuando en realidad, nunca lo fui. La misma a la que amé durante años y ahora no soporto estar frente a ella sin que una parte de mí me grite que es incorrecto. Ella es mi pasado. Ella es el vivo recuerdo de mis padres y es insoportable. Peligroso...
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El Rescate
ActionTodos tenemos límites. Barreras internas a las cuales nadie debería llegar. Las cuales nadie debería romper. Cuando cruzan tu límite liberan tus peores facetas, unas que nadie quiere controlar y que nadie es capaz de hacerlo. Un Miller hizo todo aqu...