battle royale

245 39 5
                                    

Después de dejar a la morena en aquel banco, Lisa no podía dejar de pensar en otra cosa. ¿Por qué lo hizo? Ni siquiera se lo pensó dos veces en ir a por ella y sacarla de allí. Tampoco entiende nada de lo que ha pasado. ¿La electricidad? No sabía ni de dónde venía, solo la sentía por todo el cuerpo, desde la punta de los dedos de los pies hasta su cabeza. 

Todo pasó en cuestión de segundos, pero para ella era tiempo más que suficiente para contemplar la belleza que llevaba en sus brazos. Estaba tan nerviosa cuando se dio cuenta, que la dejó en el banco más alejado del festival para que nadie la pudiese ver con ella y huyó despavorida hacia el Coliseo, sabía que allí estarían sus madres esperándola.

—¡Lisa! ¿Dónde estabas? ¡Que están a punto de empezar las luchas! —Gritan ambas mujeres molestas con la más pequeña

—¡Perdóoooonnnn!

Juntas caminaron hacia dentro del Coliseo, buscando el mejor sitio donde pudiesen verse las luchas. Aunque las más impacientes por verlo parecían ser las madres, Lisa no cabía en sí misma de la excitación.

—¡Quiero verlas ya! —Saltaba en su propio asiento

—Ya, ya empieza. —Le decía May calmándola

—Señores y señoras, chicos y chicas, aprendices de toda Salem, ¡empezamos con la Gran Lucha de Brujas Drángor!

Hasta en la otra punta de la ciudad podían escucharse los aplausos y gritos de todo el público, totalmente eufórico por lo que se avecinaba. No es exageración decir que este es el evento más esperado del pueblo de Salem, la alegría, emoción y competición ahuyentan durante unos días la situación cada vez más desesperada de la humanidad.

—Empezamos fuerte esta vez, todas las brujas saldrán al campo de batalla, y las ocho últimas en quedar en pie, ¡serán las siguientes que lucharán en el tradicional sistema de cuartos, semifinal, y final! Recordamos que no es válido nintún tipo de sabotaje externo o ayuda, eso hará que la bruja quede completamente descalificada y fuera de la lucha. 

El público no detenían sus aplausos y gritos.

—Sólo hay una regla: no está permitida la forma de dragona. 

Esta vez el público empezó a abuchear.

—¡Sí, sí! Lo sé, os encanta ver a las dragonas en su máximo esplendor. Pero ya sabéis lo que pasó en el último festival. Las dragonas son demasiado poderosas, y eso puede ser un peligro para el público o la ciudad, y más en un espacio abierto. Esas formas estan reservadas para los entrenamientos en los grandes campus y en la lucha contra monstruos. 

Finalmente el público se calmó comprendiendo la situación a regañadientes. Es cierto que en el último festival dos brujas se pasaron de madre y, con su forma dragona, causaron bastantes destrozos en el Coliseo. Por suerte no hubo ningún herido, pero desde entonces el Consejo puso aquella norma para evitar más desastres.

—Y ahora... ¡que empiece la lucha!

Veinte brujas de cada aquelarre salieron disparadas hacia el centro del campo en cuanto la señal sonó, aquí eras tú contra todas, sin importar si estaban en tu mismo aquelarre o no. Solo las más fuertes o las más escurridizas conseguían aguantar hasta el final.

No tardaron en haber las primeras bajas, y en menos de cinco minutos ya quedaba menos de la mitad de las brujas, bien repartidas entre sus aquelarres. 

Rosé y Jennie se daban ánimos de punta a punta del campo, evitaban luchar entre ellas, aunque sí es verdad que algun hechizo de hielo y de viento se llevaban en forma de broma. Para ellos esto era divertido.

En la otra parte del campo, Nancy arrasaba con todo lo que cruzaba su camino. Parecía que un odio la consumía por dentro, y el fuego no faltaba alrededor de ella. Incluso dejaba k.o. a sus propias compañeras de manera muy violenta, cosa que incluso llamaba la atención del público.

—¡Nancy, ten más cuidado con tus compañeras!

—¡Sádica!

—Estos idiotas... Vaya aburridos —Se dijo a sí misma

Mientras Nancy musitaba para sí misma, una gran roca fue hacia ella tirándola al suelo. Rápidamente se incorporó, más molesta que antes.

—¿Mirando las musarañas, Nancy? —Decía una pelo-violeta

—Tú... —Gruñó lanzando rápidas bolas de fuego

—Jijiji —La contraria se elevó junto con la tierra evitándolas— A mí me llamas Kim Jisoo.

—Hija de... —Nancy dirigía hacía ella con las manos bien rojas preparando un gran hechizo, desde atrás

Pero una ráfaga de viento cortante se lo impidió.

—¿Sabes que está feo atacar por detrás? —Gritó una rubia

Jisoo se giró sorprendida.

—Vete a lamerle el culo a tu amiguita Jennie, perra —Le escupió lanzándole un cañonazo de fuego en el estómago

Rosé salio disparada contra la pared, pero el trozo de tierra donde estaba ella tirada la ayudó a incorporarse. Rosé, levantada, miró a Jisoo que estaba sonriéndole.

—Gracias, Rosé.

Nancy y Jisoo continuaron su batalla, muy igualada, mientras en la otra parte del campo había una Jennie arrasando con todas sin despeinarse ni una vez.

—¿Te está gustando, Lisa? —Preguntó Laia

—¡Es alucinante! Y son todas tan guapas...

Lisa se quedó mirando a cada y una de las brujas que había en el campo, pero su vista se detuvo hasta que vio a Jennie. Aquella mirada gatuna, aquellos movimientos elegantes pero firmes, lanzando hielo de sus manos, sus hechizos tan perfectamente invocados, su largo cabello moreno que se tornaba cada vez más claro con cada conjuro que realizaba. 

Sabía que había algo extraño en todo eso. Que aquella chica le sonaba, demasiado. ¿Era la misma chica que rescató de aquel callejón? No... Pero, su cara, sus facciones, eran imposibles de olvidar. Por fin se dio cuenta que era la misma chica de antes, y no podía quitarle el ojo de encima.

—¿Te gusta Jennie, eh? —Golpeó con el codo varias veces su madre May, con una sonrisilla

—¿Q-Q-Quién?

—La llaman la reina del hielo, es la gran promesa de su aquelarre, mucha gente dice que será la Reina del Festival, aunque muchísima gente también cree que será Nancy.

—¿La loca del fuego?

—Jajaja, un poco odiosa sí que es, pero tiene mucho poder.

—Nancy... Ese es el nombre que dijo ella en el callejón... Los hombres esos... —Se decía Lisa para sí misma, comprendiendo que quizá Nancy envió a aquellos hombres a asustar a Jennie

Juntó los dientes con rabia al recordar aquella horrible escena, pero tan pronto como Jennie derrotó a la última bruja y sonó la campana, volvió en sí para contemplarla.

—¡Ya tenemos a las ocho brujas dispuestas a ganar el gran título de Reina del Festival y el liderazgo de su aquelarre: Yeri, del aquelarre del viento; Jinsoul, del aquelarre del fuego; Hani, del aquelarre de la electricidad; Jihyo, del aquelarre del hielo; Jisoo, del aquelarre de la tierra; Rosé, del aquelarre del viento; Nancy, del aquelarre del fuego y Jennie, del aquelarre del hielo!

El público aplaudía a cada nombre que escuchaban, pero cuando llegaba el de Nancy y acto seguido el de Jennie, eso parecía una competición por ver quien apoyaba más a quién. La rivalidad entre ellas era tal que hasta el público estaba eufórico por que lucharan entre ellas.

Lisa se quedó ensimismada en sus pensamientos sin quitarle un ojo de encima a Nancy y a Jennie, centrándose más en la segunda.

—A ver cómo termina esto.

salem's legacy. [on hold]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora