CAPITULO XIII Diario

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Shantal amablemente le dijo que si, pero Sebastian no estaba muy convencido y no tuvo mas remedio que ir, y 20 minutos después llegaron al acilo en donde una amable señora les dio unos ancianos para que los acompañaran, Shantal fue primero en entrar a la habitación y cuando iba Sebastian atrás de ella, la señora que los recibió le dijo que ahí no era, a el lo dejo con una señora que no recordaba eventos pasados, a lo que la abuela le dice:

–ya te conté de la ves en que yo mi esposo Henry...

Y antes que terminara su oración Sebastian la interrumpió.

–Sí, ya me dijo mientras jugamos cartas 3 veces y me gano las 3

–¿te gane las 3 veces?

–Así es

Entonces Shantal toco la puerta, y rápidamente dejo el crucigrama que estaba haciendo y se puso al lado de la señora sonriendo como un vil hipócrita:

–¿que tal se la pasaron?

–muy bien – agregó la señora – sabes querida, jugamos tres veces cartas y le gane

 Cuando venían de regreso Shanty le pregunto en el coche de Sebastian

–¿te gusto estar en el acilo?

–Me fascino

–Claro

–De verdad

–Dime la verdad

–bueno la verdad no, fue una pesadilla, es que contigo nunca se gana

–¿nunca se gana? No te entiendo, que no te allá gustado no te hace ser malo

–claro que si

–no

–si

–no

–si y ya

–Tienes que relajar mas – suspiro – tienes que reírte

Y acabando esa frase hizo unas muecas graciosas, pera que se riera, pero solo lograba distraerlo

–¿que haces? - dijo Sebastian

–te dije que tenias que reír, te prometo no decirle a nadie

Y Shantal siguió con sus muecas graciosas, a lo que Sebastian le dijo:

–detente, me distraes y no puedo conducir

–te juro no decirle a nadie – dijo shantal,  y a la ves lo hizo reír, pero también le tomo la mano en donde estaba la palanca de velocidades y sonrieron. Donde antes solo había una apuesta se estaba dando cuenta de que ahora se estaba enamorando de ella.

 Cuando llegaron Sebastian estaba observando a Shantal  con unos binoculares desde su balcón, pues Shantal estaba leyendo un libro en el jardín y en ese momento llego Kheytlin le quito el binocular y vio lo que estaba observando pues era Shantal y seguido le dijo:

 –¿huí que acaso ya te hablando el corazón?

–no lo se, me hizo reír

–Recuerda que si se te ablandó el corazón, vas a perder tu hermoso jaguar – seguido siguió Kheytlin mirando a Shantal y dijo –: pero mira tu hermosa princesita esta llorando, no la vas a ir a consolar – ella extendió su mano en dirección a él y movió los dedos – mientras me puedes dar las llaves para montarme en tu coche un rato, ya sabes para acostumbrarme

–En lo único que te vas a montar es en mi – se dio la vuelta y fue al jardín donde se encontraba Shantal, leyendo un libro, el llego como si nada y se agacho con un pañuelo – toma

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