El robo (un hecho lamentable)

92 5 1
                                    

Esta historia es propiedad de Luna_hermione (de potterfics)
la publicó aqui por ser un sitio más amigable
tengo todo el permiso y autorización para publicarla
pero el crédito es de ella.

______________________________________

La navidad había pasado, y ya la nueva fiesta seria para año nuevo, Edmund y yo nos ofrecimos a hacer unas compras
—llevas los pendientes que te regalo Eustace —observo Edmund
—oh si —dije metiendo las manos en mi abrigo —es que me encantan
—si son maravillosos…se parecen al viajero del alba —dijo observándolos —me encanta Eustace es brillante ¿dónde los habrá…? ¿Quieres un helado Lu?
En ese momento desvié mi mirada donde la tenía puesta mi hermano, había una heladería al frente
—Edmund ¿un helado? ¿Con este frio?
— ¿sabes que el helado es delicioso y muy nutritivo cuando hace frio…?
— ¿quieres comer helado? —dije mirándolo fijamente
—la verdad si —dijo sonriendo avergonzado
—vamos entonces —respondí cogiéndole una mano y cruzando la calle
Llegamos a la heladería que a pesar de ser una heladería era un lugar cálido nos pudimos quitar los abrigos, adentro el lugar estaba medio lleno
Ambos pedimos helado con sabor a pistacho eran nuestros favoritos
—me encanta este helado —afirmo cuando nos sentamos
—y a mí —dije riéndome —además sabe mejor con salsa de mora
—mucha gente piensa que es asqueroso pero a mí me encanta
—no negamos ser hermanos —añadí
Él se rio y se aseguró de que no se perdiera nada de helado y por estar en esas se unto de helado en la nariz y en la frente llevando así que yo me riera sin control
— ¿de qué te ríes? —pregunto extrañado
—de nada —dije —intentando contener la risa inútilmente
Sin embargo mi intento de hacerle la broma a mi hermano no funciono puesto que detrás de mí había un vitrina donde él pudo ver su propio reflejo untado de helado
— ¿te parece muy gracioso? ¿No es así? —dijo con una mirada picara — ¿ahora qué te parece esto?
En ese momento me unto la cara de helado yo también se la unte y el me la volvió a untar así ambos terminamos riéndonos sin parar
—eres de lo peor —dije entre risas
—tú también —añadió logrando más risas
—es enserio me arruinaste todo el maquillaje —dije parando de reír
—ven te ayudo a limpiarte —dijo tendiendo una mano con una servilleta hacia mi rostro
—ni se te ocurra volverme a untar Edmund Pevensie —le advertí echándome para atrás
— ¡no!, ven te ayudo Lucy Pevensie —me dijo riéndose brevemente y me empezó a limpiar el rostro, después lo ayude yo a limpiarse a él
—creo que así está mucho mejor —dijo mirándose en la vitrina
—¡qué va! Estamos hechos un asco —dije mirándome en mi espejito
—no exageres —dijo intentando animarme
Yo me termine de comer el helado y el también, mientras lo hacíamos entro un muchacho con una apariencia un tanto sospechosa sin embargo me seguí comiendo el helado, cuando termine me puse de pie sin embargo mi bolso se cayó y algunas cosas que iban dentro de él, no lo había cerrado
— ¡cuidado! —me dijo mi hermano —no vayas botar el dinero de mamá
—como si fuera tanto —alegue
—tienes razón solo 300 libras esterlinas —respondió en un sarcasmo burlón
Yo le hice mala cara, yo había dicho lo otro para disimular pero él no lo entendió
—vámonos ya —le dije —los días de invierno son muy cortos y ya está oscureciendo…no quiero salir a oscuras
—tienes razón —me dijo y se puso de pie
Mientras me ponía mi abrigo le eche una ojeada al muchacho con apariencia extraña ahí estaba y me miraba sospechosamente, luego salimos Edmund y yo caminamos una par de cuadras. Luego comente
—se hizo oscuro
—al igual el centro comercial está abierto hasta tarde…descuida Lu
—al igual debimos pedirle el coche a Susan
—tienes…
— ¡aaaaaaaaaa! —propine un fuerte grito al ver que alguien blandía una navaja ante nosotros y nos opuso el paso
—dame el bolso chica —dijo quien sostenía la navaja que resulto siendo el mismo muchacho de la heladería
No sabía que hacer era mucho dinero
—no nos robaras nuestro dinero —le declaro Edmund —no te tememos
— ¿así? ¿Prefieren unas monedas que sus vidas? —dijo el otro pero no era un ladrón común se encontraba bastante nervioso
— ¿Por qué lo haces? —Inquirí
—y a ustedes ¿Qué les importa? —respondió furioso
En ese instante se abalanzo sobre mí pero Edmund se interpuso
—primero pasas sobre mi antes de hacerle algo a mi hermana
— ¡apártate! —ordeno el ladrón
— ¿o qué? —le reto mi hermano
—te quitare a la fuerza y se abalanzo sobre mi hermano hubo un instante de forcejeo yo solo le decía una y otra vez a mi hermano
—déjalo el dinero no importa por favor
Pero no acababa de decir cuando la cara del otro muchacho se puso pálida y retrajo su mano a la fuerza y salió corriendo, no entendía que había pasado, mire a mi hermano se hallaba con la mirada perdida
— ¿estás bien Edmund? —le pregunte
Pero su voz no me respondió si no fue el sonido de algo cayendo sobre la nieve parecía un goteo mire al suelo y observe con horror que era una gota de sangre, volví a mirar a mi hermano seguía con la mirada perdida pero esta vez movió la mano que tenía sobre el abdomen y la observo, yo también la mire, estaba untada de sangre
— ¡Edmund no! exclame intentando agarrarlo de un brazo para que no se fuera desplomar
Sin embargo mis manos temblaban y no alcance a sostenerlo cuando se vino al piso, yo no soportaba eso y me fui con el
— ¡Edmund no! —volví a gritar desesperadamente y rompiendo a llorar
—llama a emergencias Lu —dijo con voz débil
—claro dije sacando mi celular y marcando rápidamente el número se me hizo eterna la llamada con la operadora
—ya vienen resiste —dije sollozando
—estaré bien Lu lo prometo —dijo
Solo recuerdo llorar amargamente sobre su cuerpo y las luces de la ambulancia.

Los Pevensie una historia moderna III, La graduaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora