Steven

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Esta historia es propiedad de Luna_hermione (de potterfics)
la publicó aqui por ser un sitio más amigable
tengo todo el permiso y autorización para publicarla
pero el crédito es de ella.
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El viernes me levante muy temprano mire a mi hermana y se hallaba plácidamente dormida, me vestí rápidamente y Salí del cuarto en silencio con Atany, abrí cuidadosamente la puerta del cuarto de mis hermanos ellos también se hallaban profundamente dormidos, me reí de verlos dormir como piedras, aunque me llamo la atención lo rosada que se encontraba la cara de Edmund, sin embargo no le preste mucha atención , luego cerré la puerta con cuidado nuevamente, baje las escaleras con Atany y salí a la calle, lo llevaba suelto para que se sintiera más cómodo, llego a una parte en que empezó andar más rápido así que corrí detrás de el por temor a que se me volviera a perder, tenía la vista tan puesta en el perro que no me di cuenta a qué horas me estrelle con un muchacho
—lo siento, lo siento, lo siento —le dije
—no te preocupes —dijo sonriéndome
—Ven Atany —llame al perro y obedeció, le puse la cadena
—lindo labrador —comento el muchacho
—gracias —dije —es de mi hermano
— ¿y tú lo sacas a pasear? —Me pregunto extrañado
—bueno es que no solo es de mi hermano…todos nos hemos encariñado con el —respondí agachándome y acariciándome al perro, él también lo hizo
— ¿vives por acá? —me preguntó
—así es -respondí—vivo un par de casas más abajo y señale hacia mi derecha
—qué raro —comento —jamás te había visto….yo vivo un par de casa más arriba y señalo en la dirección opuesta que yo había señalado —¿eres nueva en el vecindario?
—No —conteste —mi familia se mudó acá hace poco más de un año
—ya… ¿Cómo te llamas?
—Lucy —conteste poniéndome de pie
— ¿Lucy qué? —Preguntó también poniéndose de pie
—Pevensie…Lucy Pevensie
—que interesante en una de mis clases el semestre anterior había un chico Pevensie
— ¿eres estudiante de Ingeniería en la universidad de Londres?
—Así es—me respondió —entrare la semana que viene a tercer semestre
—entonces tu compañero de clases debe ser mi hermano
—tal vez… ¿Cómo se llama?
—Edmund…Edmund Pevensie —respondí
—si ya sé quién es…definitivamente es tu hermano…su nariz se parece
— ¿Qué tiene todo el mundo con nuestra nariz? —Pregunte riéndome y tocándome la nariz
—que es linda —dijo estirando su mano y tocando mi nariz con delicadeza
Yo sonreí tímidamente y luego le pregunte:
— ¿Cómo te llamas?
—Steven Van Dan —me respondió —oye ¿ya terminaste de pasear a tu perro?
—Si eso...eso creo —respondí un poco dudosa
—entonces ¿Qué te parece si te acompaño a casa dejamos al perro y tomamos un desayuno o un café?
Lo medite un par de segundos y luego dije:
—creo que mejor el café…pero hoy no, se me hará tarde para el desayuno
—listo. Pero de todas formas ¿tendré el honor de acompañarte?
—Claro —respondí con una sonrisa
El correspondió sonriendo y efectivamente caminamos hasta mi casa al llegar a la puerta me iba a despedir sin embargo me lanzo una pregunte
— ¿entonces ahí viven tú y tu hermano?
—Así es…aunque vivimos con mis padres y dos hermanos mayores…un hermano y una hermana
— ¿son cuatro? ¿Dos chicos y dos chicas?
Asentí con mi cabeza
— ¿Qué edad tienes Lucy? —preguntó
—soy solo un año menor que Edmund…tengo dieciocho
—supongo entonces que entraras este año a la universidad
—si estudiare historia —respondí
—qué bien linda carrera aunque probablemente termines como maestra o escritora
—no si sales de Cambridge —contradije
— ¿iras a Cambridge? —Pregunto extraño
—no —respondí sinceramente —aunque fui admitida en ella
—pero ¿Qué estás pensando?
—No voy a ir sola a Cambridge —dije secamente para concluir la conversación y abrí la puerta Atany entro —nos vemos otro día
—adiós Lucy —respondió y se marchó, yo por mi parte entre a la casa iba a subir las escaleras, pero me encontré con Peter
— ¿Qué hacías tan temprano en la calle? —Me pregunto
—también muy buenos días —respondí sarcásticamente —y estaba dándole un paseo a Atany
—ya…muy buenos días hermanita —me dijo sonriente y despeinándome
— ¿mamá está preparando el desayuno? —Pregunte al percibir un delicioso olor proveniente de la cocina
-así es-dijo-porque crees que ya baje
Me reí y luego pregunte
— ¿Edmund ya se levantó? ¿O ya está metido en la cocina?
—No, está durmiendo aun —contesto vagamente
— ¿no ha percibido el olor a comida? Debe estar enfermo —dije en ese momento bromeando —subiré a despertarlo necesito contarle algo
—claro —oí la voz de Peter mientras yo subía las escaleras, entre a mi cuarto por una coleta para recogerme el cabello ahí estaba mi hermana arreglándose
—buenos días Susan —la salude
—buenos días Lu —correspondió con una sonrisa, luego de esto me dirigí al cuarto de mis hermanos, abrí la puerta mientras decía
—oye Ed ¿adivina qué? me encontré con…
Mis palabras se interrumpieron porque mi hermano se quejó, se me hizo extraño así que me acerqué y me senté a su lado
— ¿Qué tienes? —le pregunté riéndome pensando que era una broma sin embargo él se corrió, pero antes de hacerlo le toque una mano y me sorprendió lo caliente que se encontraba, enseguida una duda embargo mi ser, rápidamente toque su frente y efectivamente me di cuenta que estaba hirviendo
—Susan —llame a mi hermana —ven rápido
— ¿Qué paso? —Pregunto entrando al cuarto —Lucy ¿Qué pasa?
—Está hirviendo —le dije
Se acercó rápidamente, y al igual que lo hice yo, puso una mano sobre la frente de mi hermano rápidamente la retiro, luego comenzó a gritar
— ¡Peter! ¡Mamá! vengan rápido —luego le quito las cobijas de encima
Peter no tardo un minuto en subir
— ¿qué pasa? —preguntó asustado por los gritos
No le falto respuestas, creo que las caras que teníamos Susan y yo eran más que suficientes para indicar que algo estaba mal, se acercó rápidamente a Edmund y lo toco, obviamente se dio cuenta que ardía en fiebre así que grito:
— ¡Mamá!¡mamá!, sube rápido
— ¿Qué pasa muchachos? —pregunto entrando al cuarto —¿Por qué todos gri…
Se interrumpió al ver que todos estábamos junto a Edmund y que nuestro hermano tenía la cara enrojecida presumiblemente por la fiebre, igual que todos lo toco, finalmente añadió
—llamare al doctor Wills
Luego se marchó a telefonear al médico, Peter Susan y yo nos quedamos junto a Edmund, por fin abrió los ojos, Susan lo cubrió de preguntas
— ¿estás bien Ed?¿te duele algo?¿tienes sed?¿quieres algo de comer?¿quieres algo de beber?
—déjalo Su —le dijo Peter apartándola
— ¿Qué pasa? —Pregunto Edmund débilmente
—nada —respondió Susan besándole la frente, luego se giró hacia mí —ve a traer unos paños con agua fría, hay que bajarle la fiebre
— ¿Por qué yo? —alegué
—no seas egoísta —me reprocho Susan —colabora un poquito
—si vamos Lu, ve —me dijo Peter
Fui de mala gana, no porque no quisiera colaborar si no porque no quería dejarlo, fui a la cocina y mientras llenaba una taza con agua fría me di cuenta que mis manos temblaban, cogí unos pañitos y subí nuevamente al cuarto, le entregue de mala manera las cosas a Susan, estaba enfadada porque ella siempre tenía tan sobreprotegido a Edmund, lo acaparaba totalmente sin posibilidades de dejarlo a uno que se preocupe por él y para completar note que Edmund la tenía abrazada.
— ¿no es pintoresca la escena? —me comento a Peter susurrándome al oído —Susan parece una madre que se preocupa por su hijo aunque Edmund es solo dos años menor que ella
—siempre ha sido así —respondí entre dientes
Cerca de media hora después llegó el doctor Wills, revisó a mi hermano con detenimiento luego dio el resultado a mi madre, Peter, Susan y yo estuvimos atentos
—la verdad se encuentra muy bien —admitió el doctor Wills —si bien tiene la fiebre alta se descarta una apendicitis, y más bien podemos decir que las defensas del muchacho están excelentes, la fiebre es porque el cuerpo está combatiendo alguna infección, para eso le voy a recetar unos antibióticos y algo para bajarle la fiebre
Luego de esto saco de su maletín unos medicamentos y se los en entrego, le dio la formula médica y finalmente añadió
—lo revisare en un par de días, cualquier cosa me pueden llamar y yo creo que mañana por la tarde ya podrá andar por la casa y en dos o tres días podrá salir
Todos suspiramos aliviados, Edmund estaba a salvo, enseguida mamá le dio los medicamentos, mientras tanto por mi mente paso un plan que sabía que lo haría sentir mejor, cogí el teléfono y me cite con Jessica en el café cerca a la casa, se tardó una eternidad en llegar estuve cerca de dos horas esperándola
— ¿Qué paso? —Me preguntó asustada cuando llegó — ¿Edmund está bien?
—perfectamente —respondí sonriéndole, sabía que Edmund no quería que Jessica se preocupara así que añadí —en realidad te cite aquí por dos motivos, el primero para decirte que Edmund se fue de viaje con mi padre…
—oye y ese que va allá no es tu papá —dijo señalando a un hombre que iba caminado fuera de la cafetería, evidentemente ese era mi padre, que torpe había sido, sin embargo arregle diciendo:
— ¿dije mi padre? En realidad quise decir mi madre
—aja —respondió Jessica no muy convencida
—si como te venía diciendo. Se fue con mamá —añadí suplicando que a mi madre no se le diera por pasar frente a la cafetería y es que era la excusa para que Jessica no se enterara de la convalecencia de mi hermano —se fueron a casa de los abuelos, mamá no se sentía muy bien así que pidió que si alguien la acompañaba…Edmund se ofreció
—pero Lucy hoy es viernes y la universidad comienza el martes
—lo sé —dije intentando inventar otra excusa —pero serán unos días Edmund seguramente estará el lunes por la noche…tarde…cuando ya todos estén durmiendo…no se podrán hacer visitas
—sí, si ya entendí —dijo Jessica un tanto irritada —ahora dime la segunda cosa por la que me citaste
—es que te quería pedir disculpas por siempre ser tan grosera
Ella me miro sorprendida, yo iba a continuar pero sus palabras me interrumpieron
—mira la verdad me extraña lo que me dices porque sinceramente no sé qué hice para que me odies siempre tanto, pero sea lo que sea de verdad lo siento Lucy
—no te odie —conteste —es solo que me parecías un poco superficial…pero me he dado cuenta que eres una buena chica y que si mi hermano te quiere es por algo
—gracias —dijo tímidamente
— ¿amigas? —Dije extendiéndole una mano
—amigas —respondió con una sonrisa y me estrecho la mano
Luego de esto me despedí de ella con la promesa que le diría a mi hermano que la llamara por teléfono. Cuando llegue a casa subí inmediatamente a ver como se encontraba mi hermano, lo encontré con la cabeza apoyada en las piernas de Susan, ella le acariciaba el cabello y le leía un libro, no pude evitar sonreír, Peter tenía razón después de todo con lo del comentario de escena pintoresca, ambos se giraron a verme y pude notar en los ojos de mi hermano que se encontraba mejor de salud
— ¿Dónde estabas? —Me preguntó Susan
—hablando con Jessica —respondí
—te dije que no hablaras con ella —dijo mi hermano alterándose un poco —sabes que…
—tranquilo Ed —dije sonriéndole —le dije que estabas de viaje con mamá para que así no tengas que verla mientras estés enfermo y no se preocupe por ti ¿Está bien?...ahora ¿cómo sigues?
—Mejor….me tiene muy cuidado —en ese momento le dirigió una mirada alegre a Susan, ella le sonrió
—como siempre ustedes dos —comenté —se pelean pero luego mírense parecen madre e hijo
Los dos me sonrieron, luego pregunté
— ¿y Atany?
—se la ha pasado todo el día con Peter viendo televisión —respondió Susan —el doctor dijo que lo mejor es que Atany permanezca un poco distanciado de Ed mientras está enfermo
Luego de esto me retire al cuarto mire mi celular y tenía varias llamadas perdidas del mismo número pero este era desconocido, marque para averiguar de quien se trataba, cuando me contestaron me di cuenta que era Steve
— ¿Steve?-pregunté
—sí, hola Lucy —contesto reconociendo mi voz al instante-¿Cómo estás?
—Yo bien…Edmund es el que ha estado algo enfermo
—que mal ¿No es nada grave o sí?
—no, menos mal se recuperara pronto, debió ser un virus o algo así…oye te llamaba porque tenía varias llamadas perdidas de tu numero…apropósito ¿de dónde sacaste mi numero?
—me lo diste esta mañana mientras caminábamos a tu casa ¿recuerdas?
—Claro —dije acordándome de todo — ¿para qué me llamabas?
—quería saber ¿cuándo puedo tener el honor de tomar un café contigo y charlar más amigablemente?
—Mañana por la mañana —respondí al instante —si mi hermano no se enferma mas es mañana
— ¿entonces paso por tu casa? —Preguntó finalmente
—no…mejor veámonos en el café a las siete ¿te parece?
—totalmente de acuerdo —asintió
—entonces adiós —dije terminando la conversación
—adiós Lucy —respondió y colgó el teléfono
Al colgar el teléfono una pregunta me cuestiono sin embargo pensé que no tenía nada de malo ir a conversar con un compañero de la universidad de mi hermano ¿o sí?, Jesse no se podía sentir celoso de todas forma y al igual si es tal Steven se quisiera propasar conmigo le diría que no se pasara que tenía novio, si eso era.

Los Pevensie una historia moderna III, La graduaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora