🔸Resentimiento🔹

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Rápido recordatorio de que la anterior parte está actualizada y el final no tiene nada que ver a la primera versión, gracias : )

Al día siguiente Avocato, como de costumbre, se despertó temprano y se preparó para otro día de trabajo. Sentía sus párpados más pesados que lo usual y supo que no había pegado mucho ojo. Lo cierto es que se quedó pensando en la situación con Gary, el plan marchaba bien, pero... Esa sensación. Dolía. Cuanto más pensaba en ello más le dolía. Sabía el porqué pero se negaba a reconocerlo, no podía, no debía. Estaba harto de que la misión se estuviera complicando tanto, de que hubiera tanto en juego, de que estuviera sintiendo esas cosas y de que todo fuera por culpa de...

"...Esa sonrisa... Esa maldita sonrisa"

Sonrió levemente casi sin darse cuenta y sintió un pequeño golpe de calor en el fondo. Se llevó la mano la pecho y frunció el ceño. Esos pequeños detalles eran lo que le hacía estar seguro de lo que sentía. Amaba a Gary. Y lo odiaba a la vez que le gustaba.

Al final se dignó a salir de su habitación y se preparaba para salir. Al llegar al salón no pudo evitar echar un vistazo por encima del sofá para comprobar si éste seguía durmiendo, y así era. Pero la imagen que tenía ante sus ojos dejó a Avocato completamente hechizado. Gary estaba profundamente dormido, con la boca ligeramente abierta y un pequeño hilo de saliva bajando por su boca, estaba vestido con su ropa (cuya camiseta le estaba grande) y la manta con la que se había tapado estaba tirada en el suelo. El mayor arañó inconscientemente el sillón con sus garras y la tentación se apoderó de él. Se acercó a él y se agachó para quedar a su altura y poder observarlo más de cerca. No podía apartar la mirada de su rostro.

"¿.... Cómo lo haces para hacerme sentir así?"

Alcanzó su rosada mejilla con la mano para acariciarla levemente y retirar su pelo despeinado. Al instante de retomar la consciencia se paró y se alejó sigilosamente para salir de su casa sin despertarlo. Al salir cerró la puerta con cuidado y se recostó detrás de ésta para luego llevarse una mano a la cara.

"Mierda, no sé cómo voy a poder contenerme si el condenado es tan..."

No se atrevió siquiera a terminar la frase, no podía seguir con esos sentimientos si quería que todo saliera bien, pero sabía que no sería nada fácil. No debió de haberse enamorado en primer lugar, y en segundo, no debió haber dejado que eso lo arrastrara hacia la tentación que ahora suponía el rubio. Ya no había manera de conseguir que el plan funcionase sin que Avocato tuviera que seducir a Gary, y era consciente de que esto dolería y le haría imposible rechazar sus sentimientos.

Iba a ser difícil pero estaba a dispuesto a hacerlo, por mucho que le doliera no podía permitírselo. Aquella no era una misión cualquiera. Y había algo en juego, algo que lo mantenía vivo, algo que le daba esperanzas... Y Gary no iba a ser un obstáculo (o al menos eso quería hacerse creer)

"Cueste lo que cueste..."

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- Ngh... Avocato~ -

Las caricias y besos del mayor eran desesperados pero suaves y en ningún momento cesaron, Gary estaba perdiendo los estribos

- Te amo Gary... -

El mencionado sentía como se derretía por dentro y deseaba volver a escucharlo una y otra vez

- Dilo otra vez...por favor Avocato -

- Te amo... -

Esta vez, la voz del mayor sonaba como un leve susurro que cada vez se volvía más inaudible para Gary, sentía que se alejaba más de él y empezó a notar un escalofrío propio de una pesadilla. De repente se sintió extraño, abrió los ojos y se estremeció al ver que estaba de vuelta en la mazmorra. Avocato había desaparecido, estaba solo, de nuevo... Se llevó la mano a la cabeza pero se extrañó al notar que no había suelo, no estaba en una superficie sólida, simplemente flotaba en un vacío negro. Entoces escuchó una risa estremecedora que lo hizo temblar, y apareció el Lord Comandante, quién no hablaba, simplemente lo miraba de una manera siniestra que lo atemorizaba .

𝕻𝖗𝖎𝖘𝖔𝖓 𝕭𝖗𝖊𝖆𝖐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora