Mi Vecino Es Un Vampiro {L.H} (TERMINADA) (ADAPTADA)

66. The blood Ritual

Dianella jadeó al sentir un fuerte dolor en el pecho, justo antes de que el conocimiento la impactara, su primo había muerto.

La negación la atravesó como una lanza.

-¿Está bien?-Le preguntó Brian, con la preocupación reflejada en sus grandes ojos castaños.

Tragando saliva, respiró profundo tratando de contener el impulso de llorar.

-Luke a muerto- Dijo con la vista nublada por las lágrimas.

No paso ni un solo segundo desde ese momento en el que Dianella no estuvo en los brazos de Brian, llorando la muerte de su primo.

-Todo estará bien- Dijo limpiándole tiernamente las lagrimas- ¿Todavía quieres hacer el ritual de sangre?, Dianella asintió.

Ahora sabía que su sacrificio no iba a ser en vano.

Brian la tomó de la mano antes de llevarla al altar, donde ambos se juntarían el resto de sus vidas.No podía decir que no estaba asustado, por que estaría mintiendo, estaba aterrado. Un ritual de sangre no era algo que alguien se tomara a la ligera.

Era algo muy serio y maduro que conformaban dos seres , no importaba su raza, que debían derramar su sangre en el altar, justo debajo de la lluvia y la luz de la clara luna cayendo sobre ambos, pero no era solo su sangre, también sus vidas, y en todo ese proceso ambos sujetos debían compartir sus votos, prometiéndose estar juntos por siempre sin importar lo que le pasara al otro. Y a cambio de ese sacrificio ambos pedían un deseo que seria cumplido de inmediato.

Nadie sabia lo que pasaba después, algunos decían que era la muerte, otros decían que volvían a nacer, pero nadie lo sabia con exactitud.

Aún así, ninguno de los dos planeaba tirar la toalla, así que evitando soltarse, ambos se pararon en el altar mientras la sangre derramada manchaba sus blancas ropas. 

Lo que paso después, fue tan doloroso para ambos que nadie querría mencionarlo.

Y cuando terminó de llover, sus cuerpos dejaron de sangrar y se curaron mas rápido que nunca, solo que esta vez, ya no tenían colmillos ni se convertían en feroces bestias por la noche. 

Ahora, ambos deseos tenían que ser cumplidos.

(...)

Brooke no podía creer lo que estaba viendo.

¡Oh, Cielos! ¡Estaba vivo!

Ni Calum, Ashton, Michael ni Diego salían de su asombro.

-¿Estoy muerto?-Preguntó, tapándose los ojos del resplandeciente sol.

Y cuando se volteó a verla y encontrarse con esa mirada azulesca de él, supo que no estaba soñando.

-No, no lo estás.-Dijo sonriente antes de abrazarlo con todas su fuerzas, temiendo que si lo soltaba, se iría de nuevo.

Luke se quedo atónito al verla.

-Brooke?-Dijo en un susurro, pasando un dedo por un lado de su rostro, se sentía tan real.

¿Y si no estaba muerto?

-Si, Luke, soy yo-Le dijo con una sonrisa.

Él le devolvió la sonrisa.-No puedo creer que estes bien. viva.-Dijo cogiendo un mechón de su cobrizo cabello. Nada de esto tenia sentido, recordaba haber matado a Antonio, recordaba haberse abierto la muñeca y morir ante la agonía en su pecho. Entonces, ¿cómo es que seguía vivo?

En ese momento un pensamiento le llegó a la mente, que hizo que se inspeccionara el brazo, preocupado. 

Y cuando miro como la herida había cerrado sin dejar marca, sintió la cabeza darle vueltas.

-El ritual de sangre.

Alguien había pedido algo por ellos dos, solo esperaba que no hayan sido los que tenía en mente.