Después de lo que pasó ese día ya no era la misma, era otra persona, esa no era yo, no era ya aquella chica que nunca seria capaz de dañarse a si misma, creía que esto era lo peor y con eso me justificaba, pero no sabía que lo peor estaba por pasar.
Cuando por fin me desperté, me incorpore, me cambie y bajé a desayunar, ahora estaba mi madre, pero la veía con tristeza en sus ojos, y ni siquiera me peló, así que me fui, en realidad no me importaba mucho mi alrededor.
Al llegar al colegio, otra vez tarde, los profesores que se encontraban en la entrada, ya estaban cerrando la puerta, - Que sea la ultima vez que llegas tarde. Me dijo con tono de regaño uno de ellos. Yo solo seguí con mi camino.
Al llegar a mi salón, la profesora nuevamente me regañó, pero no le di mucha importancia.
Al salir al receso me encontré con Lucy, nos sentamos a comer juntas, y empezamos a conversar.
- Cuentan e sobre ti Jamie.
- Mm pues que te puedo decir soy una chica como todas pero distinta.
- Como?
- Pues soy de esas chicas que nadie entiende.
- No te conosco bien pero se que eres una gran chica.
- Gracias.
Al terminar las clases Lucy me pidió quedarse en mi casa ya que sus padres iban a estar fuera de la ciudad y en su casa iban a fumigar.
Yo acepté y ella me dijo.-A las 4 esta bien?
- Claro esta perfecto.
Y me fui a casa.
Al llegar a mi casa vi a mi madre, era raro por que a esas horas estaba trabajando, la salude y cuando ella me saludó a mi pude notar que estaba ebria, al parecer le afecto lo de mi padre.
Subí a mi habitación para cambiarme de ropa y preparar todo para recibir a Lucy, mi única amiga ahora, pues en esa escuela no conocía a nadie.
Busqué entre mi ropa una blusa de mangas largas, pues no quería que Lucy viera mis heridas, me avergonzaban.
Pero no encontré nada, y para una chamarra tenia mucho calor, así que me puse una camiseta que fue todo lo que encontré, junto con una pulsera que me puse sobre las heridas.
Al momento llegó Lucy, bajé a abrirle, ella entró y saludó a mi madre, mi madre solo levantó la mano en señal de saludo y luego se fue. -A donde vas?. Aun no terminaba la frase y mi madre ya se había ido , eso me entristeció un poco pero no quise que Lucy lo notara así. Que le mentí.
-A donde iba tu mamá?
-No lo se tal vez a su trabajo. Sabia que no era así pero no quería que u a extraña supiera sobre mi.
Tal vez se pregunten por que la deje que se quedará en mi casa si no confió en desconocidos, pues lo hice por que últimamente me sentía sola y quería compañía.
Después llevé a Lucy a mi habitación y le ubiqué donde dormiría, ella dijo que estaba bien y comenzó a acomodar sus cosas.
-Te puedo ayudar? Le pregunté.
-Claro, muchas gracias.
En eso se le cayó su diario y yo me agache por el al momento que e ya también se agachó.
Entonces hubo un rose entre nuestras manos y se cayó mi pulcera que me había puesto para tapar mis cortadas.
Ella levantó mi pulsera y vio mi mano.
Entonces se quedó en silencio unos segundos y después comenzó a llorar.
Yo no sabia que hacer así que solo la abracé y así duramos un buen rato hasta que ella pudo controlarse.
-Que pasa?. Pregunté yo.
-Ella llorando me preguntó ¿Por que te haces daño?
Se me partía el corazón al verla llorar así y no podía responder no se que me pasó que no podía ni hablar.
- Por que te haces daño? Explican e por que las personas se hacen daño.
No sabia que responder y estuve a punto de responderle pero ella interrumpió.
- Mi hermana hacia eso, decía que lo hacia para sentirse mejor y que era su escape, pero un día lo hizo demasiado fuerte y murió desangrada.
Me quede quedé helada, no sabía que decir y la abracé, ella no correspondió el abrazo y me dijo: -Prometeme que no lo volverás a hacer Jamie
En ese momento supe que ella era mi mejor amiga.
- Te lo prometo Lucy, te lo prometo amiga.
Entonces la abracé y lloramos juntas hasta que oscureció.
Todo ese tiempo fue suficiente para darnos cuenta que seriamos las mejores amigas.
ESTÁS LEYENDO
Muerta en vida
AcakLos cambios de la forma de pensar de una chica sobre la vida y si seria mejor estar muerta.