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Capítulo III : "Una Vida"

"Como una ilusión para hacerte caer"

Nanashima cayó al suelo por tercera vez es la semana –estaban en Miércoles– al despertar.

Algo normal desde que estaba pequeño.

El olor a comida fue el que lo había levantado, sus tripas gruñeron pidiendo comida y obviamente lo tiene que cumplir.

Bajó al primer piso para desayunar, ahí encontró a su hermano mayor sirviendo el desayuno con un delantal rosa de encaje blanco con un conejo comiendo zanahoria –el delantal Favorito de su hermano–

—Buenos... Días Nii-san—bostezó

—Buenos Días, Nashi-kun. Moo~ extraño cuando me decías Onii-chan...¡Tan rápido pasa el tiempo!—se quejó en un puchero.

—¡Nii-san!—su rostro enrojeció.

—Ya, ya. Tu Bento está en la bolsa a un lado de tu maletín, y tienes clase de Matemáticas ¡Suerte!

—¿Nii-san? ¿Por qué vas tan temprano?—era extraño, faltaba una hora para que entraran.

—...Hoy recojo a An-Chan, tengo permiso para llevarla a Nami-Chuu además, Ochī-san saldrá fuera del País la tendremos en la casa está semana hasta el Lunes o Martes.

Aún recordaba cuando conoció a el jefe de su hermano, la mirada de ese hombre daba miedo pero es muy amable y consentidor. Según sabía, Ochī-san había enviudado en un atentado terrorista en Tokyo, se mudó aquí a Namimori para cuidar a su hija y trabajar, en un mandado conoció a su hermano y lo contrató como niñera, de ahí van ya casi tres años.

Debía admitir que la pequeña Anna es todo un amor y cuando fuera mayor sería una rompe corazones, sus ojos de un amatista puro y cabello rojo con unas ondulaciones desordenadas muy suaves, pequeños labios en forma de corazón y piel tan blanca como la porcelana. Sin duda muy bonita, siempre anda por ahí con una espada de madera atada a la cintura, pantaloncillos con calaveritas y una blusa amarilla con el carácter de muerte, su zapatos deportivos y su cabello en una coleta alta.

—Nos vemos...—dijo con la boca llena de comida.

—Adios~

Nanashima quedó ahí en silencio, esperó hasta más tarde donde al ver la hora casi se muere del susto.

¡Hibari-san lo mataría!

Rompió récord en llegar cinco minutos antes del toque.

Kusakabe lo había mirado correr como si su vida dependiera de ello –cosa cierta–

Lamentablemente no pudo mantener su promesa con Tsuna debido a que fue muy malo en las materias, fue apodado Dame-Shima por lo mismo.

Malo en los estudios, en los deportes y, torpe. Lo único bueno que tenía era la resistencia a la hora de las actividades físicas o que es un genio en los videojuegos o en ver anime, en especial los mecha.

Suspiró derrotado, no es como Tsuna, Tsuna es bueno en los estudios no tanto en los deportes –nada, duras penas puede lanzar un cuchillo, en eso es muy bueno tiene un muy buena puntería– es noble de corazón y su fuerte son las Clases de Economía Doméstica, algunos de tercero adoraban a su hermano y lo veían como una especie de Ángel y su amabilidad lo llevó a ser la Flor de Nami-Chuu, una Flor que –según los rumores– hasta el mismo Hibari-san consideraba incansable.

Rosas dentro de mis mentiras. [KHR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora