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Capítulo I : "Sawada Tsunayoshi"

El Color Rojo es tan profundo e hipnotizante

Tsuna siempre fue tímido, torpe y algunas veces despistado, a pesar de ser el hijo mayor, descuidaba mucho su apariencia y estudios.

Sus cabellos castaños antigravitatorios eran muy suaves y algo atrayentes para acariciarlos. Sus ojos son de un color chocolate avellanado, tan inocentes, pacíficos y amorosos, su piel es de un tono canela muy tersa y increíblemente suave, su sonrisa es la más encantadora de todas, te recibe con los brazos abiertos aceptando todo, todo su ser es muy cálido.

Sin duda alguna es el cielo mismo personificado, pensó en algún momento Iemitsu.

Pero nadie sabe cómo en realidad es él.

Podía entender muchas cosas desde temprana edad, su Mamá se había encargado de hacérselas saber y explicar.

Entendió muchos significados de palabras complejas y difíciles de pronunciar.

Entendió que moriría joven por una enfermedad hereditaria y que Nanashima no tenía.

También entendió que Mamá había muerto y que el se haría cargo de cuidar a Nanashima y a Papá.

Así que puso de todo para poder cuidar de ambos, se esforzó al máximo y dió el mil porciento. Las madrugadas despertaría para hacer el desayuno y las actividades del día, despertaría a su hermanito a penas la luz del sol se asome para desayunar y alistar sus cosas, iría a la escuela cuando Saki-san llegará para cuidar a Nanashima, dejaría un mensaje de voz al teléfono de su Papá todos los días para que se esfuerce en el trabajo y que no se preocupe por ellos, se pondría al tanto con los estudios tratando de sobresalir recompensando las faltas con buenas calificaciones, llegaría a casa para hacer los quehaceres domésticos y la tarea, cocinaría la comida y cena, antes de acostarse cantaría una nana para Nanashima y finalmente se dormiría para al día siguiente repetir la rutina.

Eso, y solo tenía siete años.

Maduró cuando no tenía que hacerlo, Saki-san le había elogiado mucho, decía que su hija Hana a su edad era muy infantil pero comprendía las circunstancias en las que vive.

Saki-san es su niñera, Mamá la había contratado cuando su hija tenía un año de edad, vivían cerca y casi no se llevaba bien con Hana porque es muy infantil y siempre quiere jugar y no entiende que primero es Nanashima y después todo lo demás.

Los fines de semana Saki-san se llevaba a Nanashima a su casa para pasar el día con Hana y dejárselo libre.

Esos días él salía al mercado para hacer unos recados y ganar dinero, se sentía mal dejarle todo a su Papá, así que empezó a hacer recados.

Al poco tiempo algunos vecinos y comerciantes empezaron a pagarle con productos o comida, incluso hubo un Señor que le pagó lo de tres meses solo por dejar una mochila con harina a un tipo feo.

El Señor se había presentado como Ochī Momotarō, pagaba bien y siempre le daba una recompensa (Regalo) si hacía bien su trabajo.

¡Le dió un Celular! ¡Un Celular! Y solo fue a un distrito para dejar la harina.

Una vez le dió un papelito que tenía que dar a la policía, le dijo que tenía que decir que un Señor (Ochī-san) que no conocía le dió este papelito y se fue. Y que si pedían una descripción dijera que tenía un bigote grande y una cicatriz en el labio, también que era gordo.

Rosas dentro de mis mentiras. [KHR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora