7

115 20 0
                                    

Capítulo VII : “Un Cambiamento di futuro"

«Tan Profundo como un Cambio»

.

*Clab *Clab

Las ligeras gotas de lluvia mojaban en cristal en un sonido tan arrullador y ecosonante en la sala.

Un suspiro desolador salió de sus labios, sentía una ligera nostalgia invadir sus pensamientos e incluso el leve dolor en su cuerpo pasó a segundo plano.

Se sentía tan solo y le dolía, pero no era la soledad lo que le dolía, si no el hecho de que a pesar de estar rodeado de personas que le quieren se siente solo, el mentirles en la cara es construir un muro entre ellos y el dejándolos cegados de la verdad.

—Nashi-kun...—habló a la nada—Oh, cierto, No está...—termina por murmurar.

Tomohisa y Yamazaki estaban en Rusia en una misión asignada por Ochī-san para un tráfico ilegal con la Bratva. Y hacía dos semanas que su casa –siempre ruidosa– ahora es tan silenciosa.

Se levanta con lentitud del sillón donde descansa, sus huesos truenan debido a las horas que estaba sentado en la misma posición, su entumecido cuerpo tomó dirección a la cocina tenía ganas de salir y el Templo de Namimori sonaba muy bien, tenía tiempo sin ir a orar allí.

En un bolso alista su almuerzo, una manta y su impermeable favorito color naranja.

Agarró el paraguas –su intuición le dijo que lo hiciera– y con sus botas de hule salió en dirección al Templo.

Las pocas personas que había por la calle buscaban protegerse de la lluvia, otras con su paraguas caminaban en sus propios asuntos ignorando a los demás, entre más se alejaba de la urbanidad más tranquilo estaba.

Llegando a la única calle poco habitable, fija su mirada en los montes grises por la lluvia. Tropezó un poco, entre la niebla que bajaba divisó una mancha blanca debajo de un árbol. Se acercó en guardia tratando de descifrar que hacía esa persona; cabellos blancos húmedos, ojos lilas y perdidos en la nada, postura erguida, ropa mojada y una sonrisa leve que por alguna razón dolió en su pecho, debajo de uno de sus ojos hay una corona invertida.

Se acercó y notó entonces que está sentado en una piedra, como esperando algo. Ofreció sin pensar su paraguas para cubrirlo de las gotas de lluvia.

Avella y lila se encontraron como un momento efímero de solo unos segundos, tan poco duradero y suficiente para un reconocimiento de antaño.

—Ten mi paraguas, no es bueno mojarse—comienza en un tono cálido—Te resfriarás...

—...Gracias—responde tomándolo después de unos segundos.

—Iré al Templo, ¿Quieres ir conmigo?, Tengo comida y una manta—rascó su mejilla con pena—No pienses mal, pero...me pareció que necesitas compañía y sinceramente no puedo dejarte en este estado. Te llevaría a mi casa pero está lejos y el templo es lo más cercano.

El extraño rió con gracia, Tsunayoshi se sonrosó un poco, el chico tiene una risa un poco rara como un Fu-fu.

—Cierto, no me he presentado. Soy Sawada Tsunayoshi un Placer—tendió su mano en un gesto agradable.

—Byakuran Gesso, el placer es mío Tsunayoshi-kun.

Rosas dentro de mis mentiras. [KHR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora