Prólogo

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El amor es capaz de zumbarte hacia el abismo de lograr hacer cualquier cosa, todo y cuando sea el verdadero. Sí, tal vez no me di cuenta o no quise lastimarme ni mucho menos lastimarla, ella significa tanto que nunca esperé su hasta pronto.

Recuerdo exactamente el día en que llegó a mi vida, tímida e insegura, una perfecta tez morena con hermosas perlas marrones tal luceros aliviaban mis oscuros días, cabello maltratado color castaño, sonrisas exquisita... Decidí ayudarle sin pensar los riesgos que corría ante mi bondad.

Para entonces me consideraba un chico capaz de ocultar bastos secretos limpiamente, así poder sentirme seguro con cada paso dado, hasta que ella rompió todas mis barreras.

Ella fue la única con las agallas de cambiar mi vida, hizo llegar a mi puerta la revolución de los sentimientos, los cuales había evitado un mucho tiempo.

El señor titulado Amor apareció.

Y dicen, que si el amor están fuerte, pude que pase años sin verse pero el lazo rojo latente los unirá.

Por ellos las cartas que nunca recibió, ni pienso darles, están guardas en lo más profundo del pequeño baúl. Porque aún no tengo las agallas suficientes para dárselas, inclusive junto a todo lo que pasamos no soy capaz de confesarle lo mucho que le he amado a partir de aquella primavera.

Y si algún día encuentras las cartas...

Lo siento 

Las Cartas que nunca recibí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora