Uno de los tantos consejos de Breth, recita que en cuanto más atrevido seas más espectadores tendrás, justo eso sucedía, miradas curiosas se reunieron a recibirnos, estacione el auto haciendo una maniobra simple para muchos, pero para mi complicada, lo que me ayudo fue el deportivo de fácil control, antes de que las puertas de halcón se desplegaran por completo dando lugar a salir, con los nervios a flote di mi atención a los chicos, sonrieron como apoyo, fue entonces que la puerta abrieron en su totalidad, suspire y exhale rápidamente, abrir la puerta del pilotó y copiloto, accedí al exterior del auto tal y cual lo acordado, prosiguió Breth y por último restándole importancia a la incomodidad prosiguieron con naturalidad unos adolescentes de expresiones serias.
Con todos fuera, caminamos sin decir o mirar a los lados, el único ruido presente era de nuestros pasos, los cuchicheos de los expectantes y los motores de los autos al estacionarse o arrancar, la entrada a las instalaciones fueron irrumpidas por el grupo de chicas populares, Samantha en el centro entre sus discípulas cargaba con una fatigosa mirada, detuvimos el andar quedando frente a frente, los segundos transcurrían, pero ningún grupo se le apetecía romper la formación o articular palabra, el odio que desprendíamos eran tan palpable, que inclusive a cientos de kilómetros sentían la tensión colarse entre los bandos.
-¿piensas en algún momento retirarte? Breth rompe la tensión, causando que un par de ojos avellana apartara su atención de sobre mi, y la enfocará en mi amigo, que se encontraba a mi lado izquierdo, abogando por sigo misma y regresará a examinar mi rostro con detenimiento.
-no es de tu incumbencia. Dijo con total fastidio.
-oh claro que sí. Intervengo inmediatamente. -la instalación a la que no das paso. Señaló sobre sus hombros. -los presentes a los cuales no nos da lugar de entrada pagamos la colegiatura del instituto, por lo tanto nos concierne. Formo un círculo con mi dedo índice emblemandonos, avanzó unos pasos delante de mis amigos.
-¿¿Qué harás si tan valiente te crees?? Da un paso iguandome, en poco segundos la separación se acorta y las ganas de empezar una pelea incrementa.
-Heydel y Samantha paren ahora. Un Breth aparentemente disgustado se cola en la picardía.
Evita cualquier abuso físico que pueda ser efectuada, bruscamente nos aparta pasando por medio de ambas alargando de tal modo la distancia, acto seguido lo ejecuta con las clones quienes habían reducido el espacio faltante, cojo la misma dirección de él, previamente le ofrecí mi más grata mirada de fastidio acompañada de odio a la mal teñida, percibí al resto de los chicos imitando mi acción, cuando conseguimos alcanzarlo formamos la fila inicial, punta tacón, espalda recta, vuestros pasos firme detuvieron en los casilleros correspondientes, cogi lo indicado para cada clase de las primeras horas, tal como los demás, cerré el casillero encontrándome con Breth, si no estuviese acostumbrada a sus apariciones repetidas me habría asustado.
-Heydel compórtate. Aconsejo viéndome por el rabillo de sus ojos. -debes mostrarle lo tan diferentes que son. Volvimos a la formación hasta que fue destruida para ir a las clases concerniente de cada integrante.
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Las Cartas que nunca recibí...
Short StoryLas cartas que nunca recibí. Punta, tacón. Ella no es la chica nerd, Él no es el chico popular, pero es un amor que empieza en la secundaria, aún que por las circunstancia de la vida pasan años, meses, sin verse, sin saber del otro, pero un día él...