✨BanKing Oneshots✨

1- Declaración

Ban se encontraba sentado en una silla siendo regañado por el de cabellos castaños, su ceño estaba fruncido y sus brazos cruzados y su mirada en otro lugar que no fuesen los ojos del chico. Arlequín solo quería que el peliblanco entendiese que meterse en problemas no traía nada bueno.

— ¡Tú no entiendes!— Ban rechistó encarándole, Arlequín se acercó un poco a él para intentarle calmar como siempre hacía.

— Pero Ban, lo único que te pido es que quiero pasar un día sin que el director me diga algo sobre que te peleaste con alguien o cosas así.— Arlequín suspiro, en sus ojos se notaba la preocupación y el de ojos carmín la notaba.

— Y dejar que se rían de ti, ¡Ja!— Respondió.— Antes muerto que dejar que idiotas se rían de ti.

— Ban.— El de ojos miel posó sus manos sobre las mejillas del contrario mirándole a los ojos.— Por favor.

— Me niego, prefiero mil veces estar expulsado a que te insulten sin tu haberles hecho algo.— Arlequín se conmovió ante el motivo de pelea del chico y dejó un pequeño beso en la frente de este.

— Ban, sabes que odio que te metas en peleas. Y en verdad me conmueve que me defiendas pero no hace falta.— Dijo intentando hacer que el menor entendiese.— Por favor, prométeme que no te meterás en más problemas y que cada vez que quieras golpear a alguien vas a venir a verme.

— En ese caso no me separaría de tu lado.— Dijo con una pequeña sonrisa socarrona mostrando sus dientes blancos y colmillos levemente afilados.

— Me da igual mientras no te metas en problemas.— Arlequín se separó de él para luego alejarse un poco para buscar su preciado peluche.

— ¿Buscas esto?— Ban sujetaba a su osito de tela verde y azul por un brazo, Arlequín inmediatamente gritó en sorpresa e intentó quitárselo fallando al instante por su diferencia de estaturas.

— ¡idiota!— Le reprochó.— Dame mi chastiefol.

— No quiero.

Arlequín tomo valor y con lo que pudo se subió en la silla para trepar por el cuerpo del chico, sonrió victorioso cuando casi lo alcanza pero Ban fue más rápido tirando el peluche al suelo y cogiendo al chico entre sus brazos sujetándolo. Arlequín por instinto se enredó en el cuerpo del peliblanco pasando sus manos por detrás de su cuello y sus piernas por su cintura mientras Ban le sostenía por la cadera.

Arlequín se encontraba algo sonrojado y avergonzado por la posición, sabía que Ban estaba al control de la situación y por eso se sentía así de nervioso y con un poco de ansias por lo que podría pasar.

— ¿ hace falta decir que me traes loco?— Arlequín abrió un poco la boca sonrojado aún más de lo que ya estaba.— Yo quiero tenerte para mí, quiero besar tus labios y me da igual lo que diga la gente porque en verdad te quiero, King.— se las maniobró para sujetar a King con una mano y la otra llevarla a la mejilla del contrario y acariciarla levemente.— ¿Puedo?

— Si.— Dijo Arlequín casi de inmediato y en susurro.

De inmediato sintió los labios contrarios sobre los suyos, ambos encajaban perfectamente. Se movieron suavemente sobre los suyos, sintió su cuerpo temblar por la sensación de tenerlo así de cerca y estimulando sus labios.

—  Eres tierno cuando quieres, idiota.— dijo Arlequín con una pequeña sonrisa golpeando suavemente el hombro de Ban.

— Concluyendo con esto.— Ban se sentó en la mesa aún teniendo al pequeño chico sobre él.— Me gustaría preguntarte algo, ¿Te gustaría salir conmigo?— Ban, aunque el castaño no lo creía, estaba sonrojado. Eso último lo dijo con su mirada de cachorro abandonado y con un ligero sonrosado en las mejillas.

— Claro que si, idiota.— Arlequín tapó su cara con ambas manos por el sonrojo que claramente tenía en su rostro.

Ban se puso de pie y sentó a Arlequín en la mesa para luego quitar las manos que tapaban sus hermosas facciones. Le dedicó una sonrisa traviesa antes de abrazarlo posesivamente y besarle de nuevo, Arlequín no se pudo resistir ante los encantos del de ojos carmín y dejó que se hiciese un banquete con sus labios. La falta de aire se fue notando y ambos se separaron mirándose a los ojos.

— Atrápame si puedes.— Ban dijo y rápidamente cogió él peluche de su pequeño novio y salió corriendo.

— Joder Ban.— Arlequín bajó de la mesa y salió tras el.— ¡Dámelo idiota!— Aunque estuviese enfadado, parte de él le hizo reír mientras corría tras el peliblanco.

— Te quiero, King.— Dijo Ban deteniéndose y haciendo que Arlequín se estrelle contra su cuerpo.

— Yo igual, idiota.