TOKYO

París - 2018

Do I miss myself?

Do I miss your face?

I don't know, I don't know 

 laBansshee *-*

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Ser compositor no es una tarea fácil, implicaba desarrollar en pocas líneas un sentimiento, uno que traspasara las barreras del texto e hiciera sentir a otros lo que alguien sentía cuando deseó plasmarlo en esa hoja de papel, componer no era solo poner palabras bonitas y complacientes, era hacer ver, sentir que lo que ahí se escribió perteneció a alguien, a alguien que sin saberlo estaba mostrando su alma a través del alfabeto.

Ser productor no era menos sencillo, saber escoger los tonos, los volúmenes, los tiempos, los efectos, los instrumentos, los ecos, todo era tan complejo. Saber escoger una línea de texto con unos segundos de sonidos no eran nada fácil, ni mucho menos si se pretendía que a través de esa línea se dijera más de lo que se podía percibir.

Componer y producir una canción implicaba poner el alma en ello, significaba mostrar más de si de manera indirecta, era mostrar algo que vivió alguien y que se terminó estampando en texto y efectos de sonido, haciendo viajar al lugar y momento indicado en el que ocurrió, pero eso sí, jamás se podía revelar quién había sido ese alguien que tuvo que vivir en cuerpo y alma ese sentimiento que había convertido en música. Al menos no cuando se trataba de amor a otros.

Namjoon lo sabía más que nadie, componer y producir una canción era hacer arte de palabras que se perdían en el viento ante los ojos de cualquiera, él le daba significado real y sincero a aquellas cosas que tal vez parecían desapercibidas, pero que si las decía con las palabras correctas las entendías perfectamente. Hacer una canción para él no era poner la palabra amor con un sonido suave del piano de fondo, era poner vivencias de él, de sus compañeros y la música que lo transportara a ese lugar.

Por esa razón tuvo una motivación más para terminar ese proyecto en el que tanto llevaba trabajando,  creando pieza por pieza durante los años, trabajó mucho en ello y tal vez solo un poco de motivación extra era necesaria y la obtuvo sin medidas pero por un triste precio, él sabía que su arte no podía ser visto como algo malo que pudo ocurrir en su vida, eso no era lo que él quería mostrar, él quería decir "lo viví, me dolió pero sigo aquí" ya después se encargaría de moldear las palabras necesarias para que dicha persona mostrada no fuera él, si no una historia de esas que oyes decir a alguien cercano, él ni siquiera quería decir "ese soy yo" porque sabía que significaba tomar responsabilidad de algo mucho más grande que él, así que públicamente solo podía decir "No es que yo me sienta de esa manera, solo que hay momentos en los que las personas pueden vivir alguna situación como esa y no importa que tan triste puede ser, vas a aprender de ello. Va ser como ese tipo de música que puedes poner en el auto y sabes que al oírla te lleva a ese lugar, es como decir 'yo también estuve ahí o me sentí así'. Pero no, no me siento así ahora".

Y era cierto, no se sentía así ahora, todo lo que tenía que decir lo dijo en esa canción, lo dijo implícitamente en todo su trabajo, con breves palabras, con sonido de lluvia, con silbidos, con su voz gruesa en cada línea pronunciada de cada canción que escribió y por ello su arte debía sentirse tal y como lo sintió en su momento y lo expresó de manera perfecta. Pero él solo esperaba que alguien en particular pudiera sentir lo que él  y tan solo deseaba que haya sido suficiente con todo aquello.

...

- Nam, son las 4 de la mañana por favor para... – la voz de pdogg en la habitación le saco de concentración levemente de su trabajo, llevaba varios días acompañándoles, todo por insistencia del menor

- Yes, I will do it – respondió sin darle mucha atención

- ¿Cuál es el afán? – pregunto de nuevo sentándose a su lado

- Ninguno

- ¿estás seguro?

- Yes – pdogg se levantó de la silla al notar que no tendría más de él y caminó hacia la puerta de vuelta – descansa que la gira es agotadora, ya habrá tiempo para terminar. ¿Seguro que quieres que salga hoy?

- Si... - no dijo más, después de asegurarse que su productor no volvería, terminó la edición y se echó en la cama haciendo un pequeño ruido de agotamiento mientras palpaba con su mano el móvil cerca de las almohadas, marcó el número que habitualmente marcaba antes de dormir con una sonrisa temerosa.

- ¿sí? – su corazón latió feliz al reconocer su voz del otro lado, sonrió instantáneamente

- ¿interrumpo?

- La verdad sí, pero no importa – su corazón volvió a arrugarse como hace meses no lo hacía, pero él sabía que estaba bien, fue necesario sentirlo para darse cuenta de la realidad que ahora tenía.

- Lo siento – dijo sabiendo que no debía estar llamándola

- No importa, ¿necesitas algo?

- Si

- ¿Qué cosa?

- A ti – ni si quiera lo pensó, solo lo dijo

- Nam... - advirtió ella del otro lado

- Te extraño...- no se estaba rompiendo, sentía nostalgia y ella también, él lo sabía, pero sabía que no debía insistir con aquello.

- Nam, detente, ya hablamos de esto por favor – dijo cansada

- No quise dejar de tener tu compañía ni menos tu voz, déjame tener esto de ti aunque sea un poco

- Detente por favor – se escuchó un leve suspiró del otro lado, sabía que lo estaba arruinando y no quería seguir dañándole, que él sintiera que ahora su alma estaba tranquila no significaba que la de ella lo estuviera.

- Lo siento mucho no debí decir nada, me disculpo de nuevo Danbi, no fue mi intensión hacerte...

- Creo que voy a colgar ahora

- Espera por favor – al menos debía decirle

- ¿Qué?

- Pronto saldrá la canción que tanto anhelo tenía que escucharas, la escribí pensando en ese camino que tal vez no debimos tomar en primer lugar, pero lo tomamos, así que no hay vuelta atrás, sé que sabrás cual es, porque dejar de pensar en ti no es algo que pueda hacer de la noche a la mañana

- Nam por favor, en serio detente ya...

- Ya lo sé, por favor perdóname, estoy siendo egoísta de nuevo

- Debo irme, estoy por viajar a...

- Tokio, lo sé. Sé que fue un buen lugar para decir adiós...

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~Lole~